La gente me empieza a mirar y algunos acuden a mi ayuda pero otros solo observan. Estoy super agobiada ya que no me entra el suficiente oxígeno para respirar. Una mujer que viene a mi encuentro me examina y se dispone a darme una bolsa con la que poder respirar mejor. Al cabo de un minuto ve que no funciona.
-¿Está embarazada? -pregunta la señora a Ben. Pongo los ojos como platos al oir a la mujer y me incrementa el ritmo cardíaco.
-No, no, no. -Responde Ben atragantándose de manera disimulada con la pregunta. Él estará pensando <<Apenas se ha besado, va a haber hecho el triki traka. >>
La mujer me vuelve a mirar y se dispone a hacer conmigo ejercicios de respiración.A los tres minutos mi respiración empieza a regularse, Tatiana y Saúl se encuentran también a mi lado. Ben aprieta su mano izquierda con la mía derecha en modo de consuelo, yo le acaricio la mano con mi pulgar en modo de agradecimiento.
-¿Ya estás mejor? -me pregunta la mujer. Yo asiento con la cabeza en modo de respuesta, ya que todavía me cuesta hablar.
La mujer se va y Tatiana se queda de cuclillas a mi altura.
-Siento haber sido un poco dura, es que habíamos pagado a los sitios que íbamos a ir hoy porque me hacía ilusión de enseñaros París pero está visto que cuando no se puede, no se puede. -me dice Tatiana.
-Lo siento. -la digo con los labios al seguir sin poder emitir sonido.
-Vamos a cancelar las demás visitas y me pongo en contacto con mis padres para que me digan qué hacemos. -me informa con la sonrisa triste y poniéndose de pie.
Saúl acompaña a Tatiana abajo y Ben se queda conmigo hasta que me recupero del todo.
-¿Cómo estás? ¿Ya te encuentras bien?-me pregunta.
-Sí. -consigo pronunciar al mismo tiempo que me intento incorporar con la intención de ponerme de pie.
-Si quieres vamos a una misa de aquí cerca, porque como hoy no hemos ido a misa... -me dice como alternativa.
-Pensaba confesarme, es que ahora mismo no tengo ni fuerzas para ir. -le digo sincera.
-Como quieras. -me dice Ben encogiéndose de hombros.Al final acudimos a misa en la capilla del hospital donde se encuentra la tia de Tatiana. Salimos y subimos hacia donde se encuentran.
Cuando los visualizamos, vemos a Tatiana y a Saúl hablar con una chica más pequeña que nosotros. Esta tiene el rostro triste. Llegamos a su lado y Tatiana y Saúl nos miran.
-Adéline-dice Tatiana llamándola la atención mientras que la consuela. Ella levanta la mirada a la vez que sus lágrimas silenciosas se deslizan por sus mejillas. -Ellos son los españoles a los que acogemos, son Candy-me presenta y la doy dos besos en cada mejilla, eso provoca que se me queden los labios mojados y un sabor salado de sus lágrimas. -Y Benjamín. -Ben repite mi movimiento.
-¿Qué tal estás? -dice en modo de consolación aunque no acierta demasiado en la elección de la pregunta.
-¿Tú como estarías si tu madre se está muriendo?- dice de manera afectada pero con voz suave.
-Chicos, ella es mi prima, Adéline. -nos la presenta.
-Y ¿cuantos años tienes? -la pregunto con la intención de distraerla de la angustia que debe de estar sintiendo al saber que su madre se está muriendo.
-15.-me responde sin ganas de hablar.Mientras esperamos a que los padres de Tatiana salgan de la sala para irnos a MontPellier me quedo mirando la tele de la sala de espera. La noticia que está en el telediario abarca toda mi atención a pesar de que no tiene sonido. Gracias a los subtítulos puedo leer la información.
[Se abre un caso de desaparición, se trata de una chica desaparecida desde ayer. Un médico forense está investigando el caso ya que se la da por muerta tras hallar el cuerpo de un joven de 23 años con restos de la desaparecida. Se le está investigando ante la posibilidad de que esté relacionado con los responsables del atentado de esta mañana en París.]
A continuación salen imágenes del puente en frente de Notre-dame, enlazando lo que he visto y he oido esta mañana con la noticia.Una vibración en mi pantalón me ávisa de que tengo una llamada. Cojo el móvil y miro la pantalla, mi madre me está llamando. Me levanto y me alejo para hablar a solas.
-¿Mamá? -Inicio a conversación.
-Hija, ¿Qué tal? -me pregunta.
-Bien. ¿Y tú? -la pregunto extrañada por llamarme en vez de ponerme un mensaje.
-Con jaleo pero bien. -me responde.
-¿Y cómo que me llamas? -la cuestiono confusa.
