Capitulo 19

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Al otro día cuando desperté hice mi cama, me duche y vestí. Cuando termine de arreglarme un poco el cabello decidí bajar a desayunar, vi que todos ya estaban desayunando y muy concentrados haciéndolo, con sus celulares en mano. Así que pensé en hacerles una pequeña broma, retrocedí despacio y fui a buscar mi hermosa y amada bocina para bicicletas.

Cuando volví a llegar a la cocina todos seguían en lo mismo, así que no perdí mas tiempo y apreté la bocina y vi como todos saltaban asustados por el ruido. Comencé a reírme mucho, mientras todos me miraban mal.

-¡Vamos! No me miren así, saben que me aman. Y lo hice porque es el desayuno y estaban todos pegados en los teléfonos. No los veía moviendo sus mandíbulas aparte de masticar. -dije-.

-Ja-Ja. Que gracioso. -dijo Jamie-.

-Para ustedes no fue gracioso, pero créanme, para mi si lo fue. -dije-.

Jamie iba a hablar, pero los cuatro adultos de esta casa habían aparecido. Se les veía que querían reír pero se lo estaban aguantando. 

-Fue muy divertido So. -dijo la Sra. Campbell-.

-¿Ustedes sabían y no nos dijeron? -dijo Claudio-.

-¿No que era algo urgente que tenían que hablar? -dijo Lucas-.

-Yo los llame y les pedí que les dijeran que era algo muy importante que tenían que hablar entre los cuatro, porque no quería que supieran que era yo la que estaba llamando. O si no sospecharían algo. -dije-.

Después de eso hice mi desayuno y todos desayunamos en paz, al principio los tuve que obligar a dejar el celular a un lado. Conversamos sobre lo sucedido anoche y sobre otras cosas sin importancia.

Descanse un poco el estomago, para poder digerir todo lo que había comido, para que comenzáramos a ver lo del auto. 

-So, puedes venir un poco. -dijo Jamie-.

-Ven tu. Estoy viendo la tele. -dije-.

-Es un tema entre tu y yo. No creo que a los demás les interese. -respondió el-.

-De hecho a mi si me interesa. -dijo Lucas-.

-No Lu a ti no te interesa. -dije, ya que el y papá me tenían harta con su sobre protección hacia mi-.

-So. -me dijo mi hermano en tono de advertencia-.

-¡Cállate!No te quiero escuchar. -dije-.

Antes de que me pudiera hablar, comencé el camino detrás de Jamie y le mostré mi dedo del corazón a Lu.

No entendía por que Jamie se dirigía a la sala de entrenamiento, pero sin protestar lo seguí. No sabia que era lo que quería hablar conmigo a solas, pensé que no debería ser tan importante, pero no me preocupe. Jamie me abrió la puerta para que yo entrara, cosa que hice. Y sin darme cuenta Jamie me estampo contra la pared sin que yo me diera cuenta, quedando muy cerca de mi.

-Jamie, deja tus chistes y aléjate de mi zona personal. -le dije-.

-Creo que no puedo. -dijo-.

-¿A no? ¿Quieres ver como te alejas? -dije, pero antes que pudiese hacer cualquier movimiento, el me lo impidió-.

-So, lo que yo quiero, se que también tu lo quieres. -dijo disminuyendo la distancia entre nosotros-.

-¿De esto es lo que querías conversar? -dije-.

-La verdad es que si. -dijo, y la verdad es que hace mucho que quería darle un beso-.

-Bueno, que pena por ti, porque no soy una zorra que te puedes agarrar en cualquier minuto. -dije-.

-¿Eso es lo que piensas? -dijo con una sonrisa acercándose un poco mas a mi, poniéndome mas nerviosa, lo bueno es que no lo demostraba-.

-La verdad es que si, así que mejor inténtalo con otra, porque no soy desechable como algunas chicas-.

-Querida, no quiero desecharte. -dijo-.

-Entonces demuéstralo, porque así no lo estas haciendo. -le dije-.

Lo empuje para salir de la cárcel de su cuerpo, pero el fue mas rápido y me agarro de los brazos poniéndolos sobre mi cabeza, volviéndome a dejar estampada en la pared. Trate de zafarme de su agarre pero no pude, ya que el se apoyo un poco sobre mi dejándome sin salida. En ese minuto nos miramos a los ojos como retándonos a algo, la verdad no se a que pero era como un reto de miradas y no pensaba dar mi brazo a torcer, aunque me moría por probar esos labios.

-Pienso y quiero demostrártelo, pero por favor... -dijo-.

Miro mis labios y comenzó a acercarse, pero cuando los estaba rozando se quedo ahí como pidiendo permiso para continuar. No quería seder, pero estaba a punto de lanzarme a sus labios. Jamie me miraba de los ojos a los labios y no sabia si era bueno o malo. 

Hasta que no aguante mas y me lance a sus labios, fue un solo toque el que le di antes de retroceder, el me miro un poco atónito antes de reaccionar y tirarse a mis labios, le acepte con gusto el beso. Sabia muy bien, sus labios eran muy suaves y carnosos. Lo abrace por el cuello y comencé a juguetear con su pelo. El me abrazo por la cintura atrayendo mi cuerpo al suyo. Perdí la noción del tiempo y no me importo que si nos pillaban y le contaran a mi hermano o peor aun a mi padre matarían a Jamie y me mandarían a una escuela de monjas.

De un momento a otro sentí que cerraban la puerta y se aclaran la garganta, nos separamos de golpe y miramos desde donde venia el sonido. La verdad es que me asuste mucho, porque en los oídos equivocados podría quedar la grande, sentí que me congele del puro susto, peor menos mal que no era nadie de mi familia si no que se trataba de uno de los Campbell. 

De Claudio...


Jamie...!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora