Me retiro y Ben viene conmigo. Nos vamos otra vez hacia la pista y retomamos nuestro baile.
Me vuelvo a girar mientras bailo y veo a Saúl bailando excesivamente pegado a una chica. Observo su cara y sus facciones no son normales, después de un minuto veo que está borracho y que a veces pierde el equilibrio.
-¿Qué miras tanto? -me dice Ben.
-A Saúl. -le señalo con la cabeza.
-¿Qué pasa con él? -me pregunta Ben confuso.
-Que está superborracho, bailando con una chica excesivamente pegados que no es su novia. -digo de manera evidente. -Espero que no haga ninguna estupidez esta noche. -digo más para mí misma.
-A lo mejor es familia de él. -dice en un intento de relajarme. Yo alzo una ceja.
-¿Tú crees que esa va a ser familia de él? -le digo viendo como se pegan de manera cerduna.
-Todo es posible. -dice dedicándome una sonrisa tensa.Ben se separa un poco de mí.
-No, no, no, no. -empieza a balbucear Ben mientras mira fijamente atrás mía. Me giro rápidamente en la dirección en la que mira y mis ojos en este instante están a punto de salirse de mis cuencas.
-Este tio es estúpido. -digo con un montón de rabia corriendo por mis venas. Lo podía haber detenido esta escena, es verdad, pero quería darle un voto de confianza. Me separo de Ben bruscamente, me habro paso entre la gente y me dirijo hacía ellos. Noto que Ben me sigue pero ahora mismo en ardor qué siento recorriendo mi cuerpo del enfado que tengo no se me puede quitar. Cuando llego, hago lo primero que se me ocurre, y es meter mi mano entre los labios de cada uno, haciendo qué ambos besen mi mano con sus babosos labios. Los dos me miran cuando sienten que ya no hay tanta baba de por medio.
-¿Qué haces? -discrepa la desconocida chica.
-Lo que tú no haces. -la digo conteniéndome de darla un bofetón. -Te pido por favor que te vayas. -digo intentando no perder los modales. Pero ella se resiste complicando las cosas y mis nervios. -Necesito hablar con este... -hago una pausa porque no se merece que lo llamen ni chico, ni hombre y niñato no viene al caso. -ser. -opto por decir. Mi paciencia se empieza a agotar al ver que la chica se queda hay plantada como si fuera un árbol.
-A ver muchacha. -interviene Ben al ver que mi compostura se está estropeando. -O te vas o te llevo. -dice Ben intentando parecer franco pero a chica lleva el sentido de la oración por otro camino poniendo una sonrisa torcida.
-Prefiero que me lleves. -dice intentando coquetear con él.
-Yo me encargo. -dice Ben sabiendo que no me tengo que preocupar por él. Se la lleva empujándola por la espalda y yo me concentro en Saúl.
-¿Se puede saber qué narices haces? -digo gritando, aunque gracias a la música no parece que estoy excesivamente alterada.-Por fín se te cae la máscara de imbécil, las buenas caras con Tatiana y las excusas ya no valen.
Ben vuelve.
-Se ha lanzado ella. -dice señalando a la nada y perdiendo el equilibrio por lo ebrio que está.
-La verdad no sé ni como estabais juntos... -dice Ben mirándole de arriba a abajo-Ella tan princesa Disney... -se toma su tiempo para denominarle.
-Y tú tan personaje de Animal Planet-contesto por Ben.
-Estoy borracho, yo solo bailaba y ella pegó sus labios con los mios. -se pone en postura de víctima como si la policia lo estuviera amenazando.
-Tuviste tiempo de quitarla de encima, y no hiciste nada, la seguiste el beso. -dice Ben.
-Me quedé bloqueado. -dice en su defensa.
-¿Cómo la otra vez? -enarca Ben una ceja. -¡Qué coincidencia!
-No te deseo nada malo. -le digo a Saúl. -pero ójala te abduzca un OVNI. Así por lo menos no haces tanto daño a Tati. -le miro fijamente. -La vas a dejar destrozada. Ella te quiere mucho.
Me alejo dirección a la barra y Ben conmigo.
-¡Por favor! ¡No se lo digais! -grita por encima de la música. -¡Yo no me he servido el alcohol! ¡Me han emborrachado! -yo me giro para ver su expresión mentirosa, pero lo único que encuentro son unos ojos desesperados rogando clemencia por hacer una cosa que en su sano juicio no haría. Siento lástima por él.
-Cuando estés sobrio hablamos. -le dice Ben por mí.
Llegamos a la barra y me dirijo al grupo de las chicas, y Ben al grupo de los chicos, ya que se han dividido así. Cuando llego me apoyo encima de la mesa en señal de rendición y cansancio.
-¿Qué te pasa Candy? -me pregunta Sonia. Dudo en decirlo en alto, ya que Lissa esta aquí y dudo de decirle a Tatiana lo que ha pasado esta noche con su novio gilipichis.
-No es nada, pero si quieres luego te lo digo. -ella pone cara de preocupación, a la vez que de confusión y asiente.
-Oye chicas, ¿Queréis algo de comer? -pregunta Leticia.
-Yo es que estoy empachada. -dice Sonia.
-¿Empachada? -pregunta Lissa incrédula. -Si has bebido superpoco y no has comido nada.
-Es que cuando escucho música me da la sensación de hinchazón, como si hubiera comido mucho. -todas las presentes enarcamos las cejas por lo que no está diciendo. -Es como si pudiese saborear la música. -Mi ceja todavía se pronuncia más.
-Mira que eres rara... -dice la amiga de Lissa que no conozco.
-Bueno, ¿las demás queréis algo? -todas negamos con la cabeza.
-Una pregunta, ¿sabéis si Saúl se ha emborrachado solo o alguién le ha puesto el alcohol? -pregunto con esperanza de que sea lo segundo.
-He visto que su amigo se lo servía y lo animaba a beber. -dice Leticia.
-¿Qué amigo? -pregunto curiosa.
-El novio de mi prima. -responde Leticia.
-¿Douglas? -pregunta Lissa mirando a su prima como si estuviera diciendo una broma.
-Sí. -afirma su prima.
-¿Estás segura? -pregunto, no quiero echarle la bronca sin antes verificarlo. Pero tampoco se lo puedo decir a él porque de seguro que lo niega si se lo pregunto a buenas.
-Pero si Douglas sabe el problema que tiene Saúl cuando se emborracha. -dice Sonia.
-¿Qué problema? -pregunta la amiga de Lissa antes que yo.
-Cuando se emborracha se le nubla la vista y confunde o crea caras. Además se vuelve un poco violento, o por el contrario, melancólico. Le afecta mucho el alcohol y además no necesita mucho vasos para dejar de estar sobrio.
-¿Pero este tio es tonto o qué le pasa? -pregunto. Le miro en el otro grupo fijamente y voy hacia él.
-Vamos a ver, ¿se te han ido las neuronas de vacaciones, se te han muerto o qué? -le digo enfadada.-¿Cómo se te ocurre emborrachar a tú amigo? -le pregunto.
-Eh, eh, eh, con respeto. -hace una pausa valorando mi humor. -Yo no le he emborrachado se lo ha bebido solito, yo solo le he animado a distraerse un poco, últimamente le veo muy tenso.
-Pues gracias a tú cerebro del tamaño de un virus, y a tú idea tan insuperable se ha besado con una chica que no es Tatiana. -digo desahogandome. -Cómo eres un cobarde y un payaso siempre tiras la piedra, pero escondes la mano y señalas a otro. -digo explotando de lo insufrible que es.
Decido salirme afuera y Sonia me acompaña, le cuento lo sucedido y cuando me veo más calmada entramos.Unos gritos que se tapan con la música pero que están cerca de nosotros se lleva toda mi atención, y por lo que veo no soy la única. Un chica intenta forcejear con un chico, ella quiere irse pero él no la deja. En mi campo de visión se añade Ben caminando hacia la pareja. Veo como él educadamente pregunta qué tal, la chica forcejea perl el chico de manera sutil la pega más a él. Ben, que nunca se pone en peleas, a no ser que sea por injusticias, esta noche se vuelve protagonista de una. Ben intenta separar a la chica del chico de buenas maneras, pero el chico, las buenas formas se las pasa por el cuadrado. Como si lo viviese a cámara lenta me dirijo hacia la escena mientras veo que el vaso que sostiene con un dedo de alcohol en su contenido, con la mano que no agarra a la chica, como se acerca a la cara de Ben mientras de vierte el alcohol por el camino, manchando a la chica, yo incremento mis pasos hacia ellos pero el vaso llega a la cara de Ben, rompiéndose la copa en mil pedazos en el rabillo del ojo derecho de Ben. Yo le propino una patada, como me enseño mi abuela a dárselo donde más les duele haciéndole que suelte a la chica y me pongo a socorrer a Ben. Sonia y los demás conocidos vienen hacia nosotros con la intención de socorrer a Ben, separar al hombre de nosotros y ayudar a la chica. Cuando Sonia se agacha levanto la vista hacía ella, y la leo los labios ya que la música no me deja oirla.
-No te preocupes, todo está controlado. -leo sus labios.La luz de las sirenas se entrecuela por la puerta de la discoteca, el sonido esta vez no está puesto; a la vez llega un coche de la policia local. Un enfermero de la ambulancia viene a ver a Ben y le observa. Se va sin decirnos nada hacia la ambulancia.
-¡Hay que darse prisa!-grita a sus compañeros agilizando todo-¡Hay riesgo de que pierda el ojo! -esas palabras hacen que me atraviesen como el filo de un cuchillo y me entra un escalofrio por toda la columna vertebral.
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Utopía Envenenada
Teen FictionCandy, una chica de lo más normal con miedo a hacer el ridículo, decide irse a una Universidad Francesa junto con su inseparable amigo Ben, para terminar de dominar el idioma Francés, tanto como domina el Inglés, y poner un "punto y coma" al entorno...