CAPITULO 5.

61 6 1
                                    

No lo doy importancia ya que estoy prácticamente sonámbula y lo único que me preocupa es volver a meterme en la cama.
Pero ya me quedo en duermevela, nose cuanto tiempo ha pasado desde haber ido al baño, pero siento una presencia en la habitación, por un momento pienso que es la madre, que sale a trabajar, pero caigo en la cuenta de que estamos Ben, Tatiana y yo solos, porque su madre sale a las cinco de la mañana y yo me habia levantado a hacer pis a las seis. Me hago la dormida pero de repente veo una luz enfocándome, me levanto de sopetón, al igual que Tatiana, pero a ella se la ve más desprevenida. Quien fuese sale corriendo, aunque si nos han enfocado las dos a la vez, no puede ser una persona. Nos miramos y bajamos corriendo a ver si podíamos obtener una pista de los payasos.
Bajamos corriendo, pero antes de poner un pie en la calle, unas manos me agarran de la cintura y de las muñecas de sopetón inmovilizandome, dirijo la vista hacia Tatiana y está en las mismas condiciones que yo.
Le muerdo el dedo, y aunque no lo quita, lo mueve y aprovecho a gritar. A los cinco segundos Ben corre escaleras abajo como alma que lleva el diablo.
Antes de que Ben se ponga a hacer algo, los responsables de no poder movernos, nos sueltan inmediatamente, y se quitan los pasamontañas, dejándonos con la boca abierta a los tres.
Son Douglas y por deducción mía me supongo que el que tiene aprisionada a Tatiana, es su novio.
-Nos has chafado la sorpresa. -dice el novio.
-Y menos mal, porque me ibais a matar del susto. ¿Cómo narices os habeis colado en mi casa?-dice malhumorada la novia.
-Llevamos aquí desde que tu madre se ha ido a trabajar, la habiamos dicho que os íbamos a dar una sorpresa y nos ha dejado entrar. -dice la pareja de Tatiana.
Yo me giro de cara a Douglas.
-Mira, voy a ser directa. Para la próxima vez, piénsate mejor hacerme una "sorpresa"-digo haciendo comillas con los dedos, y acto seguido le doy una torta.
Me dirijo a Ben, que está lelo por mi comportamiento y mientras nos subimos arriba, oigo las carcajadas de los otros dos.
Me voy a la habitación de mi amigo.
-No me pegaras una torta a mi también ¿no? -yo niego con la cabeza, y me da un abrazo, pero le hago que se caiga hacía atras.-Mala pécora-dice cuando llego al suelo y le estrujo como un koala.
En ese momento abren la puerta.
-¿Interrumpo algo?-en cuanto hablan me doy la vuelta. Ahí está Douglas con una sonrisa pícara y sorprendida a la vez.-Wow, te veía más santita que violadora en serie.
-Y tú pareces tonto y lo sigues siendo-dice Ben intentando parecer vacilón. Me da por soltar una carcajada, ¿desde cuando mi amigo sociable y risitas pierde la calma?
-Bueno, calmate fiera- dice riéndose-solo venía a disculparme-cuando ve mi cara de confusión y comprensión abre la boca y se fue al traste.-no te emociones, Tatiana me ha sobornado para que me disculpase, si no me quedo sin cierta cosa.
-¿Tatiana?-decimos mi amigo y yo al unísono.
-Sí,la que se acaba de encerrar en el cuarto con mi amigo, la misma.
-Ah, vale-le digo,mi tripa comenzó a sonar.-Voy a hacer el desayuno. Ben, ¿me ayudas?-se levanta y bajamos las escaleras.
Preparamos los desayunos los dos juntos. A Ben se le ocurre hacer una travesura en el desayuno de Douglas, él no se enteraria de eso, solo lo sentirían sus intestinos. Me da pena, pero Ben se empeña, así que como él no es muy bueno en la cocina, la sorpresilla la preparo yo.
Cuando terminamos aviso a todos de que está listo el desayuno, nos vamos a lavar las manos, pero al pasar por el cuarto de Ben, nos quedamos petrificados. Toda la ropa de Ben está esparcida, revuelta y manchada. Las cosas que se ha traido, algunas están rotas y otras con... ¿escupitajos? Y por último, las chuches que trajimos de Madrid están mordidas y espachurradas.
-¡Oh Dios mio!-voy corriendo hacia el desastre. Mi amigo sigue tal y como se ha quedado desde el principio. Ahora sí que no me arrepiento de que Douglas se trague esa pestilencia.
