Capítulo 50 (Maratón 1/3)

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NARRA ÁNGELA

Salí a la terraza a que me diera el aire,faltaban pocos días para irnos a casa y que se acabará la fiesta. Yo no quería irme a la península otra vez. Aquí lo estaba pasando muy bien. Pero me faltaba algo para ser perfecto,aunque no era algo,sino,alguien. Él. Desde el primer día que me tocó hacer ese estúpido trabajo de lengua con él,lo supé. Cada vez que me miraba a los ojos,el corazón me iba más rápido. Incluso muchas veces me ruborizaba. Yo siempre había tenido las uñas largas de los dedos y cuando le conocí no paraba de morderlas,él me ponía muy nerviosa.

Estuve un rato entretenida mirando por la terraza,me encantaba el ambiente de la playa,la brisa del mar,la arena... Calum tenía suerte de vivir aquí. La gente paseaba por la noche tranquilamente por el paseo marítimo y habían unos puestos de ropa y accesorios.Sobre todo necesidades que se usan en la playa como bikinis,gafas de bucear,tablas de surf,etc. La playa me traían tantos buenos recuerdos.

- Hey,¿Qué haces? - dijo una voz. Me giré y era Daniel.

- Nada estaba mirando por la terraza,la playa me trae bonitos recuerdos. No sé,necesitaba estar sola un momento.

- Si quieres me voy.

- No,no tranquilo,quédate.

- ¿Estás bien?¿Te ha pasado algo?

- No,sólo que a veces necesito tiempo para mí.Estaba recordando mi pasado en la playa. Déjalo son cosas mías.

Daniel se apoyó en la barra de la terraza,al lado mía.

- ¿Y qué recordabas? - me preguntó con interés.

- Nada es una tontería - dije sonriendo y sonrojándome.

- Venga - él me miraba esperando a que lo contara - a veces esas tonterías,esas pequeñas cosas se convierten en los recuerdos más grandes y más bonitos.

Yo le sonreí y él me miró la boca como si quiera hacer algo con ellos... O tal vez sólo era mi imaginación porque me gusta.

- De pequeña venía siempre de vacaciones a Gandia. Allí tenía una amiga que la veía todos los veranos. A nosotras nos gustaba surfear,pero nuestros padres no tenían mucho dinero para pagarnos las clases de surf. Eran realmente caras. Así que entre los padres de mi amiga y los míos,compraron una tabla de surf. Nos lo pasábamos súper bien,aunque no teníamos ni idea - sonreí al recordar aquello mirando a la terraza y vi de reojo que Daniel también sonreía - no sabíamos ni ponernos de pie en la tabla,perdíamos el equilibrio. Una vez, - dije esta vez mirando a Dani - conseguimos ponernos las dos de pie en la tabla,pero vino una ola y nos caímos.Y eso que la ola era pequeñísima,pero nos lo pasábamos en grande ¿sabes? Luego los padres de mi amiga se quedaron sin trabajo y no tenían dinero para ir más a la playa. El viaje les costaba muy caro. Estuve muchos años con ella y desde ese verano no la volví a ver. La echo de menos - Él no habló,no dijo nada,cuando terminé de contarlo - Te dije que era una tontería.

- No es ninguna tontería. Es un recuerdo bonito de tu pasado.

Daniel me entendía. Me extraño muchísimo ¿un chico que me entendiera? Él era perfecto. Pero soy muy vergonzosa como para lanzarme. Aunque él,no.

Él me miró y se acercó a mí,más de la cuenta. ¡Me iba a besar! Me estaba empezando a ruborizar. ¡No! Esta es mi oportunidad,no puedo perderla. Se me acercó. Los labios los teníamos muy juntos a punto de...

- ¡Ese Dani! - dijeron a voces unos chicos que entraron a la terraza. Daniel se apartó muy rápido y puso cara de molesto. Creo que los chicos no vieron lo que estaba por ocurrir...besarnos. Pero no ocurrió nada por culpa de esos chicos. Pero,¿Quiénes eran esos? ¿Y qué hacían en la casa de Calum?

El destino - Jesús y Daniel (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora