Un Romance Mafioso © {1}

🫦Capítulo 52🫦

WALTER

Casi no dormí nada anoche, Ángela nunca apareció, sabía que algo había pasado pero ninguna noticia de ella había llegado.

Reuní a todos mis hombres. —"Quiero que busquen a mi hija y que no se atrevan a regresar sin traerla".

Pero cuando empecé a caminar, mi teléfono sonó, lo tomé rápidamente para ver un mensaje de Ángela. Pero cuando lo miré no era de ella.

Tengo a tu querida hija amarrada a mi cama, si no quieres que le haga daño, reúnete conmigo.

Sabía que era el bastardo de Connor, y él me envió una foto de Ángela amarrada a una cama con su esposa alrededor de su mano.

«Maldito bastardo»

—"¡Axel!".

Axel apareció en seguida. —"Dígame, Sr. Crane".

—"Quiero que me consiga ya mismo la ubicación de la casa de los Tynes y si no quiere ser hombre muerto, espero que me la traiga hoy mismo".

ÁNGELA

Cuando me desperté, Connor estaba sentado en una silla frente a la cama. Supuse que la silla la trajo, ya que ayer no estaba ahí.

Intente pararme de la cama, pero mi mano estaba amarrada. —"Qué diablo". — A noche él me soltó para seguir cogiéndolo la noche entera.—"Suéltame".

—"Primero que nada, buenos días".

—"Vete al diablo, suéltame".

—"No".

—"No tengo problema en soltarme yo misma".

—"Veo que no miraste bien con que te amarré".

Subí mi mirada y había una esposa y una cadena con un candado.

—"Maldito cabrón".

—"Si te porta bien, te soltaré, pero no ahora".

—"No pienso quedarme un minuto más aquí, así que suéltame por la buena o por la mala".

—"Te quedarás aquí, desde ahora eres parte de los Tynes".

Lo miré riendo. —"Sí que está loco, jamás sería parte de la mafia en contra de la mía".

—"Desde ahora eres Sra. Tynes o mejor dicho la princesa de la mafia Tynes".

—"Sigue soñando, déjame irme, Connor, maldición, mi padre vendrá a buscarme".

—"Eso justamente lo que quiero".

Me topé con sus ojos y estaban llenos de odio y luego una sonrisa apareció en su labio, supe qué iba a hacer.

—"No te atreva a hacerle nada a mi padre o juro por Dios que te mato".

Él se levantó de la silla. — "Desde hoy Walter no existe más".

—"Te mataré si intenta lastimarlo".

Empezó a caminar hacia la puerta. — "No creo que sea tan rápida antes de que le ponga una bala entre la frente". — Y así sale de la habitación, dejándome sola.