-Recuérdame que nunca entre a mi habitación ese hijo de...-se para sabiendo que él nunca dice palabrotas-de Dios.-dice agriamente.
-Amigo, solo te puedo ofrecer mi cama para dormir.-digo ofreciéndole una solución. -A no ser que quieras dormir con sustancias pegajosas.
-Si no te importa sí-dice de manera seductora en broma.
-Si quieres te dejo en el suelo-digo picaramente-seguro que duermes mejor que con mis vueltas y mis patadas.
-Bueeeno, se me olvidaba el inconveniente de dormir contigo. Algún día me matarás.
-Por eso te doy a elegir si prefieres en el suelo o conmigo.
-Me lo pensaré, pero cambiando de tema, necesito venganza con el payaso ese. Voy a coger una araña disecada que he visto en el patio y se la voy a meter en alguna comida.
Cuando bajo, ya están sentados todos menos Ben,  que ha ido al patio.
-Tardabas demasiado, ya pensaba que se habían puesto a fabricar hijos,  tu amigo y tú. -Me dice el deslenguado del novio de Tatiana.
Tatiana le da un pisotón por debajo de la mesa y una mirada de advertencia.
Haciendo caso omiso al comentario,  me siento en el sitio que desde que vine era mío. Para mi mala suerte está entre Tatiana y Douglas, pero esque Douglas se ha sentado en el sitio de Ben.
Mientras que empiezan a hacer muestras de cariño los novios en público, Ben viene y me hace un gesto para que le distraiga.
-Douglas-digo llamando solo la atención de él,  para que los otros siguieran a lo suyo.
-¿Si? -me mira interrogante. Mientras que se dirije a mí, Ben pone la asquerosidad de araña diseca que es pequeña, pero asquerosa. -¿Candy? -dirijo rápidamente la mirada en él.
-Ah...Si... -digo para ganar tiempo en lo que le decía y lo primero que se me viene lo digo-Te has sentado en el sitio de Ben-en cuanto lo digo me doy una bofetada mentalmente.
-¿Y? -me dice inquisitivo.
-Déjalo Candy, los invitados son los que se tienen que sentir especiales-capto el doble sentido de la araña y el asqueroso desayuno que le habíamos preparado.
-Es verdad, se me olvidaba que era un "invitado"-digo haciendo comillas con los dedos.
Empezamos a tomar nuestros desayunos, Ben y yo nos miramos compinchados, esperando a que se tomase el delicioso desayuno que le habíamos preparado.
Antes de tomar el café, se coge una fruta. Y va a coger agua.
Después le da por comerse una tostada con tomate natural, aceite de oliva y jamón serrano con un zumo de piña. Luego va a coger unos cereales.
Ben y yo le miranos con disimulo sin poder creer todo lo que comia.
Vuelve, se sienta y revuelve los choco crispis con el "café".
Guau, si come eso todos los días, nose como no está gordo. Esque no le sobra ningun kilo.
Cuando por fín se lo va a tomar, con disimulo le da por darnos conversación, hasta que por fín se lo toma. Al principio no nota la mezcla que le hemos hecho, pero cuando llega a la araña, escupe todo, hasta salpicar un pelín a cada uno de los presentes.
-Puajj ¡que asco!-dice sacándose lo que tenía al final del café. Cuando lo saca por la pata lo mira con repugnancia-¡¿Qué mierdas es esto?! -dice mirándome directamente a mí.
Lo único que se me ocurrió decirle:
-¡No te metas con Ben! ¡Has dejado su cuarto hecho una porquería!
-Ahhh, así que es eso ¿no?  ¿venganza?
-Perdonad pero ¿Qué narices ha pasado con la habitación de mi hermano? -dice Tatiana interrumpiendo un tanto alterada.
-Mejor que vayas a ver lo que Don payaso ha intentado para hacer la gracia. -digo mientras que el novio de Tatiana intentaba ocultar la risa.
-Claro, como Doña Santurrona no ha roto ni un plato.
-Si tú desde un principio te hubieras quedado quieto, no tendrías la cagalera que te va a venir esta tarde.-interviene Ben.
Douglas gira la cabeza hacia mí mirándome fijamente, como planeando lo que me va a hacer a partir de ahora.
-Al principio parecía que me ibas a caer bien.-hizo una pausa- Espero no verte más. Pero como te vea, mejor que tengas a alguien al lado.-dice cabreado desafiándome con la mirada.

Utopía EnvenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora