El destino - Jesús y Daniel (Gemeliers)

Capítulo 59

NARRA SANDRA

- Sí,claro - le dije irónicamente y me bajé del metro,pero él me cogió del brazo y bajó de la parada conmigo.

- Pero ¿qué haces? Vas a perder el metro.

- Dame tu número.

- Lo siento.

- Te he dicho que me des tu número - dijo intentando amenazarme.

- Ya,y yo te he dicho que no.

- Dámelo o te acompañare a tu casa y me aseguraré de donde vives.

Me quedé paralizada ante las palabras que me dijo. Ese chico realmente daba miedo,con esas pintas que llevaba de malo y aún más diciendo 'te acompañare a tu casa y me aseguraré de donde vives' ¿para qué quiere mi número?¿Qué más le da? Si el me habla por WhatsApp pero yo le bloqueo,no va a poder hablar conmigo. O me invento el número. Total,no vivía en Mallorca,me iba a ir de aquí dentro de poco.

- Enséñame tu número en la aplicación de tu teléfono.

- ¿Qué? - ni siquiera se fiaba de mí,quería comprobar mi número.

- No te lo quiero dar,ya te lo he dicho - me atrevía a decir. Odiaba repetir las cosas - Además vas a perder el metro como no te subas ahora mismo - dije convencida de que se iba a ir sin mi número de teléfono y se iba a quedar con las ganas. Tenía ganas de llegar por fin a casa, y descansar.Pero no podía. No podía contarle lo que me había pasado con el chico del metro o nunca me dejaría ir sola.

Me asusté cuando el metro se fue.

- ¡Tu metro!- dije en forma de un grito ahogado - a mí no me eches la culpa porque yo te he avisado - dije.

- Eso me da igual,todavía no tengo lo que quiero - dijo serio.

Ahí,me asuste más de lo que estaba. Esto podía llevar a un grave problema.

- ¿Qué vas a hacer ahora? - pregunté.

- Te acompañare a casa.

- Gracias,pero no hace falta,sé llegar sola.

- ¿Encima bromeas?

- No,no yo sólo...

- Tu has sido la culpable de lo del metro así que,al menos,me vas a dar tu número.

- Te he avisado,has sido tú el que lo has querido perderlo.

- Trae - dijo y me quitó bruscamente el móvil de mis manos.

- Eeh...

- Shhh - dijo para que callara.

Él,me agregó en sus contactos en menos tiempo de un abrir y cerrar de ojos. Y me devolvió el móvil.

- No está bien lo que estas haciendo. Es injusto,yo no quería dártelo.

- ¿Injusto? ¿Sabes lo que es injusto? Que tú me gustes y mi amor no sea correspondido,tu misma lo has dicho antes en el metro. Eso si que es injusto - dijo cada vez más arrimándose a mí. Yo iba retirándome a medida que el avanzaba hasta mí. Pero choqué con una pared. Él apoyo su antebrazo en esa pared. No tenía salida. Tenía mi número,con él podría localizarme. Si salía corriendo,sé que me seguiría y sabría donde nos alojamos. Eso era lo último que quería. Sólo me quedaba correr hacia otra parte,pero no sabía a donde,no conocía Mallorca. Y seguramente que él sí que se conozca esta zona. En conclusión,no tenía escapatoria,estaba atrapada - ¿Sabes?Cuando dejes de tener miedo empezaras a disfrutar.

- ¿Por qué dices eso? - dije sin entonación de pregunta.

- Lo puedo ver en tus ojos. El miedo te atrapa,te despierta,pero a la vez te bloquea.

- Sigo sin entenderte.

- Bueno,me da igual lo que pienses pero no he perdido el metro para coger un simple número de teléfono,no me voy a quedar con las ganas.