24
SOBRE MI CADÁVER
—¿Qué es lo que pasa, Aidan? —farfullo. El chico esquiva mis ojos y se pone a mirar en todas direcciones una vez más—. ¡Oye! —exclamo—. ¿Qué está ocurriendo? ¿Mi familia está en riesgo?
—Todos aquí lo están —masculla—. La muerte de Kelly fue sólo una advertencia. Un mensaje.
La adrenalina comienza a recorrerme el cuerpo. Veo a Aidan abrir y cerrar los puños, está intentando controlarse. Estoy segura en cualquier momento le da un golpe a algún vidrio de uno de los autos. Me da miedo preguntar. Pero debo saberlo.
—¿Qué mensaje? —musito.
Los ojos de Aidan al fin paran sobre mí.
—Cariño, estoy en casa.
La respuesta proviene desde mis espaldas, desde una voz que no conozco. En cosa de segundos, estoy tras la protección de la gran espalda de Aidan. Miro sobre su hombro para intentar tener visión de nuestro nuevo acompañante. Es un hombre de traje inmaculado color gris con una gabardina negra encima del saco. Parece tener sus cuarenta años y pico. Luce como alguien a quién verías salir de una reunión de negocios..., pero algo está mal con su tan impecable imagen. Quizá es por la sonrisa maniática que tiene en esos momentos o tal vez el llamativo mechón de color blanco puro que sobresale de su cabello negro, desordenando por completo su apariencia.
—Perthro —sisea Aidan.
—Ah. —Suspira melodramáticamente—. ¿No te encanta el ambiente que crea "La Caída de las Hojas", Aidan? Es una de mis festividades favoritas de Beckinsale. Todo huele... —Inspira una buena cantidad de aire—...a inocencia y felicidad. Hay muchos niños este año, ¿no?
—¿Qué haces aquí? Tienes prohibido pisar Beckinsale —masculla el alfa.
—Oh, esas estúpidas y viejas reglas. —Sacude una mano frente a su cara con desdén—. Alguien debería cambiarlas. Además, ¿cómo puedes negarle el derecho de visitar el lugar dónde nació y creció a alguien? —exagera.
—¿Qué mierda quieres? —gruñe y puedo jurar que casi oí al lobo debajo de su piel hablar.
—Creo que sabes eso, querido Aidan.
Un escalofrío me recorre la espalda cuando lo veo sonreír. Percibo movimiento por el rabillo del ojo y veo salir de entremedio de los autos a dos personas, una chica y un chico que no aparentan tener más edad que yo. Sin embargo...
—Dios mío —murmuro, horrorizada por lo que veo.
Sus rostros no parecen humanos. La chica tiene un ojo amarillo, igual que el de los lobos, que sobresale de su rostro adornado por una cicatriz gruesa que le atraviesa desde el nacimiento del cabello hasta la comisura del labio, y el otro ojo se mantiene de color marrón común y corriente, hay más cicatrices marcándole el cuello y clavículas visibles por la escotada camisa que lleva incluso en este frío clima. El chico tiene el labio superior partido, como si le hubiesen arrancado un pedazo y se puede ver con claridad un colmillo enorme sobresaliendo por encima del labio inferior, también tiene muchísimas más cicatrices, pero la que más salta a la vista es la que le cruza la mejilla derecha desde el borde del ojo hasta la herida en su boca.
Entonces, viene a mí. Me sacude igual que una cachetada y se escucha fuerte y claro:
«Matar. Destruir. Despedazar.»
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I. The Calling ©
مستذئبPRIMER LIBRO TRILOGÍA LA PREDICCIÓN DE LA VALA Sinopsis. La única preocupación que Mackenzye Nightshade siempre ha tenido, es su familia. Ella es la hermana mayor. Ella es el pilar de su madre desde que su padre se esfumó en el aire cuando tenía nu...