-Te he puesto varios mensajes a lo largo del día y no me has contestado a ninguno, así que he aprovechado la oportunidad para llamarte y oir tu voz. -dice mi madre con una voz un poco emocionada.
-Mamá. -empiezo a ablandarme. -No llores que lloro. -digo mimosa.
-No lloro, solamente me emociono Candy.-me dice como siempre que la digo eso.
-Ya queda mes y medio para vernos. -la digo para su concuelo y el mio.
-Ya lo sé. Lo importante ahora es que estés aprendiendo y te lo estés pasando bien. -me dice mi madre.
-Sí.-la afirmo de la mejor manera que puedo.
-Estarás comiendo bien.-me afirma.
-Por supuesto que sí.-la digo.
-Y recuerda, aunque creas que estás sola yo estoy para lo que necesites y Jesús todavía más.-me dice recordándome lo bonito de ser cristiana.
-Gracias mamá. Créeme que lo tengo muy presente.-la tranquilizo sabiendo que mis raices las sigo teniendo bien sujetas.
-Te quiero. No lo olvides.-me dice.
-Yo también.-la mando un beso, me lo devuelve y colgamos.
Me dirijo hacia donde está Ben y los demás. Saúl consuela a Tatiana.
-¿Qué ha pasado? -pregunto sin entender nada.
-Acaba de entrar a ver a su tia y la ha afectado mucho, parece ser que está peor que ayer. -me dice Ben.Después de haber empatizado con la prima de Tatiana, los padres salen de la sala.
-Adéline- la madre de Tati llama la atención de su sobrina. -La chica que te viene a cuidar esta semana no puede venir. -dice con una cara no muy alegre.
-¿Y os vais a quedar aquí? -pregunta su sobrina.
-Me gustaría poder quedarme, pero tio tiene que trabajar y yo también. -responde con pena la madre de Tatiana. -Me ha dicho tu madre que te pida que te vengas con nosotros, porque no te puedes quedar en el hospital y la chica no te puede cuidar. -la cara de su sobrina cambia a desesperación y a enfado.
-¿Me estás pidiendo que me vaya y que deje a mi madre aquí sin que nadie venga? -dice Adéline como si estuviera flipando.
-Hasta que la mujer que te cuida pueda venir. -dice con calma la madre de Tati. -La semana que viene volvemos y la mujer ya podrá venir.
-Estais demasiado locos si creeis que voy a dejar a mi madre sola un mísero día. -dice alejándose con lágrimas a punto de salir de sus ojos. Tatiana la alcanza antes de que se pueda ir lejos.
-Escúchame. -se la oye decir a Tatiana a su prima, a lo que esta se niega. -Escúchame. -insiste. -Yo me quedaría contigo, pero mi amiga también está en estado crítico y necesito turnarme entre mi tia y mi amiga. -intenta Tati que la comprenda. -Y no hay otra opción, es quedarte aquí y que tu madre esté preocupada por si te pasa algo sola, y ahora más que están con desaparecidos y atentados, o venirte con nosotros y dejar que esté totalmente tranquila una semana. -la plantea Tatiana. -Tú sabrás, como niña madura que eres, si prefieres ver a tu madre angustiada o no ahora que está tan delicada. -Tatiana la mira fijamente y la deja pensando.
-¿Y si muere? -pregunta aterrorizada la chica.
-Los médicos la dan mucho más tiempo de vida, pero en un caso extremo de que eso pasara, tú eliges si que sus últimos días esté preocupada o tranquila. -la hace reflexionar Tatiana.
Con esta conversación que ha tenido Tati con su prima, me ha dejado más que claro que vale como psicóloga.Al final conseguimos que se venga Adéline. Hemos quedado que durante su estancia la prima de Tatiana va a dormir en mi cama, y yo me voy con Ben.
Durante el viaje vamos en el coche del padre de Tatiana de 7 plazas. Saúl en el asiento del medio de la parte de atrás, entremedias de Tatiana, que está a su izquierda apoyada en su hombro, Adéline a la derecha de Saúl apoyada en el cristal de su ventana mientras duerme con el rostro triste, Ben en la segunda fila a la izquierda mirando fijamente el paisaje nocturno, yo en la misma fila que él pero a la derecha mientras que observo a todos, por último en la primera fila está de copiloto la madre de Tatiana y de piloto el padre.Un sonido abrumador me ensordece los oidos y hace que abra los ojos de golpe quitándome velozmente de mi sueño.
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Utopía Envenenada
Teen FictionCandy, una chica de lo más normal con miedo a hacer el ridículo, decide irse a una Universidad Francesa junto con su inseparable amigo Ben, para terminar de dominar el idioma Francés, tanto como domina el Inglés, y poner un "punto y coma" al entorno...