🫦Capítulo 85🫦

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ÁNGELA

Tres meses después

Todo ahora iba de maravilla, sin mencionar que Connor y mi padre esperaban hacer negocios juntos.

Ahora mismo estaba en Samara con un ejército y Connor a mi lado, yendo a acabar con la pandilla de Iván Rivera.

—"Todavía no me pone muy feliz que esté aquí".

Miré a Connor; tuve que convencerlo de que traerme era lo mejor.

Él agarró mi cabello con una de sus manos y me besó.

—"Te amo".

Lo miré.—"Yo también te amo".

Él sonrió contra mi boca.—"Yo te amo mucho más".

Connor se giró hacia sus hombres.—"Maten a todos menos a las mujeres y déjenme vivo a Iván".

Me reí; él todavía seguía con esa regla.—"Escúcheme, las mujeres déjemela a mí, encantada estaré de acabar con ella".

Todo no pusimos en nuestro puesto; Connor insistió en que tenía que permanecer cerca de él. En una fracción de segundo se escucharon los disparos.

No duramos mucho tiempo antes de acabar con ellos; solo era una pandilla que se creía mafiosa. Entramos a una habitación donde estaba el tal Iván Rivera.

Cuando entramos, dos de los hombres de Connor estaban apuntando a su cabeza.

Connor me miró. —"Por favor, mi princesa quiere hacer el honor".

Me reí. —"¿Por qué mejor no lo hacemos juntos?".

Los dos apuntamos a Iván. Connor envolvió una de sus manos en mi cadera, acercándome hacia su pecho mientras apuntábamos a Iván.

—"A la cuenta de tres".

—"Uno".

—"Dos".

—"Y tres".

Dispararon. Justo en el mismo momento, la bala de Connor fue a la cabeza de Iván, mientras que la mía fue directa hacia su corazón.

Él me giró y chocó sus labios con los míos. Envolví mis brazos, todavía con la pistola en su cuello, y profundicé el beso.

Me alejé. —"No besaremos cada vez que matemos a alguien frente a su cuerpo".

—"Eres mi mujer, te besaré sobre su tumba si tengo que hacerlo".

Miré a los hombres de Connor que estaban todavía en la habitación. —"Pueden irse".

Cuando salieron, Connor me miró. —"¿Qué pasa?".

—"No me maté, pero hace unos días descubrí que estoy embarazada nuevamente".

Le sonreí, pero mi sonrisa se borró cuando vi que su cara no estaba feliz por la noticia.

—"¿Qué pasa? ¿No estás contento?"

—"Lo que pasa es que te arriesgaste sabiendo que estaba embarazada".

—"Sabía que si te lo decía, no ibas a dejar que viniera a ayudarte".

—"Claro que no".

Me señaló. —"Pero mira, ya estoy bien".

Él me sonrió y me agarró la cara antes de chocar sus labios con los míos.

—"Dios sabe que estoy muy feliz".

Él se despegó de mí. —"Como hoy es el día de la noticia". —Él agarra mi mano. —"Todavía no me han entregado el anillo, pero Ángela Crane acepta ser mi esposa y la próxima Sra. Tynes".

Estaba gritando que sí por dentro, pero quería hacerle una broma, así que puse mi mano en mi barbilla como si estuviera pensando en la respuesta.

—"Cuidado, Ángela, porque si dices que no, tendré que secuestrarte y hacer que te cases conmigo obligada".

Me reí. —"Claro que quiero ser tu esposa".

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora