I. The Calling ©

Capítulo 44.

44

DEJARLE ESPACIO A LAS COSAS BUENAS

Almuerzo con Astrid de manera tranquila antes de ponerme a ordenar mis cosas. La actitud de Jera me sigue preocupando, pero he decidido no comentarle a As sobre eso. Aunque lo encuentro extraño, debo darle el tiempo y espacio que él me dio para poder en orden mis pensamientos y sentimientos. Es lo mínimo que puedo hacer.

Luego de ducharme, me pongo ropa un poco más abrigada y salgo a buscar a Jera, no sin antes despedirme de Astrid y agradecerle lo que ha hecho por mí y mis hermanos.

—No es nada, Mack —dice, sonriendo—. Lo que sea para ayudar. Además, he hablado con Einar antes, tu hermano y mi primo realmente se han llevado bien. No sabes cuánto me alegra eso.

Viendo la sombra que aparece sobre sus verdes ojos, comprendo a lo que se refiere.

—También alegra mucho. Mason no suele llevarse bien con todo el mundo y le cuesta hacerse amigos. Es bueno que ahora ambos se sientan acompañados. —Astrid asiente—. ¿Lo traerás a la comunidad después de que lleguen?

—Sí. Sólo estamos los dos, así que imagino que pasaremos el Día de Acción de Gracias junto a todos en Moonfall. —Las sombras sobre sus ojos se despejan un poco—. Desearía que te quedaras. Es un festín y una fiesta muy hogareña.

No puedo evitar sonreír.

—De seguro es divertido. —Dejo salir un suspiro—. Pero supongo que debo de dar un par de explicaciones a mi familia antes de traerlos aquí.

La sonrisa de Astrid se borra de su rostro y me toma las manos.

—¿Se los vas a decir? —farfulla.

Me encojo de hombros.

—No lo sé. Lo he estado pensando mucho últimamente —respondo—. Mase se ha enterado de alguna forma que puedo comunicarme con lobos y me ha guardado el secreto. No sé bien cual es el límite de "locura" que ellos puedan soportar, pero... —alargo—. Estoy cansada de mentirles. Si algo he aprendido es que guardarles secretos a mi familia no supone ningún bien. No después de lo que pasó con Roman...

—Entiendo. Lo que decidas, Mack, te apoyaré. Si necesitas mi ayuda en algo, no dudes en preguntarme.

Abrazo a Astrid una vez más.

—Gracias, As —musito.

Creo que sin la constante compañía de Astrid en toda esta locura, no habría podido aceptarlo todo de tan buena forma. O quizás habría perdido la poca cordura que me quedaba intacta.

Me muevo por la comunidad en busca de Jera. Antes lo he pillado cerca de la mansión de los Primeros, así que tiento a la suerte yendo hacia allá. Sin embargo, a quién me topo en la entrada no es a Jera, si no a Dante.

—¿Huyendo? —pregunta al ver mi bolso—. No puedes huir de nuestro entrenamiento, bambina —bromea.

Me hace reír.

—Voy a casa por el Día de Acción de Gracias —contesto—. Mi madre regresa y mis hermanos quieren que estemos todos juntos.

Dante sonríe abiertamente.

—Es genial que puedas pasar tiempo con tu familia de esa forma, Mack —exclama—. Aprovecha cada instante que tengas con ellos. —Su rostro se ensombrece y su sonrisa se desvanece—. En especial en tiempos como estos...