🫦Capítulo 28🫦

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ÁNGELA

Connor estaba en mi habitación, pero lo que no sabía era cómo supo hasta cuál era mi habitación. Se supone que eliminé al traidor o había otro más. Iba a averiguarlo, ya esto no era normal, estaba apareciendo prácticamente donde estuviera.

Desde que salí de la habitación de Cristian me sentía culpable, estaba usando su habitación para eso y jodidamente culpable porque me gustó, no pude sacarme a Connor de la mente.

—"Connor, será mejor que salga de mi casa, tiene que estar loco, mi padre es tu enemigo y te quiere matar".

—"Respóndeme, dejará que te haga mía". — Este hombre era un jodido loco, le estoy ayudando para que no lo maten y lo que le importa es follar.

—"No, Connor, no seré tuya, esto tiene que acabar, me escucha. Eres el enemigo de mi padre, me secuestraste y por tu culpa casi muero y para empeorar mataste a Cristian, que era como un hermano para mí".

—"Si tan hermano era porque demonio lo besaste". — Agarro mi barbilla con fuerza. —"Respóndeme, porque lo besaste, ¿te gustaba? ¿Cuántas veces te lo follaste?". — Por Dios, este hombre empezaba a asustarme era peor que un acosador.

—"¿Qué pasa si me lo folles? No tengo por qué darte explicaciones a ti, ahora sal de mi puta habitación y déjame en paz. Me escucha, juro que si te acerca a mí te voy a matar". — Joder, era el único enemigo que se ha acercado a mí y sigue vivo. Mi padre se entera de eso y creo que él mismo me mata.

—"Entonces, te lo follaste". — De todo lo que dije, solo le importó esa parte. Su agarre en mi barbilla se hacía cada vez más fuerte, al punto que prácticamente me estaba doliendo.

—"Connor me está lastimando".

—"Respóndeme cuántas veces te lo follaste".

—"Ninguna joder, esa noche fue el primer beso que le di, nunca antes había pasado nada".— No tenía derecho a darle explicaciones a nadie, mucho menos a él, pero necesitaba que se fuera.

Aflojó su agarre de mi barbilla, pero nunca la soltó. inclinó su cabeza hacia mi labio, quizá tenía que haber volteado la cara o gritar que el enemigo estaba en mi habitación, pero cuando sentí sus labios me rendí a su beso.

Se subió arriba de mí, empezó a quitarme la pijamada, lo dejé y tuvo mucho cuidado de no lastimarme la herida todavía reciente en mi pecho.

Cuando estuve completamente desnuda, él se alejó para verme mejor, sentí su mirada por mi cuerpo como si quisiera grabárselo.

—"Eres demasiado perfecta para tu propio bien, ¿lo sabías?"

—"Claro que lo sé, pero que el enemigo me lo confirme me gusta más".

Él se ríe. — "A veces se me olvida esa parte de demonio que tiene". — Acerca nuevamente sus labios a los míos, pero esta vez no me besó. — "Y voy a comprobar qué tan mala eres en la cama cuando esté dentro de ti".

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora