Capítulo 60.

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Seguimos con nuestra particular fiesta, yo era incapaz de tomar la iniciativa en el juego con Silvia, pero me dejaba hacer, disfrutaba de ese juego y le permitía hacer con mi cuerpo lo que quisiera. Silvia me cogió del culo y me acercó al borde de la cama, ella se sentó y me puso a horcajadas sobre ella siempre dejándonos a la vista de nuestros chicos. Al ir en ropa interior nuestro contacto era mucho más profundo que anteriormente, desprendíamos un calor apabullante nuestros cuerpo echaban fuego. Continuamos besándonos apasionadamente yo jugaba con el pelo de Silvia mientras ella paseaba sus manos por todo mi cuerpo, a su antojo. En todo momento notaba la mirada de nuestros chicos clavada en nosotras, estoy segura de que ellos estaban disfrutando mucho más que nosotras. Silvia dejo a un lado mis labios para pasar a mis pechos aun cubiertos por el sujetador. No sé qué le pasa a todo el mundo con mis pechos...

Cuando estábamos así un rato note como Silvia daba un paso más, la verdad es que estábamos desatadas. Sentí como Silvia jugaba con la goma de mis bragas, acariciándome el vientre al principio, pero enseguida note como metió su mano en el interior. Una vez lo hizo empezó a jugar conmigo a su antojo, y enseguida note sus dedos dentro de mí. Yo frente a semejante estimulo solo pude arquear la espalda tirando mi cabeza y cuello hacia atrás mientras emitía un sonoro gemido de placer.

Era la primera vez que hacia algo así, nunca pensé que fuera capaz de algo así, pero supongo que el alcohol ayudo mucho. Silvia seguía en su faena mientras yo no podía parar de gemir, mi respiración era entrecortada. Llego un momento en que la excitación llenaba la habitación.

Ana:

- Uff no puedo más.

En ese momento Silvia saco su mano y me besó. Vi como Pablo y Andreu se levantaron y vinieron hacia nosotras. Note las manos de mi chico sobre mí.

Silvia:

- Toma, toda tuya.

Pablo me cogió y rodeé su cintura con mis piernas, vi como Andreu y Silvia se habían tumbado en la cama dejándonos sitio suficiente en el otro lado de la cama. Nosotros seguimos a lo nuestro. La poca ropa que nos quedaba a los cuatro voló por toda la habitación, la verdad es que no preste mucha atención a lo que hacían ellos, solo vi que estaban en la cama. Nosotros nos quedamos un rato en el borde de esta. Como las chicas habíamos empezado con la diversión antes decidí recompensar a Pablo, lo senté en la cama y yo me puse de rodillas, y lo hice disfrutar con mi boca. Cuando ya estábamos los igual de cachondos me levante y vi que en la cama ya estaban en pleno acto, vamos follando como locos, Silvia estaba arriba.

Me puse a cuatro patas sobre la cama y enseguida note el contacto de Pablo sobre mí, besaba mi cuello por detrás. Le hice un gesto dándole permiso y enseguida entro en mí. Necesitaba tanto su contacto que en el momento en que fuimos uno solo, gemí como una loca. No hice ningún esfuerzo de contención y permitía que el placer que Pablo me estaba dando saliera en forma de grito por mi boca. Me cogió la cintura con las manos para hacer las embestidas más profundas, marcando un ritmo cada vez más acelerado. En un momento dado Pablo me giro y quedé tumbado debajo de él, me abrió las piernas y siguió con su faena.

En un momento dado me gire y vi a Andreu ahí a mi lado, nuestros brazos habían entrado en contacto al cambiarme de postura. Me pareció un poco raro así que cogí a Pablo de los hombros y me puse encima de él. Quedando en la misma postura que Silvia, comencé a subir y bajar encima de Pablo y sin darnos cuenta Silvia y yo acompasamos nuestros movimientos.

Yo estaba disfrutando como en mi vida y cuando note que iba a llegar al climax empecé a acelerar los movimientos, mis gemidos eran cada vez más fuertes dando a entender lo que estaba a punto de pasar.

En el momento más alto de mi excitación Silvia que estaba junto a mí, cogió mi nuca y empezó a besarme, como podía porque yo no paraba de gemir.

Silvia:

- Espera aún no.

Ana:

- Silvia no aguanto más.

Silvia:

- Ahora nena, ahora.

Ana:

- Aaahhhh...

En ese momento Silvia ahogo mi gran gemido con un beso, pero aun así se pudo oír. Nunca pensé verme en esa situación. La boca de Silvia en la mía, mientras me corría y dejando mi aliento sobre su cara, intentado recuperar la respiración mientras tenia a mi chico aun dentro de mí y a una de mis mejores amigas besándome mientras mi aliento movía el pelo de su flequillo. Después de todo esto caí rendida encima de Pablo, que me envolvió con sus brazo y me tapo con la sabana, nos tapamos todos. Me dormí en dos segundos.

AL DÍA SIGUIENTE:

Me desperté con un dolor de cabeza horrible, mire a mi alrededor y me acorde de lo que paso la noche anterior. Mierda.

Ana:

- Pablo.

Dije en un susurro.

Pablo:

- Mmm... dime.

Ana:

- Pablo despierta, ven al baño.

Fuimos al baño sin despertar a la pareja, cuando estábamos dentro cerramos la puerta para que no nos oyeran.

Ana:

- Joder, joder, joder...

Pablo:

- Qué pasa?

Ana:

- Que qué pasa? Como que qué mierda pasa?

Pablo:

- Ay Ana cielo tranquilízate.

Como que me tranquilice joder, me he follado a mi mejor amiga.

Pablo:

- Jajajajajaja. Que no nena no ha sido exactamente así.

Ana:

- Como que no, ayy madre mía joder.

Pablo:

- Relájate amor solo tuvimos sexo en la misma habitación.

Ana:

- Pues yo recuerdo que durante un periodo de la noche Silvia estuvo dentro de mi.

Pablo:

- Hostia es verdad.

Ana:

- Mierda, mierda, mierda...

Pablo:

- A ver amor relájate de verdad que eres muy exagerada. Somos cuatro personas adultas que decidimos jugar un poquito, no hemos hecho nada malo, no hemos matado a nadie, solo hemos experimentado en pareja pues otras facetas del sexo. Esto no va a cambiar nada. Ni entre nosotros dos ni con Silvia y Andreu.

Ana:

- Ay no sé Pablo alomejor la he cagado.

Pablo:

- No seas exagerada Ana de verdad, tómatelo con naturalidad, ellos lo van a hacer y yo también y vas a quedar tu como la loca exagerada que todo le da pudor.

Ana:

- No sé si voy a poder. Lo intento amor, lo intento. Pero me voy a duchar y bajo a desayunar, no me los quiero cruzar ahora. Los despiertas tu vale. Así cuando los vea estaré con los demás y no me resultará tan violento.

Pablo:

- Valee pesada jajajaja.

Ana:

- Gracias amor. Te amo muchisisisimo.

Pablo:

- Y yo enana.

Me duché rápidamente y baje a desayunar con mis compañeros. 

Por fin,tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora