CAPITULO 36

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Por suerte se habían desaparecido todas las heridas que tenia, menos la del corte de el vidrio que se me enterró hasta el fondo en la mano. Mientras los chicos se bañaban yo baje al patio donde estaban estacionados los autos con Claudio y Camila que verían unas cosas en el  único auto para las carreras  que nos quedaban, mi bello Camaro zl1. 

Mientras los chicos se dirigían al auto, yo me dirigí a mi auto para sacar mi celular, el encendedor y los cigarrillos. Fui a sentarme en los escalones de la entrada de la casa para encender un cigarrillo y entretenerme un rato con mi celular para distraerme, mientras estaba distraída en mi teléfono apareció mi hermano que se sentó a mi lado y encendió otro cigarrillo.

-¿Cómo et fue anoche? -pregunto mirándome atento.

-Bien, todo tranquilo. Obviamente Sergio me esta poniendo a prueba, pero no es nada de que preocuparse, el plan va bien. -dije mostrándome tranquila.

-que bien, y ¿qué te paso en la mano? -dijo tratando de sacarme mas información. 

-Me corte con un cuchillo tratando de cortar un tomate anoche, llegue con hambre. -dije.

-¿Y ustedes desde cuando fuman? -pregunto Jamie apareciendo de la nada.

-Cuando estoy muy estrenada o cosas así fumo, lo hago desde hace tiempo. -dije correndome un poco para que se sentara a mi lado.

-So, ¿Por qué tienes una polera de Jamie puesta? -dijo Lucas.

-Porque alguien metió mi pijama para el lavado y no encontre otro, Camila se le olvido traer el suyo. -dije prestandole poca atención- Y deja de ser tan pregunton Lucas, no por que te hable un poco significa que todo volvió a ser como antes entre tu y yo.

Mientras los otros se unían a nosotros, aparecieron los padres de Jamie con un café en sus manos para unirse a la conversación que teníamos y lo mas raro de todo es que no preguntaron como me había ido anoche, lo cual me dejo con la intriga pero preferí no preguntar nada.

Mientras todos conversábamos me di cuenta que la cajetilla de cigarrillos estaba vacía y cuando preste mas atención me di cuenta que todos estaban fumando, pensé que esto seria un sueño bastante raro para ser cierto.

Camila y Simon estaban sentados frente a mi, Jamie estaba sentado a mi izquierda, Claudio a mi derecha, Lucas a su lado y padres de Jamie estaban parados frente a nosotros. Lo que mas me parecia raro era que mis padres no aparecían. 

-Tengo dos preguntas, ¿Desde cuando los Campbell fuman? Y, ¿Donde estan mis padres? Me parecen que todavia no hayan aparecido para interrogarme. -dije.

-Nosotros siempre hemos fumado solo que no es algo que hagamos siempre, solo cuando queremos. -dijo Jamie- Y mis padres no lo hacían hace un tiempo hasta ahora.

-Lo estamos haciendo hace como una semana solo que ustedes no se fijaron. -dijo la Sra. Campbell.

-Pero Sra. Campbell si no lo hacían, ¿Por qué de nuevo? - pregunte.

-Por nervios, por todo lo que esta pasando. No es algo que te mantenga tranquilo todo el tiempo.  Y por cierto tus padres quisieron hacer el desayuno para todos hoy. -dijo el Sr. Campbell. 

-Por cierto So, no nos has contado como te fue anoche. -dijo Lucas.

-Prefiero contárselo a todos a la misma vez. No quiero repetir todos mil veces. -dije sonriendole. 

-Sr. Campbell, ¿Le puedo hacer una revelación? -dijo Camila. 

-Dime y por favor a mi esposa y a mi trátenos por nuestros nombres de pila, anoche estábamos conversando de esto y todos son como nuestros hijos, y no queremos tanta formalidad acá es casa. -dijo el Sr. Cambell.

-Hay por favor, no quiero más hermanos, con el que tengo vale como por 10. -dije a lo que rieron.

-Igual eres como mi hermanita. -dijo Claudio emujandome con el hombro, a lo que yo le de devolví el mismo gesto.

-¿Estan seguros que quieren que los llamemos por su nombre de pila? -Pregunto Simon a lo que asintió en respuesta.

-Bueno, Hector y Leticia bienvenidos a los nombres de pila. -dijo Jamie a lo que reímos.

-Para ustedes seguiremos siendo mamá y papá. -dijo Leticia.

Cuando entramos a la cocina el desayuno ya estaba listo, nos sentamos y comenzamos a comer. Quede mirando el pan que había frente a mi y como por arte de magia me hizo acordarme de lo que paso anoche con Max, eso hizo que me diera asco de tocar la comida sintiendo fatiga de sangre. Corrí el Pan lejos de mi hacia mi padre que estaba sentado frente a mi, me tome el zumo de naranja de un sorbo y me levante a buscar dos bolsas de sangre. 

Cuando me volví a sentarme Jamie me puso una mano en la pierna para tranquilizarme a lo que yo le sonreí.  Me concentre en mi comida cuando me di cuenta que todos me miraban atentos, pero habían dos caras que se me hacían muy chistosas, la de los hermanos Grown.

-¿Qué? -pregunte.

-Que asco. -dijeron los hermanos al mismo tiempo.

-Bueno, no miren. -les dije mirándolos fijo, ellos estaban haciendo lo mismo y de la nada comenzamos a reírnos.

-Cuéntanos como te fue anoche y también que es lo que te paso en esa mano. -dijo mamá.

Comencé a contarles lo que sucedió, sin contar obviamente todo lo relacionado con lo de Max, disimuladamente mire a los chicos para que entendiéramos que durante el día pondríamos en practica nuestro plan. Cuando termine todos quedaron con cara de duda, no entendían que relación tenia la marihuana con sus planes de fondo.

-¿Pero por que la Marihuana? -pregunto Leticia.

-Lo mas probable que por la simple razón que no confía todavía en mi y eso es para esconder sus planes de fondo. Creo que Nina es como algún tipo de espía de el para que le cuente su puede confiar en mi o no y saber cuando contarme sus ideas , para así poder ayudarle en lo que de verdad hace. -dije.

-buena suposición. -dijo Jamie.

Después de el desayuno, me fui a dar una ducha para relajarme ya que todavía me sentía sucia por todo lo de anoche y por suerte nadie me pregunto por lo que traía puesto. Me puse unos jeans rasgados en las rodillas, una polera blanca ajustada y mis vans negras.

decidimos que iríamos todos a comprar  y mandaríamos a mis padres con mi hermano a hacer el resto de cosas que había que hacer, para así poner en practica nuestro plan. No queríamos arriesgarnos a que nos escucharan conversar en casa, nos harían muchas preguntas. Cuando llegamos al Starbucks, le a Leticia y Hector lo que de verdad sucedió y el por que no quisimos contarle a mi familia. 

Jamie...!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora