Un deseo.

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Narra Sirius:

- Puedes ser buena y pedirme algo con lo que los dos disfrutemos.- Digo sonriendo.

- Tú que opinas James?- Pregunta pensativa.

- Se merece un buen castigo por dudar de mi.- Dice serio.

- Hay es que no se me ocurre ninguna forma de humillarlo. Es tan complicado.- Dice derrotada en el sofá.

- Entonces qué es lo que más deseas amor?- Digo para tratar de ayudarla. Se queda pensando unos segundos y se pone roja.

- Creo que voy a dar una vuelta.- Dice antes de levantarse y salir por el cuadro.

- Que raro.- Dice Remus.

- Sí, ella no suele ponerse tan nerviosa por nada.- Digo pensando. Entonces Lily comienza a reírse.- Qué tiene tanta gracia futura señora de Cornamenta?- Pregunto algo confuso. Ella olvida el mote y sigue riendo.

- Pensaba que tenías una mente más abierta Sirius. Qué pensarías tú si te dijeran que es lo que más deseas hacer con Lizie?- Pregunta divertida, entonces caigo en la cuenta.

- Ahora vuelvo.- Subo a la habitación a echar un vistazo al mapa. Cuando veo que mi novia se dirige a la torre de astronomía vuelvo a bajar.- Si mee necesitan estaré ocupado con cierta apuesta.- Digo saliendo por el cuadro yendo casi corriendo a la torre. Cuando llego la encuentro en el borde mirando el paisaje me acerco poco a poco y rodeo su cintura con uno de mis brazos mientras cubro sus ojos con mi mano.

- Oye Sirius no tiene gracia.- Dice un poco molesta, comienzo a besar su hombro y su cuello.- Más te vale quitar las manos de encima mía.- Dice un poco divertida.

- Los dos sabemos que te has ido corriendo porque me has imaginado sin ropa haciendo cosas indecentes contigo.- Digo contra su cuello.- O me equivoco?-

- Sí estás muy equivocado.- Dice tratando que la suelte. La dejo suelta y se gira a mirarme. Me besa con ternura.- Lo siento mucho pero es que he pensado en mis padres.-

- O tranquila, no tienes que sentir vergüenza es normal saber de donde vienes.- Digo tratando de calmarla.

- El problema es que ya lo sé ayer recibí una carta de la señora Snape, venía con una carta que mi madre me escribió.- Dice sacando un papel de su bolsillo.

- Puedo?- Pregunto ella asiente. Y comienzo a leer

Elizabeth

Mi pequeña niña lo primero que tienes que saber es que te queremos mucho. Tu padre no sabe que estoy escribiendo esto cree que es lo mejor si te dejamos con mi amiga aunque no estoy de acuerdo ella esta casada con un muggle. Pero supongo que es la mejor opción hemos decidido seguir a nuestro maestro y no queremos que algo malo te suceda por culpa de eso. El señor tenebroso va a alzarse y cuando eso suceda y venza a todos los traidores dominará el mundo mágico. Entonces te encontraremos y te unirás a nosotros. Hasta entonces recordaré tu cara angelical de niña buena. Si estás leyendo esta carta es que ya tienes 17 años y es tu último año en Hogwarts espero que hayas disfrutado de tu tiempo en la escuela. No me cabe duda de que has sido una gran aportación para la casa de Slytherin. El día en que te vuelva a ver será el momento más feliz de mi vida. Te quiere tu madre.

Margarett Right

Le devuelvo la carta.

- Eso es algo que nunca habría esperado.- Digo un poco sorprendido. Ella solloza y se aparta de mí.

- No me lo puedo creer mis padres son leales servidores del señor Tenebroso.- Dice con la voz temblorosa. Vuelvo a abrazarla.

- Eso da igual eres la misma de siempre sigues siendo maravillosa.- Digo para que se calme. Hago que me mire a los ojos.- Yo tengo muchos mortífagos en mi familia. Eso hace que me veas mal?- Ella niega enseguida.- Eso es porque nuestra familia no nos define somos quienes decidimos, si fuese por mi familia tendría que casarme con alguien de sangre pura aburrida y remilgada con la cual no podría estar ni diez minutos. Pero yo te quiero a ti.- Digo sonriendo. Le doy un tierno beso en la frente.

- Técnicamente ahora soy una sangre pura como tú.- Dice en un susurro.

- Es verdad vamos a contárselo a mi madre a ver si ahora desaprueba nuestra relación.- Digo divertido, ella ríe un poco.- Eso era lo que yo quería.-

- Sirius.- Dice un poco más seria.

- Qué preciosa?- Pregunto sonriendo.

- Por favor no se lo cuentes a nadie.- Dice mirando a sus pies.- No quiero que me miren diferente.- Levanto su cabeza por su mentón.

- Como quieras jamás se lo diré a nadie.- Digo serio. Ella deja la carta en el suelo y yo saco la varita.- Incendio.- Se prende en llamas.- Nunca nadie lo sabrá.

Ey cuanto tiempo bueno pues tachan pasado turbio desvelado. Me encanta hasta pronto.

Sirius: Les pido que no sean crueles con la escritora a tenido muchos problemas y no puede estar pendiente de mí todo el tiempo. Aunque no entiendo porque si soy el mejor. Bueno adiós. Y si me aprecian voten y comenten.

               

La Quinta MerodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora