La Quinta Merodeadora

Seran unas vacaciones geniales

- Vale James tu y Sirius en tu cuarto, Remus y Peter en el cuarto de la derecha y tu ------- en la de la izquierda.- Dijo la señora Potter.

- Genial gracias señora Potter.- Dijimos todos menos James.

- Señora Potter le importaría que fuéramos a ver mañana a mi prima a su casa es que mis padres no me dejan ir y hace tiempo que no veo a mi sobrina.- Dijo Sirius.

- Claro por supuesto.- Dijo la madre de James.- Y por favor llamen nos Dorea y Charlus.- Dijo ella. Cenamos y nos quedamos hablando en el cuarto de James.

- Porque tus padres no te dejan ir a ver a tu prima?- Le pregunté a Sirius.

- Porque son idiotas y como mi prima se a enamorado de alguien que mi familia no aprueba la han repudiado. Pero yo la adoró es genial no se nota que es hermana de Narcisa y Bellatrix.- Dijo Sirius.

- Si es su hermana habrá pasado un infierno.- Dijo Remus. Sirius río.

- A mi me lo hacen pasar y soy su primo así que.- Dijo Sirius.

- Sabes que tu hermano va mucho con ellos?- Me preguntó Peter siempre tan oportuno.

- Si lo se tenías que sacar el tema Peter. No entiendo como se enfada con migo por ir con vosotros y va con ellos. Es insoportable.- Dije molesta.

- Toda la razón es tan Quejicus.- Dijo Sirius haciéndome reír.

- Menos mal que estas fiestas he decidido iré con vosotros las vacaciones en mi casa son muy aburridas. Menos cuando esta Lily.- Dije yo.

- Al a tu hermano le mola Evans que interesante.- Dijo Sirius.

- Eso no me gusta nada.- Dijo James molesto.

- Cambiando de tema.- Dije yo cansada de hablar de Severus.

- Sabéis mi sobrina es Metamorfomaga como su padre tiene seis
años y su nombre es Nymphadora pero llamen la Dora si no se quieren ganar que deje de hablarles una semana a mi me lo ha hecho.- Dijo Sirius rescatando me de lo incómodo que era hablar de mi hermano.

- Que dulce y tan rebelde como su tío.- Dije yo haciendo que todos rieran menos Sirius.

- Me las vas a pagar Snape.- Dijo y se tiro encima mía haciendo me cosquillas.

- VALE PARA SIRIUS YA AYUDA REMUS.- Dije riendo me. Remus vino y ayudo a Sirius. Estuvieron así un rato y cuando sintieron un poco de compasión me soltaron.

- Os odio a los dos.- Dije molesta.

- No es cierto nos amas.- Dijo Sirius.

- Eres arrogante a más no poder. Pero es verdad.- Dije yo.- Creo que me voy a dormir.- Dije levantando me.

- Buenas noches.- Dijeron todos. Al llegar a mi habitación me puse el pijama y me dormí enseguida.

Al día siguiente un molesto rayo de sol me despertó. Me vestí con unos vaqueros negros una camisa azul oscura y unas zapatillas del mismo color. Oí que alguien llamaba a mi puerta.

- El desayuno esta listo dormilona baja.- Dijo Sirius al otro lado de la puerta.

- Ya voy.- Dije y salí. El se me quedo mirando un instante y bajo yo lo seguí. Abajo había una mesa llena de comida.- Serán unas vacaciones geniales.- Dije emocionada.