Un rayo de sol me despertó a la mañana siguiente, estire el brazo pero no había nadie. Termine de abrir los ojos y vi que Pablo no estaba, agudice mis sentidos y escuche el sonido de la ducha. Ya estaba pensando mal de él. Siempre igual. Pero la verdad es que la vida me había hecho ser desconfiada a base de palos. Pero esta vez no tenía motivos.
Me levante corriendo y entre al baño en silencio, me desnude y entre a la ducha.
Ana:
- Buenos días guapo.
Pablo:
- Que susto Ana, no te había oído.
Ana:
- Esa era la idea.
Comencé a besarle en la boca, por el cuello e iba bajando por el pecho.
Pablo:
- Ana tenemos que bajar enseguida a desayunar.
Ana:
- Ummm... tsss calla seré rápida.
Continué besándolo y él se dejaba besar y se dejaba hacer. Seguí bajando y bajando y bajando, hasta que llegue a la zona deseada, de rodillas vi que el ya estaba muy contento de que estuviera en la ducha. Con mi boca comencé a darle placer. No paraba de gemir y eso hacía que mi motivación aumentara y mi ritmo fuera más rápido, me ponía escucharlo gemir de placer y que yo fuera el motivo. Me cogía del pelo mientras yo seguía. Cuando llego al éxtasis, en ese momento grito mi nombre.
Me puse a su altura y me beso, de una manera muy tierna y con mucho sentimiento.
Ana:
- Bueno ahora ya podemos ducharnos. Le dije mientras sonreía.
Pablo:
- Estas muy loca Ana jajaja.
Seguimos con la ducha, con la esponja Pablo recorría todo mi cuerpo, sin perderse ni un solo detalle de él. Ese detalle de él me encantaba, me miraba como si no se creyera lo que estaba pasando, como si no se creyera que yo estaba ahí con él, y quisiera guardar en su memoria cada parte de mi.
Bajamos a desayunar, primero bajo Pablo y luego baje yo para no levantar sospecha. Cuando llegue estaban todos en la mesa.
Falete:
- Chocho siempre la ultima.
Silvia:
- Uii toda la vida así, no creáis que va a cambiar ehh.
Le saque la lengua a Silvia que la tenía al lado, me había guardado el sitio.
Ana:
- Lo bueno se hace esperar jaja.
Ruth:
- Di que si cari, no os metáis con mi Anita ehh.
Terminamos con el desayuno y empezamos con el ajetreo de los miércoles, la verdad es que el día de la gala era un caos, todo el rato de aquí para allá. Ese día tenía que hacer de Taylor Swift y no estuve mucho rato en caracterización, me fui a la sala VIP a descansar un rato porque salía la primera, en cuanto me senté en el sofá, apareció Silvia que vino corriendo a mí como una loca, bueno lo normal.
Silvia:
- Nena que no he tenido la oportunidad de hablar contigo antes, pero cuéntame qué tal?. Me dijo riéndose.
Ana:
- Que tal qué? Silvia me he perdido.
Silvia:
- Nena pero te piensas que soy imbécil? Y de verdad te piensas que no te conozco lo suficiente para saber que te has zumbado al Pablito?
Me quede flipando.
Silvia:
- Pero si tienes otro color de cara. Mírate. Y te brillan los ojos.
Ana:
- Silvia lo tuyo es flipante, no puedo tener un secreto contigo al lado de verdad ehh jajaja. No es normal Silvia.
Silvia:
- Si es que son muchos años ya Anita, tengo un súper poder contigo, y si a eso le añades que duermo en la habitación de al lado y que tu gritas como una loca pues ya lo tienes jajajaja.
Ana:
- Alaaa tia que mala eres. Me muero de la vergüenza. No me mires jajajaja.
En ese momento yo misma me notaba que estaba roja como un tomate, pero me estaba descojonando, Silvia lo decía de una manera muy natural y le quitaba importancia, en realidad se la sudaba haberme escuchado. Eso si iba haber cachondeito para rato.
Ya me tocaba salir a actuar y estaba como un flan casi iba a entrar en el clonador cuando Pablo se acerco.
Pablo:
- Suerte enana y no estés nerviosa que lo vas a hacer genial como todo lo que haces.
Y me beso en la frente, porque había gente por allí.
Ana:
- Gracias Pablo, si tu estas cerca me sale todo mejor.
Le dedique una sonrisa y subí el clonador. La gala transcurrió muy bien, no gane pero cada vez iba teniendo mejores puntuaciones. El ganador fue Falete, la verdad es que lo clavo y fue un justo vencedor.
Como después de cada gala fuimos al hotel a cenar entre conversación y conversación Silvia me hizo un gesto para que me acercara, me quería contar algo.
Silvia:
- Nena te puedo pedir un favor?
Ana:
- Claro dime.
Silvia:
- Mañana te puedes quedar a dormir en casa y te quedas por la noche con Joana? Quiero irme a cenar con Andreu y después he pensado en ir a un hotelito en plan romántico, trabaja mucho y hace tiempo que no pasamos una noche especial. Volveríamos al día siguiente por la mañana.
Ana:
- Claro cari sin problema, sabes que me encanta estar con la enana y así pasamos un día de chicas ella y yo jajaja, sin ninguna aguafiestas al lado jajaja. Sabes que la consentiré a más no poder.
Silvia:
- Que raroo jajaja.