Capítulo 46

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NARRA SANDRA

- Tenemos que colarnos en ese hospital - dijo Jesús levantándose de la silla.

- ¿Qué? Estás loco ¿Cómo vamos a hacer eso?

- No nos dejan pasar si no somos de su familia,así que no nos queda otra. No lo sé como lo haremos,pero tenemos que ver a Calum. Tú,si quieres quédate aquí,iré yo solo.

- No - dije levantandome de la silla - No irás tú solo. Iré contigo,yo también necesito ver a Calum.

- Sandra,no quiero meterte en líos,si nos pillan...

- Me da igual,al menos veremos a Calum y no pienso dejarte solo - corté la frase a Jesús.

Dejamos una nota en la mesa,en la que ponía que nos íbamos a comer afuera,ya que tardaríamos bastante. Pero no contamos nada de que íbamos a ir al hospital.

Cuando llegamos allí,fuimos a recepción a preguntar la habitación en la que se encontraba Calum. En la 235,nos dijeron.

Cuando vimos que no pasaban médicos por el pasillo,aprovechamos a ir a la habitación de Calum y cerramos la puerta por si alguien nos veía. Calum estaba en una habitación donde había dos camas,una en la que estaba él y en la otra cama no había nadie,pero sería para otro paciente. De repente oímos unas voces de unos médicos que se acercaban cada vez más a la habitación. Ni siquiera nos dio tiempo a acercarnos a Calum.

- Corre,corre,escóndete - dijo señalando debajo de la cama(en la que no estaba nadie) mientras él corría las cortinas que había entre medias de una cama y la otra. Y luego se fue corriendo conmigo a esconderse.

Oímos hablar a los doctores:

- Es un milagro.Las descargas eléctricas que les hemos dado,le ha sacado del estado crítico,es increíble - dijo el primer doctor.

Jesús y yo nos miramos súper felices. Estaba segura que estaba hablando de Calum. No nos esperábamos eso para nada,pero mucho mejor.

- No suele ser normal en una persona que está en estado crítico,pero no es el primero que se recupera de ese estado,ya nos ha pasado más veces,Juanjo - dijo el segundo doctor.

- Sí,pero como soy nuevo,para mí,es la primera vez que me pasa. Me alegro mucho por el niño. Ya está en perfecto estado,así que le dejaremos hasta las 6 de la tarde que se recupere y le daremos el alta en esa mismísima hora.

- Qué alegres se pondrán sus padres.

- Eso también me resulta muy raro. No a venido nadie a preguntar por él de su familia,sólo dos amigos suyos.

Cuando al instante,se oyó mi móvil vibrar. Mierda se me olvidó apagarlo,al menos lo tenía en silencio. Era mi madre, que momento más inoportuno. Así que colgué por si volvía a llamar,y más conociendo a mi madre... que si no lo cogía a la primera era capaz de llamarme 6 veces más. Lo sé,porque me ha pasado alguna vez que tenía el móvil en silencio y no me enteré de que me llamó y tenía muchas llamadas perdidas.

Jesús puso cara de susto.

- ¿Qué ha sido eso? - dijo el primer doctor.

Joder,no por favor,que no nos pillaran por mi culpa.

- Habrá sido la máquina. Ayy el nuevo que no sé acostumbra a los ruidos del hospital - dijo de coña el segundo doctor.

- Bueno salgamos de la habitación y dejemos al chico descansar.

Se fueron de la habitación mientras seguían hablando.

- Dios,lo siento - dije mientras salíamos debajo de la cama.

- Shh - dijo Jesús mirando hacia la puerta y haciéndome el signo de silencio con su dedo rozando sus labios.

Me cogió de la mano,salimos corriendo y me llevo hasta el ascensor.Marco el número cero.

- Ya tenía miedo,por si venía alguien más,aquí ya somos legales - justifico su comportamiento y yo reí.

- Dios mío,Calum está bien - dije súper alegrada.

- Ahora iremos a comer por aquí cerca y a las 6 vamos al hospital de nuevo para recogerle. ¿Te parece bien?

- Perfecto.

Nos besamos y nos abrazamos lo más fuerte que podíamos de la emoción. Fue un abrazo con mucho sentimiento y muy especial. Nos quedamos abrazados hasta que se abrieron las puertas y una madre y su hija (apostaba de que eran madre e hija) nos miraron riéndose. Qué vergüenza.

Jesús me agarró de la mano hasta llegar al burguer. No era un restaurante de 5 estrellas,pero no había otra cosa por allí cerca y además,la verdad,es que yo prefería comer ahí. Me llevó todo el rato de la mano,eso me hacia sentir muy especial,me gustaba mucho que hiciera eso. Sólo me estaba agarrando la mano,pero sentía que me protegía del mundo.

Mientras esperábamos en la cola a pedir la comida Jesús me dijo:

- Esto es lo malo de la playa - dijo Jesús ¿enfadado? No sabía exactamente en que estado estaba.

- ¿El qué? - dije para averiguar si estaba enfadado o que le pasaba.

- ¿No te has dado cuenta?

- ¿De qué?

Jesús sonrió.

- Menos mal que tengo una novia que sólo tiene ojos para mí - fardó y me agradeció.

Me beso posando su mano en mi barbilla. Me daba un poco de vergüenza que me besara en público,donde había mucha gente,en la disco me daba igual por que estaban todos de fiesta,pero bueno aquí no me conocía nadie.

- Me sigo sin enterarme Jesupupurupupu ¿así es como te llama...

- Sí - dijo sonriéndome y cortándome la frase de la vergüenza que le daba ese nombre.

- Pues que Sandririta.No,me da a mí,que con tu nombre no se puede - Yo reí.Me hizo mucha gracia - Bueno pues que la gente viene a ligar a la playa y no hay ni un solo tío de entorno a nuestra edad que no te se quede mirando. Si pudiera les partiría toda la cara a cada uno - ahí,me di cuenta de cual era su estado,no estaba enfadado. Jesús estaba celoso.

El destino - Jesús y Daniel (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora