Aviso: Capítulo hot.
-----------------------NARRA SANDRA
Al día siguiente Jesús vino a recogerme al portal de mi casa sobre las cinco de la tarde,para después,ir a ver la suya.
Mi novio abrió la puerta y yo esperé a que él pasara,ya que era su casa. Pero él me hizo una seña con la mano para que yo pasara.
- La señorita primero - Yo negué con la cabeza sonriente y pasé a la casa - Wuala,esta es mi nueva casa.
- Pues es muy bonita Jesús.
- No tanto como tú - me dijo guiñandome un ojo.
Yo rodé los ojos. No había manera con él. Él había nacido tirando piropos junto a su gemelo.
- Tendrías que ver mi casa - dije riendo - No tiene comparación con esto. El mío es un feo piso.
- Bueno,lo importante es quienes viven ahí,son muy valiosos. Tengo que agradecer a tus padres por tener a una hija tan perfecta.
- Qué exagerado eres - le dije sonriendo mientras nuestras caras quedaban muy cerca una de la otra. Nos dimos un beso mientras a la vez sonreíamos.
- Cuanto te echaba de menos. En estos días me he dado cuenta que no podía vivir sin ti.
Yo agaché mi cabeza y miré al suelo.
- Dejemos de hablar sobre lo que pasó,¿vale? Olvidémoslo. No me gustó mi vida sin ti. Y menos me gusta recordarlo.
- Perdón - dijo poniendo sus manos en mi mandíbula y besó mis labios.
- No tienes que sentirlo - Él me volvió a besar - Anda,vamos a ver la casa que al final a este paso no llegamos a ver ni la planta de arriba.
- Tienes razón. Vamos a mi habitación,quiero verla - propuso.
Y así hicimos. Subimos las escaleras a la planta de arriba y abrimos las puertas hasta encontrar su habitación.
- Me recuerda a la antigua tuya. A tu antigua habitación.
- Sí,tiene un cierto parecido. Así mejor. Se me hará mucho más acogedora.
- Eso es increíble - dije mirando por la ventana.
- ¿El qué?
- Que vayas a vivir a una calle más abajo que la mía.
- Más increíble es tenerte a ti - dijo y me besó.
- No,Jesús - le dije sonriendo - Así no termináremos de ver la casa nunca. Vamos a seguir viéndola.
- ¿Qué más da? San,estamos solos. Da igual la casa. ¿No es mejor aprovechar un momento cómo este?
- Siempre acabas convenciéndome...
Él no pudo resistirse más y me estampó contra la pared besándome,mientras el sujetaba mis brazos y mis manos por encima de mi cabeza.
- Qué calor hace aquí,¿no?
- Creo que eres tu,Jesús - dije riendo.
- Eres tú quien me provoca esto Sandra.
Creo... que debo de tener las mejillas coloreadas de un color rojo.
Jesús se quitó la camiseta,la tiró por algún lado de la habitación y fue directo a besarme.
- Eh,voy en desventaja,yo tengo una prenda menos.
Le hice caso y me quité los zapatos divertida,sabría que le causaría frustración.
- Ya tenemos las mismas prendas.
- Chica mala...
Reí.
Él me cogió haciendo que yo rodeara su cintura con mis piernas y comenzó a besarme cuando sentí el placer de la fría pared contra mi espalda y su pecho caliente contra el mío. Sus labios eran los que controlaban el ritmo del beso,acelerando y disminuyendo el ritmo mientras llevé mis manos a sus pectorales,acariciándolos,sintiendo como su corazón latía fuerte y rápidamente sobre mi palma. Su pelvis empujó la mía haciéndome sentirle y los dos gemimos. Mientras una de mis manos continuaba en su pectoral,otra subió a su cabeza,agarrando el pelo de su nuca y tirando de él un poco hacia atrás. Llevé mis labios a su cuello,besando su piel intercalándolo con algunos pequeños mordiscos que le hacían temblar y yo sabía muy bien que a él le encantaba,pero pocas veces lo hacía por mi poco atrevimiento.
- Me gusta cuando eres así conmigo - Susurró mientras seguía besando su cuello,observando como me hablaba con los ojos cerrados debido al placer.
- ¿Así,cómo? - quise saber.
- Menos inocente - contestó abriendo los ojos,mirándome fijamente.
- Creí que me dijiste que te gustaba que fuera inocente.
- Me gustas de las dos formas San. Mientras seas tú misma - Me despegó de la pared y caminó hasta que sus piernas chocaron con la cama. Me dejó suavemente en la cama y me observó cerca de mí,mordiéndose el labio - Me gustaría probar algo nuevo - dijo él y unos nervios recorrieron todo mi cuerpo.
- Jesús yo no... Yo nunca...
- Tranquila,no me refería a eso. Por ganas que te tenga,no vamos a hacer algo que tú no estés preparada amor.
- Jesús... No quiero decepcionarte.
- Tienes tanto miedo de decepcionarme...Pero no lo haces. Nena,me gustas tal y como eres - Eso me hizo sacar una tímida sonrisa. Me hizo sentirme muy bien - Pero sí que me gustaría experimentar algo contigo.
Jesús intentó desabrochar mi cinturón,pero sus nervios se lo impidieron. Así que lo intentó de nuevo,pero esta vez,con la boca.
- Jesús - le llamé riendo - Te vas a hacer daño en los dientes.Trae - dije y lo desabroché yo misma. No había sido nada difícil.
Mi novio me desabrochó el botón y la bragueta del pantalón,los deslizó por mis piernas,hasta quitármelos. Después,él se quitó los zapatos para hacer la gracia.
- Ahora sí que estamos igualados - se refirió a que él,estaba sin camiseta y sin zapatos y yo sin pantalones y sin los zapatos.
Jesús se me acercó,me beso y mordió mi labio inferior. Gemí,cuando su mano derecha bajó a mi zona sensible y solamente la rozó por encima de mis bragas.Pero yo no estaba acostumbrada a eso.
- Jesús...- rogué,pero no sabía lo que quería exactamente.
- Te gustará. Seguro. Y si no es así,tan sólo dímelo.
Él volvió a rozar mi zona a un ritmo despacio,pero ahora,haciendo círculos.
Él me besó,no pude contenerme y sin querer hacerlo,gemí en su boca.
- ¿Te está gustando,amor? - me preguntó mientras iba aumentando el ritmo,cada vez más.
Yo ni siquiera podía abrir la boca para decir algo,porque sino, acabaría soltando otro gemido causado por el placer que me estaba dando. No le contesté y cerré mis ojos.
- Me tomaré eso como un sí - se convenció a si mismo. Y ahora lo aceleró a un ritmo muy intenso. Demasiado intenso. Volví a gemir. Hacia círculos con sus dedos en mi zona,sin parar un sólo momento. Seguía haciéndolo. Jesús parecía disfrutar en la situación en la que estábamos,a él le gustaba verme así,por algo que me provoca él. Cuando él vio que ya estaba bastante excitada,retiró sus dedos y las sensaciones de electricidad se calmaron en mi cuerpo. Él me miró y besó mi frente - Espero que lo hayas disfrutado - me dijo finalmente parando. Rodeó su brazo en mis hombros,a la vez que nos tumbábamos en la cama y yo posé mi cabeza en su hombro.
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El destino - Jesús y Daniel (Gemeliers)
FanfictionSandra es una chica de 15 años que le fascina cantar y bailar.A lo largo de esta historia ella se irá dando cuenta de cuál es realmente su pasión. Ella decide presentarse a la voz kids con su mejor amiga Irene,que van a la misma clase desde la infa...