Ya han pasado dos semanas y ya habíamos decidió que nos iríamos a vivir al instituto, mientras arreglábamos el instituto entre todos por turnos, entrenábamos y salíamos a las calles "de cacería" como decían los chicos.
Nos estaban enseñando a como utilizar las armas contra los demonios, aunque no eran tan diferentes con respecto a las que ya sabíamos ocupar y a pesar de eso costaba mucho mas aprender a utilizarlas. Nos enseñaban a como forjar las armas y como hacerlas funcionar contra los demonios. En un momento me daba miedo el salir armados a la calle, por el simple hecho de que los humanos nos vieran con ellas, pero los hechiceros nos ayudaban con eso ya que ponían en ellas un hechizo para que fuesen invisibles a los ojos humanos.
Pensaba en la gran posibilidad de vivir con todos los que quería en un mismo lugar, aunque estuviésemos con una lucha contra los demonios y uno que otro problema prefiero verle el lado bueno a las cosas.
Por otro lado, extrañaría la libertad de mi hogar y lo sabia por el simple hecho de que ya había ido al instituto a ayudar con los arreglos y mejoras que había que hacerle en barios sitios, también porque nuestros padres nos han contado algunas de sus historias y gracias a eso te podías hacer una imagen de como seria.
Gracias a toda la ayuda que se ha hecho para poder avanzar y terminar luego nos iríamos mas luego que tarde. Ya hemos avanzado con lo que es guardar nuestras cosas personales para llevarlas al instituto, obviamente las que no ocupáramos a diario. Las cosas de la casa que son de uso común también se irían con nosotros por el simple hecho que los necesitaríamos para la decoración.
-¿No ocuparas ninguno? -me pregunto Jamie mientras guardaba mis libros para matar el tiempo.
-No creo que me los lea todos. Aun que si me dan ganas de leer alguno lo sacare pero, ya deje uno afuera por mientras. -dije apuntando a la mesita de noche.
-¿Quieres que te ayude?
-Bueno, ¿me puedes traer el resto que queda en la repisa?
Sin protestar fue dejándome los libros en el suelo a mi alrededor, mientras yo seguía sentada en posición india con unas cajas frente a mi en el medio de la habitación. No tenia ganas de ocupar la velocidad de un vampiro, ya que lo único que quería era matar el tiempo.
Jamie dejo la ultima pila de libros a mi lado izquierdo y se sentó al otro lado mio mientras tomaba una caja y me ayudaba a guardar.
-Pensé que duraríamos mas tiempo en esta casa. -dije mirándolo.
-Yo igual, pero tienes que admitir que muchas veces se nos hace chica y me refiero a cuando vienen los chicos aquí es como su segunda casa. Y puede ser quizá que inconscientemente nos sintamos mas seguros cuando estamos juntos. -dijo Jamie tomándome la mano.
-Una de las ventajas para el instituto. -dije.
-Otra es que por fin podremos tener nuestra habitación compartida.
-Si, pero eso ya lo hemos estado haciendo.
-Punto para ti pero diciendo, ¿Hoy dormimos en tu habitación o en la mía? Esta seria la definitiva con todas nuestras cosas mezcladas. -dijo Jamie.
-¿Cómo reaccionara mi padre al saberlo? -pregunte.
-No me digas que le sigues teniendo miedo por eso.
-Para nada, solo que quiero decirle para ver su reacción y reírme un rato.
-¿Y por qué no lo hacemos ahora? -pregunto.
Y antes de que pudiese decir nada, Jamie velozmente termino de guardar lo que quedaba de los libros, me ayudo a pararme y bajamos a la sala de estar donde estaban mis padres, llamamos al resto de las personas de la casa para conversar sobre algunas dudas y de como dormiríamos en el instituto.
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Jamie...!
FanfictionSofía Grey, una chica muy divertida y con gran empeño por hacer lo que se propone... Lo que no pensó fue que al cambiarse de colegio con su hermano mellizo Lucas, conocería a Jamie Campbell, un chico con un excelente físico, pelo largo y rubio, y de...