Quidditch ( Primer partido)

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Después de eso nos concentramos en las pruebas de quidditch porque faltaba poco. Mis padres me mandaron por correo una escoba parecía fiable, la probé y iba genial era bastante rápida. A James le regalaron una escoba nueva muy exclusiva. Y a Sirius sus padres no le dieron nada y MacGonagall le regalo una escoba increíble y bastante buena. Llego el día de las pruebas y los tres pasamos. Era teníamos el primer partido contra Slytherin mañana habíamos entrenado mucho y yo no me lo creía. Casi no dormí esa noche pero eso daba igual. Llego la hora del partido y la verdad los Slytherin estaban algo agresivos pero gracias a mi y al otro golpeador no hubo bajas, James iba a atrapar la snitch y vi que un Slytherin golpeo una bludger con todas su fuerzas en dirección a Sirius que estaba distraído corrí a detenerla pero me golpeo el brazo y me dolió muchísimo entonces oí un pitido y baje rápidamente de la escoba me dolía mucho el brazo. Sirius corrió hacia mi y lo examinó.

- No deberías haberlo hecho.- Dijo el con lastima.

- Y dejar que te dejaran aun más feo de lo que estas no seria buena amiga au.- El río. MacGonagall y el resto del equipo corrieron hacia nosotros.

- Deja me ver eso.- Dijo la profesora examinando mi brazo me queje por el dolor.- Parece que esta roto te llevaremos con Madam Pomfrey.- Finalizo Sirius me cogió en brazos.

- Me duele la mano no la pierna puedo caminar.- Dije algo incomoda aunque se sentía bien.

- Deja que te cuide fue culpa mía.- Dijo el iba a discutirle pero es muy testarudo así que. Al salir del campo vinieron Peter, Remus Lily y Severus (que miro mal a Sirius porque me llevaba en brazos). Llegamos y Madam Pomfrey dijo que esta demasiado mal para repararlo con magia y que estaría un mes con el brazo escayolado. Eso era un fastidio era mi brazo derecho. No podría escribir ni jugar y la izquierda era complicada para hacer hechizos.- Lo siento mucho.- Dijo Sirius muy apenado.

- No te castigues no fue culpa tuya vale, fue esa serpiente. Solo cumplía mi obligación.- Dije para tranquilizar lo. El me sonrió.

- Si necesitas algo lo que sea lo tendrás te vamos a cuidar.- Dijo Remus.

- Si aprovecha lo Nevada te daremos cualquier capricho.- Dijo James.

- Ahora podremos firmar te en el brazo.- Dijo Lily ilusionada.

- Eso es una gran idea pelirroja.- Dijo James. Todos cogieron sus varitas y firmaron en mi brazo con cuidado para no lastimar me. James puso " Tranquila que vengaremos esta perdida atentamente James Potter" Remus escribió " Lo bueno de esto es que vas a sacar mucho chocolate, tu mejor amigo Remus Lupin" Peter simplemente firmo, Lily puso " Ahora sabes porque yo no juego al quidditch más te vale mejorar, tu amiga y confidente Lily Evans." Sev escribió " Hermanita sabes que me tienes para lo que quieras, tu hermano favorito" y firmo y el último fue Sirius " Querida Nevada si te crees que te voy a dejar mover un dedo estas muy equivocada te cuidare siempre, te quiere Canuto" esta fue la que más me gusto también me la decoraron con dibujos para que quede mejor aunque dejaron mucho espacio por si alguien más quería firmar. Tenia que pasar la noche en la enfermería todos se fueron a dormir a regañadientes. No podía dormir y recibí una inesperada visita.

- Señorita Snape no la habré despertado?- Dijo Dumbeldore entrando.

- Que va profesor cuesta un montón dormir así.- El sonrió.

- Solo quería felicitarla por lo que ha hecho hoy a sido muy noble digno de un Gryffindor.- Dijo el.

- Gracias profesor solo cumplí mi obligación como golpeadora nada más. He conseguido que todos mus amigos se preocupen por mi muchísimo.- Dije señalando las firmas en mi brazo.

- Ya veo le importa que firme yo también.- Dijo él.

- Claro como no.- Dije yo. Firmó con iniciales A.D. y un símbolo raro *las reliquias de la muerte*.

- Bueno la dejare descansar. Y señor Black esta vez lo pasaré por alto pero es la última vez.- Dijo antes de salir por la puerta. Entonces Sirius salio de la capa de invisibilidad y se acercó a mi cama.

- Cómo narices me pudo pillar ese viejo chiflado.- Dijo algo molesto.

- No lo llames chiflado. Es el director y tu eres muy previsible. Que haces aquí?- Dije yo.

- No podía permitir que pasarás la noche sola en la enfermería.- Dijo el sonriendo. Se transformo, subió a mi cama y nos dormimos abrazados.

La Quinta MerodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora