-Max dejame en paz, no tenemos nada de que hablar. -dije en tono amenazante, tratando de zafarme de su agarre haciéndome la blanducha.
-No, hablaremos aquí y ahora.
No respondí nada, ya que logre darle una patada en sus partes bajas y me dirigí a la puerta del piloto de mi auto, pero no alcance a hacerlo ya que cuando vi a Max venia caminando rápido hacia mi con la misma expresión en la cara de cuando me golpeo. Así que en la desesperación salí corriendo lo mas rápido que pude con el tras mio y gritándome que dejara de correr.
Cuando di vuelta en una esquina caí de rodillas y palmas al suelo por un desnivel que había, me pare lo mas rápido que pude y seguí corriendo, hasta que encontré un callejón para poder esconderme. Por suerte Max no me vio que me escondí en el callejón y paso corriendo por fuera del callejón, cuando vi que estaba muy lejos corrí hacia mi auto y entre en el a toda velocidad saliendo disparada en dirección a casa, tuve que poner el gps para poder salir del lugar y no perderme.
Pare en una gasolinera bien lejana y en un lugar ya conocido para poder tomar un respiro, cuando me bajo la adrenalina me comenzaron a arder las rodillas y las palmas de las manos. Vi que los jeans estaban todos rasgados, con las rodillas todas rasmilladas y en las palmas de las manos mas tenia igual, pero con pedazos de cristales incrustados. En lo único que pensé fue en llegar a casa y abrazar a Jamie, no se como en tan poco tiempo nos hemos vuelto tan cercanos y hemos llegado tan lejos.Cuando llegue a casa lo único que hice fue correr a la habitación de Jamie y despertarlo.
-So son las 03.30 de la mañana, ¿qué sucede? - pregunto con los ojos cerrados y haciéndome un lado para que me acostara.
-Ayúdame. -dije con la voz temblorosa.
-¿Estas bien? -pregunto levantándose de la cama de un salto, mirándome a los ojos.
-No. -dije mientras comenzaba a llorar, mientras el me abrazaba.
Cuando me pude calmar le conté lo que paso, pero cuando me vio las rodillas y las manos casi se les salen los ojos de las órbitas, se notaba que estaba molesto por lo que paso con Max, por las dos situaciones. Tener que trabajar con el y que me haya seguido y hiciera que me pasara esto.
-Ven, siéntate. Te ayudare a sacarte esa ropa y ponerte algo mas cómodo. -dijo serio.
Me ayudo a sacarme los jeans y la polera que estaba con mucha sangre y me puso una de sus poleras que me llegaba hasta la mitad de los muslos. Después de eso me tomo en brazos para llevarme a la sala de entrenamiento, lo cual trate de evitar pero en vano. Fue a despertar a los chicos, menos a Lucas.
-So por Dios, ¿qué paso? -dijo Camila y Simon al mismo tiempo.
-Me puedes explicar quien le hizo esto a mi cuñadita. -dijo Caludio sentándose a mi lado, mientras los hermanos Grown se sentaban a mis pies mirandome.
-Creo que lo voy a contar cuando me ayuden con esto y mi auto. -dije.
-¿Qué le paso a tu auto? -dijo Jamie mirándome preocupado con el botiquin que había en la sala de entrenamiento en una mano.
-Nada, solo que quedo el manubrio con sangre por mis manos. -dije.
-Simon y yo limpiaremos tu auto, mientras estos dos te limpian las heridas, así te cicatrizaran mas rápido, cuando subamos te traeremos una bolsa de sangre, así mas rapido y nos contaras que coño sucedio. -dijo Camila.
-Gracias chicos. -dije.
-No digas estupideces. -dijeron todos al mismo tiempo, a lo que yo reí y cuando mire a Jamie me miraba con cara de no es gracioso.
Mientras Claudio se sentaba a mis pies para verme las heridas de las rodillas, mientras Jamie me veía las manos, me asacaba los cristales de las manos con cuidado tratando de no hacerme daño. Me quede mirando a Claudio mientras terminaba de tirar la gasa usada en mi a una bolsa, cuando termino miro a Jamie y luego a mi y me dijo moviendo la boca tratando de decir "Jamie te quiere de verdad", mire al chico y le respondí "lo se" de la misma forma. Comenzó a hacerme caras graciosas para hacerme reír mientras Jamie terminaba con la ultima mano.
-Claudio no hagas que se mueva que o si no no puedo hacer nada mientras ella se mueve. -dijo Jamie concentrado.
-perdón Señor. -dijo.
-Esto te dolera. -me dijo Jamie.
-¿De que hablas? -pregunte.
Cuando vi mi mano derecha había un trozo de vidrio enterrado hasta al fondo junto de bajo de mi dedo pulgar, de la única forma que se podía sacar era abriendo un poco la carne para poder agarrarlo y sacarlo.
-¿Vas a resistir? -pregunto Claudio pensando lo mismo que yo.
-Háganlo. -dije.
Mientras ellos me sacaban el cristal yo apretaba la pierna de Jamie, para amortiguar un poco el dolor y no gritar, aunque de esta sala no saliera ruido por el entrenamiento no quería correr riesgo, ya que en ese momento me di cuenta que la puerta estaba un poco junta y agradecí que estuviéramos hablando despacio.
Cuando por fin sacaron el cristal solté un quejido justo cuando entraban los chicos con 4 bolsas de sangre. Claudio le explico y ellos hicieron una mueca de dolor. Los chicos le pasaron una bolsa a Claudio y Jamie y me dejaron dos en mis piernas, apoye mi espalda en el posa brazo del sillón mientras pasaba las piernas por encima de las de Jamie. Cuando comencé a contarles lo que paso a los chicos, mientras Jamie ponía una una de sus manos en mis piernas por debajo de la palero y con la otra seguía tomando sangre. Yo sin prestarle atención, ya que estaba concentrada tomando sangre y contándoles lo sucedido, los chicos se dieron cuenta pero no dijeron nada.
Ya eran las 7.30 y nosotros seguíamos conversando de que ya de otras cosas, ya que dejamos claro que es lo que se iba a hacer y que solo se lo contaríamos a los padres de Jamie y Claudio, para que nos dijeran si era conveniente contárselo a mis padres y si estaba bien lo que habíamos pensado.

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Jamie...!
FanfictionSofía Grey, una chica muy divertida y con gran empeño por hacer lo que se propone... Lo que no pensó fue que al cambiarse de colegio con su hermano mellizo Lucas, conocería a Jamie Campbell, un chico con un excelente físico, pelo largo y rubio, y de...