NARRADO POR PABLO.
Ana ya se había ido, las chicas me lo habían dicho. Yo estaba destrozado, no podía creerme lo que había visto en la discoteca. Mi princesa besando a otro hombre. Me hizo volverme loco. Perder los papeles. Era consciente de que la había cagado, me arrepentía de cada una de las palabras que le dije a Ana. Pero ya era tarde, había echado a perder mi historia con la mujer más preciosa que existía en la faz de la tierra.
Estaba intentando ordenar mis pensamientos cuando tocaron a la puerta.
Edu:
- Hola colega. Ya estas más tranquilo?
Pablo:
- Pasa hermano. Si ya más tranquilo.
Edu:
- Se te fue la olla tío, tienes que controlarte.
Pablo.
- Lose Edu, pero es que me da tanto miedo perderla que perdí los papeles. La vi ahí besándose con ese gilipollas y la ira invadió mi cuerpo.
Edu:
- A ver hermano, te voy a contar todo lo que ha pasado, todo lo que se. He estado hablando con Silvia, ya sabes que entre Ana, Silvia y yo no hay secretos. Y te lo voy a contar todo para que veas que la has cagado, pero también para que luches, para que luches por ella, porque se lo merece. Y tú también. Ana es una tía espectacular, crees que ya lo sabes pero cuando la conozcas aun más, no vas a poder vivir sin ella.
Pablo:
- Edu nunca había conocido una chica tan especial como ella. Hace que me levante por las mañanas con ganas de vivir, porque sé que la veré, que miraré esos ojos tan preciosos y besaré esos labios que me saben a caramelo.
Edu:
- Pues eso no es nada amigo, espérate a conocerla del todo. Por eso te voy a contar con detalle todo lo que ha pasado y que tú desconoces, para que luches, para que luches por ella. Por vuestro amor.
Pablo:
- Dispara. Estoy preparado.
Edu:
- A ver Pablo. Cuando discutisteis en el pasillo y te fuiste Ana se fue a su habitación, no paraba de llorar y te escuchaba como estabas destrozando la habitación, en un momento dado se le cruzaron los cables y se fue a la habitación de Hugo. Se acostó con él.
Pablo:
- No jodas tío. Se ha acostado con él?
Edu:
- A ver escúchame, no saques conclusiones precipitadas. Tú no te escuchaste como le hablaste, le faltaste al respeto de una forma brutal. Ostia Pablo le llamaste puta delante de todos los compañeros. Tú sabes la humillación que es eso para una mujer. Es lo peor que le puedes decir, hacerle sentir como un objeto. Por eso te dije que o parabas o te paraba.
Pablo:
- Tienes razón Edu, no va a haber una próxima vez, pero en el hipotético caso de que pasara, dame un puñetazo que no me pueda levantar del suelo.
Edu:
- Te conozco hermano y sé que no va a ver una próxima. Le has visto las orejas al lobo y todos los tíos las tenemos que ver para espabilar, da gracias a que lo has hecho pronto.