Capitulo 20

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-¿Quieren decirme algo? -pregunto Claudio-.

-Primero que todo, no se los cuentes a los Grey. -dijo Jamie-.

-No se preocupen que no se los contare, de eso pueden estar tranquilos. -dijo-.

Me salio un suspiro de alivio y sentí como mi cuerpo se relajaba un poco, solo porque si se enteraban los demás se formaría un gran lió. Si llega a suceder algo entre Jamie y yo, prefiero que sea contado por los dos que por otra persona. 

-Pero al fondo de guardar esto, vas a pedir algo no? -dije, y vi como Claudio sonreía-.

-Lo sabia. -dijo Jamie-.

-¿Que es lo que quieres? -dije-.

-Lucia. Quiero estar con Lucia, ella me gusta mucho. -dijo Claudio-.

-Are lo que pueda. Pero tu también tienes que poner de tu parte en todo esto y si no resulta hay no seria mi problema. -dije-.

-Si, lo se . Creo que necesitare consejos tuyos, ya que eres mujer y es tu amiga... No soy muy bueno para este tipo de cosas. -dijo-.

-Ok. -dije-.

-Agradezcan que aparecí yo, porque tu hermano quería venir por ti. Por suerte le dije que yo le ayudaba y lo mande hacia el otro lado de la casa. -dijo-.

-¿Cómo sabias que estaríamos acá? -dijo Jamie-.

-Los vi venir hacia acá y porque conozco a mi hermano. -dijo Claudio-.

-A veces eres muy antipático. -dijo Jamie-.

-Pero me amas hermanito. -dijo-.

-Si, como sea. -dijo Jamie, para luego irse-.

-¿Qué dije de malo? -dijo Claudio-.

-No tengo idea campeón. -dije alzando los hombros-.

-sera... -estaba diciendo-.

-Así que Lucia. -dije con una sonrisa picara en mi cara-.

-Si, pero que quede entre los dos. -dijo-.

-No te preocupes. De mi no saldrá nada. Ahora soy cupido entre Lucy y Lucas, y entre Lucia y tu. Así que si no te molesta iré a buscar mi traje de Señorita cupido. -dije saliendo de la sala de entrenamiento-.

-¿Disfraz de señorita cupido? -pregunto Claudio siguiéndome-.

-Es una broma, en primer lugar no tengo uno porque es horrible y segundo puedo hacer este trabajo sin disfraz y solo con el nombre, solo que nadie sabrá que ese es mi nombre cando haga mi trabajo. -dije, dirigiéndome hacia el living-.

-Okey. Así que Lucas y Lucy ¿Eh? -dijo Claudio-.

-Si, pero no se lo digas a nadie. -le dije amenazante, a lo que el hizo un gesto con su mano en su boca como si fuese un cierre-.

Bajamos las escaleras de lo mas normal, mientras Claudio hacia cosas chistosas y yo me reía. Vi que estaban todos menos Jamie y Lucas. Lucas debe seguir buscándome y Jamie se debe haber encerrado en su habitación. Me iba a dirigir a la cocina, cuando sentí que un Mamut aterrizo arriba mío. 

-¡Ayuda! ¡Un Mamut cayo arriba mio! -grite-.

-Idiota soy solo yo. -dijo Lucas-.

-Perdónenme Señores y Señoritas Mamuts era solo Lucas, no quería ofenderlos. - dije-.

-¡Oye! -dijo mi hermano-.

-¿Qué? Es verdad. -dije-.

-Ahora dime querida hermana. ¿Qué es lo que quería hablar contigo Jamie? -dijo haciéndome una palanca para que no me escapara-.

-¿Que te importa? No todo lo que hablen conmigo los demás lo tienes que saberlo tu. -dije ya fastidiada-.

-Lucas. Suelta. A. Tu. Hermana. -dijo mi mama enfadada-.

-Pero mamá. -protesto Lucas soltándome-.

-No Lucas. Tiene razón lo que dice tu hermana. Tu y tu padre tienen que dejar de estar encima de ella por lo que hace o no hace, de que si se le acerca un chico a ella lo espanten o que si habla en privado con alguien con ella ustedes también lo tienen que saber. Ella tiene derecho a tener sus secretos, a salir con quien ella quiera y a tener su espacio como ustedes también lo tienen. -dijo mi madre con el mismo enojo o un poco mas-.

-Cariño, lo hacemos para que no le pase lo mismo. -dijo mi padre, mientras mi hermano asentía-.

-Si no quieren que le pase lo mismo, tienen que dejarla tranquila, como ya se los dije. Ella se sabe defender perfectamente. A demás se que ella no dejara que pase eso de nuevo. -dijo mi madre-.

-Pero... -estaba diciendo mi hermano, cuando lo interrumpí-.

-¡Ya basta! -grite- Tiene razón mi madre, déjenme en paz. Puedo rea-ser mi vida después de lo que paso, no puedo echarme a morir después de todo. No por ustedes voy a vivir casi encerrada sin hablar con alguien o cualquier cosa así. ¡Déjenme hacer mi vida por Dios! -dije, hasta entonces me di cuenta que todos me miraban atentamente y que había comenzado a llorar-.

Me cargaba llorar al frente de todo el mundo, tenia que ser una persona de muy buena confianza para que llorara al frente suyo. Me dirigí a la escalera y choque con un hombro, lo mire y era Jamie. Comencé a correr escalera arriba hasta que llegue a mi habitación, me encerré y me tire a la cama a llorar descontroladamente. Por lo que paso por mi ex novio, por que mi padre y mi hermano no me dejaban tranquila en ningún momento, era como que estuviesen encima de mi todo el tiempo.

Después de 30 minutos aproximadamente sentí que tocaban la puerta, no le preste atención porque no quería hablar con nadie, no tenia ganas de hablar, solo de quedarme ahí sin hacer nada. Pero seguían insistiendo e insistiendo "Vete, no quiero hablar" grite a quien quiera que estuviese detrás de la puerta. 

-So, soy yo. Abre. -dijo-.

-Vete Jamie. -dije-.

-Vamos abre esta puerta cariño. -dijo-.

-Déjame sola. -le grite atragantandome con mi propio llanto-.

Seguimos en esa discusión como 5 minutos mas, quería estar sola ¿o era muy difícil de entender? La verdad creo que si, porque el cabeza dura seguía luchando para que yo abriera la puerta.

-Si no abres te juro que tirare al suelo la puerta o entrare por la ventana, tu eliges. -sentencio Jamie-.

-Esta bien. -dije tratando de parar un poco las lagrimas que no paraban de salir-.

Me levante lo mejor que pude, fui y saque el pestillo a la puerta. "Sierra la puerta con pestillo" murmure y me volví a tirar en mi cama boca abajo sin importarme si le había dejado un poco de espacio a Jamie. Sentí un peso a un lado de mi, vi que se acostó y me abrazo para que yo apoyara mi cabeza en su hombro, cosa que hice mientras lloraba como María Magdalena. 

-¿Quieres hablar de lo que paso? -dijo Jamie-.

-No, ahora no. -dije-.

-Bueno. -dijo, mientras seguía haciéndome cariño en la cabeza-.

Me hizo reír lo mas que pudo para que parara de llorar, hasta que me quede dormida en su hombro. No me di cuenta en que minuto paso, solo se que me comenzaron a pesar los ojos, los cerré y me quede dormida.

Jamie...!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora