Compre la revista y me di la vuelta en dirección a mi casa, ya no me apetecía ir al parque, solo quería llegar a casa y romper algunas cosas, aunque claro tenía que contenerme porque estaba la niña. Que por cierto no se entero de nada de lo que estaba ocurriendo, ella estaba jugando en el carro con su peluche.
Andaba tan rápido hacia casa que no sé como Joana no se mareo con tanto giro brusco. Llegamos a casa y la niña se fue a jugar a su cuarto, además le puse los dibujos un poco alto para que no nos escuchara hablar. Cerré su puerta y me fui al salón.
Cogí la revista y la volví a mirar, no me lo podía creer.
Ana:
- Es que no me lo puedo creer Pablo, de verdad que no.
No podía parar de gritar y moverme de un lado para otro, con la revista en la mano.
Pablo:
- Ya lo sé Ana, esta vez se han pasado.
Ana:
- Es que tendría que haber un límite sabes? Y desde luego estas fotografías estarían muy lejos de ese límite.
Pablo:
- Joder Ana son unos cabrones, tu sabes lo que nos espera después de estas fotografías?
Ana:
- Claro que lo sé Pablo, no van a dar por todos lados. Pero a mi muchísimo más que a ti. Porque esto es así y me van a dar por todos los putos lado.
Pablo:
- No conoces a nadie de la revista?
Ana:
- Si que conozco pero qué coño quieres que haga si la tirada ya se ha publicado? Ya está en todo el puto país.
Pablo:
- Cariño tranquilízate.
Ana:
- No puedo Pablo, no puedo. Esto lo va a ver mi familia.
Pablo:
- Ya lo sé cielo pero tenemos que calmarnos porque asi no solucionamos nada.
Ana:
- Mis padres van a flipar.
Pablo:
- No pienses en eso princesa.
En ese momento no pude más y rompí a llorar, Pablo enseguida vino a abrazarme y yo me derrumbe en sus brazos. Intentaba tranquilizarme pero no podía, aunque la verdad es que en su pecho me sentía mucho más protegida.
Estaba intentando calmarme cuando sonó el timbre.
Ana:
- Perfecto.
Fui a la puerta y la abrí. Eran Anna y Marc. Anna me miro con cara de que ya se había enterado de lo que pasaba, de hecho llevaba la revista en la mano. Aun desde la puerta comencé a llorar otra vez.
Anna:
- Tranquila cariño, no llores. Joder mira que sabía que ibas a estar así. Tranquilízate por favor.
Entraron en casa y nos sentamos todos en el sofá. La niña seguía viendo los dibujos.
Marc:
- Hemos visto la revista cuando hemos bajado a desayunar, y hemos flipado en colores. Vosotros como estáis?