Ya era sábado, nos habíamos pasado el día vagueando, le verdad es que Tu Cara Me Suena nos quitaba mucho tiempo y mucha energía, así que el poquito tiempo que teníamos para pasar aquí en Madrid lo aprovechábamos para pasarlo con nuestros amigos y familia. Bueno con mi familia lo pasaba yo sola ya que todavía no le había presentado a mi familia a pesar de que yo si que conocía a la suya, la verdad es que me asustaba un poco, sobre todo con mi padre, Hugo y el estaban muy unidos siempre se llevaron genial, estaba segura de que con Pablo se llevaría bien pero no sé si tendría la conexión que tenia con Hugo. Quizá por eso estaba retrasando un poco la presentación de Pablo. Bueno ya pensaría en eso en otro momento, se estaba haciendo tarde y habíamos quedado con Anna y Marc para cenar.
Ana:
- Cariño vamos a arreglarnos que si no se nos hará tarde.
Pablo:
- Si vamos, que llevamos toda la tarde en el sofá.
En ese momento se levanto y me cogió como si fuera un saco de patatas y se dirigió a la habitación.
Ana:
- Jajajajaja mira que eres tonto! Tengo piernas sabes?
Pablo:
- Encima que lo hago para que no te canses.
Ana:
- Que caradura lo haces porque así aprovechas y tocas.
Pablo:
- Eso también es verdad jajaja.
Ana:
- Jajajaja que serás vegano pero te hinchas a tocar carne.
Pablo:
- Sí, pero solo la tuya.
En ese momento me bajo al suelo y empezó a besarme apasionadamente, sabía que así perdía el control, anulaba mi voluntad en el momento que sus labios se depositaban en los míos. Haciendo un esfuerzo enorme, reaccioné.
Ana:
- Para, para... que nos tenemos que arreglar que hemos quedado en una hora con los chicos.
Pablo:
- Es verdad, es verdad...
Abrí el armario y enseguida encontré el vestido que tenia pensado ponerme, era nuevo, bueno para Anna no sería nuevo porque me acompaño a comprarlo, pero Pablo todavía no me lo había visto. Era negro con un poco de escote, bueno aunque los vestidos en mi nunca tenía poco escote, la gemelas siempre luchan por salir y siempre ganan. Tenía la espalda abierta y era un poco corto. Lo conjunte con unos zapatos azul eléctrico y un bolso del mismo color. Me rice un poco las puntas del pelo y me lo deje así un poco revuelto. Los ojos me los pinte negros y los labios de un tono suave. Mientras pablo se iba arreglando, se puso una camisa blanca y unos pantalones veis, con unos tirantes marrones que le daban un rollazo muy bueno, los mocasines los levaba a juego con los tirantes.
Ana:
- Madre mía pero que guapo esta mi príncipe.
Pablo:
- Mira quien fue a hablar, joder me dan ganas de arrancarte el vestido.
Ana:
- Otro? Porque no sería el primero jajaja.
Pablo:
- Eso fue tu culpa jajaja.
Se lanzó a darme un beso. No me dio tiempo a esquivarlo.