63
EL PRELUDIO AL FIN DEL MUNDO
—Realmente te hiciste un corte muy profundo —digo mientras desinfecto la herida a Astrid—. Al menos ya dejó de sangrar. Por un segundo, creí que necesitarías puntos.
As niega con la cabeza.
—Estará bien —alega—. Podré no sanar tan rápido como ustedes, pero el Seid me protege. Evitará que se infecte y que siga sangrando.
—¿Evita que te enfermes?
—Mmm, no. Pero evita que empeores —responde—. Por ejemplo, si te mal cuidas un resfriado, éste no pasará a neumonía, ¿entiendes?
—Ya veo, es por el equilibrio, ¿no?
—Exacto.
—Ya está listo —anuncio cuando termino de vendarle la mano.
—Gracias. —As se queda mirando la mano—. Hablando de heridas, voy a necesitar tu sangre.
—Oh, claro. ¿Dónde la quieres?
—Hay una botella de agua en mi bolso.
Hemos llegado hace un rato al hostal. Astrid y yo nos hemos metido a su habitación para poder cuidarle mejor esa herida mientras los chicos van por algo para comer.
Vacío el contenido de la botella en el lavadero del baño. Tomo aire y me concentro en mi mano izquierda, busco en mi interior las garras del lobo y en pocos segundos, éstas aparecen. Las entierro en la palma de mi mano izquierda y la cierro en un puño, la sangre se escurre finamente como una llave que a penas tiene presión, pero comienza a llenar la botella de todas formas.
—¿Cuánto necesitas? —grito desde el baño.
—No mucho. Menos de la mitad de la botella estará bien. —Astrid se asoma por la puerta—. Oh, ese truco es nuevo —señala—. ¿Lo aprendiste hace poco?
—Los alfas me enseñaron.
—Ya veo... —alarga—. Te volviste cercana a ellos, ¿verdad?
Me encojo de hombros.
—No lo sé, pero sí estoy agradecida por el apoyo y las enseñanzas que me dieron.
—Mack... —La voz de As me hace voltear hacia ella, suena triste y preocupada. Asustada—. Entiendes lo que pasará si no puedo acceder a los hechizos, ¿verdad? —murmura.
Por supuesto que lo entiendo, es en lo único que pienso desde que llegamos a Noruega.
—Lo sé, As —respondo—. Y está bien. Así que no te presiones demasiado, ¿vale? Aún si no puede salvarnos, al menos, tendrás la oportunidad de encontrar una manera de salvar a Einar. Eso es lo que importa ahora.
Astrid cierra los ojos con fuerza, está tratando de contener las lágrimas. Inhala y exhala profundamente antes de asentir y mirarme otra vez.
—De acuerdo —susurra—. Pero no pienso rendirme con tanta facilidad.
Le sonrío.
—No serías Astrid Nilsson de hacer lo contrario.
Ella se ríe.
—Oye...
—¿Mmm?
—Feliz cumpleaños.
La miro por el espejo. Hay tristeza en sus ojos, pero su sonrisa es sincera.
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I. The Calling ©
Hombres LoboPRIMER LIBRO TRILOGÍA LA PREDICCIÓN DE LA VALA Sinopsis. La única preocupación que Mackenzye Nightshade siempre ha tenido, es su familia. Ella es la hermana mayor. Ella es el pilar de su madre desde que su padre se esfumó en el aire cuando tenía nu...