X:
- Se puede saber qué coño haces... Me gritó.
Ana:
- Se puede saber qué coño haces tú?
X:
- Encima te poner chula?
Ana:
- A ver que eres mí amiga no mi madre. Déjame en paz.
Anna:
- Tira para el hotel. ¡Pero ya!
Ana:
- Déjame que me lo estoy pasando aquí genial con un viejo amigo.
Anna:
- Ana no ves que esto lo haces porque te mueres de celos, celos sin sentido. Te conozco y tu no quieres esto.
Hugo:
- Deja que decida ella lo que quiere no?
Anna:
- Mira tú no te metas que...
De repente alguien la agarro del brazo y la paró.
Silvia:
- Anna tranquilízate, no hagas tonterías, hemos venido aquí para evitar que Ana haga una, no para liarla más.
Anna:
- Tienes razón.
Silvia:
- Anita por favor vámonos al hotel. Vas muy borracha.
Ana:
- Que no hombre que no. Que todavía me quedan unos temillas que solucionar aquí con mi amigo. Verdad?
En ese momento me lancé a sus labios. Pero antes de que pudiera tocarlos volví a notar un estirón que evitara que lo hiciera.
Anna:
- Mira Ana de verdad que Silvia tendrá más paciencia que yo, pero con tal de que no arruines tu relación y tu vida con ella soy capaz de partirte la cara aquí mismo.
Ana:
- Madre mía la rubia que agresiva esta.
Decía arrastrando las palabras
Hugo:
- Mira Ana yo creo que tus amigas tienes razón, deberías irte al hotel a dormir. No estás en condiciones.
Ana:
- Bueno hemos hecho esto muchas veces sin estar en condiciones y no te has quejado.
Hugo:
- Ya Ana pero no es lo mismo, ahora tienes pareja y haces esto por despecho por lo que puedo intuir. A mí me encantaría, de verdad. Quiero que estés conmigo, pero también quiero que cuando lo hagas, sea en tus plenas facultades y lo hagas porque realmente quieres estar conmigo, porque lo sientas aquí.
Dijo poniendo su dedo índice en mi corazón.
Ana:
- Joder, pero seréis aguafiestas. Ale vámonos a dormir.
Nos dirigimos a la salida cuando pude escuchar.
Anna:
- Gracias Hugo, de verdad.