Capítulo 37

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<No, no, no, no>-es lo único que repite mi mente.
Él también me mira asustado.
-Chicos, no os quedeis ahí, venid para acá. -oigo de fondo que nos dice la señora al haberme quedado en shock. Me obligo a andar ya que mis piernas se vuelven gelatinas, mi corazón martillea tan rápido que me da la sensación de que se me va a salir de la boca, la cabeza me da vueltas y al sentir un nudo en la garganta empiezo a tragar saliva.-Bueno, os voy a hacer una serie de preguntas, ¿os parece? -nos pregunta la chica hablando por el micrófono. Ninguno de los dos asiente pero la chica prosigue. -¿Habíais sospechado que vuestra pareja fuese vuestro mejor amigo o amiga?-como la chica me ve que ahora mismo no estoy en este mundo, le pone el micrófono a Ben.
-Era obvio que no nos lo esperábamos y además me parece muy mal que jugueis así con los sentimientos de las personas. -dice Ben enfurecido.
-Nosotros no garantizamos nada de que no os pudiésemos con vuestras mejores amigas. -Se defiende la chica. -Mirarlo por la parte buena, habeis contribuido a un estudio importante para las generaciones futuras. -dice la chica convenciéndole.
-¿Ah si? ¿Y beneficioso para qué? ¿Para que las generaciones futuras no sepan diferenciar amistad de amor? -pregunta incrédulo.
-Bueno, si estás a la defensiva es porque el experimento ha funcionado y ha pasado algo entre vosotros. -dice la mujer rompiendo los murmuros de todos los presentes ante tal disputa.
-Claro que ha servido. -dice haciendo una pausa y conteniendo su rabia mientras que se muerde el labio inferior. -Ha servido para desmenuzar nuestra amistad.-dice cruzándose de brazos con fuerza conteniéndose de pegar algo.
-¿Y qué ha sido? -le sigue preguntando la mujer.
-Un beso -digo hablando en voz alta sumida en mis pensamientos.
-No se te ha oido bien, ¿podrias repetirlo? -me dice la mujer poniéndome el micrófono pegado a la boca. Todos me miran expectantes a que lo vuelva a repetir, los calores se me concentran en la cara.
-Un beso. -digo tímidamente al no ser capaz de decir que no lo quiero repetir.
-Ah bueno, si solo ha sido un beso... -dice la mujer.
-El problema es que no era un beso cualquiera, era su primer beso. -dice recalcando la última parte de la frase para que se de por aludida la mujer de que todo tiene su importancia.
Las manos me empiezan a sudar viendo la cara de todos los presentes de sorpresa y murmurando, al igual que los cámaras que están proyectando esta ceremonia a todas las televisiones de Francia.
-Como última curiosidad, ¿Cuántos años tienes? -me pregunta la mujer.
-Dieciocho. -dice Ben por mi.
-Muchas gracias por vuestras respuestas. -Hace una pausa la mujer mientras que Ben tira de mí para salir de ahí. -Y ahora vamos con los siguientes... -Ben me coge del brazo y me conduce hacia una de las puertas despertando la curiosidad de los que todavía no han entrado. Nos quedamos en el pasillo junto a otra pareja, la chica estaba llorando y el chico la intentaba consolar de una manera que no daba resultado.
-Candy, sé que te ha sentado tan mal como a mí y que me cagüen en el momento en que acepté que fuesemos parte del Proyecto, yo lo único que quiero es que sigamos como hasta ahora y que por mi parte no ha cambiado nada. -Me tiende el meñique a la espera de que lo entrelace con el suyo en modo de conformidad, y es lo que hago.
-Me siento rara, aunque me alegro que el beso no se le haya regalado a un desconocido. -digo intentando quitar hierro al asunto.
Más gente sale llorando porque no se esperaban que fuese su mejor amigo la pareja.
-Esto ha sido una masacre de friendzone. -dice Ben mirando a su alrededor.

Cogemos comida del banquete, nos hacen una visita guiada y nos vamos al hotel que nos han pagado los del proyecto para pasar la noche.
El taxi nos deja en frente de la puerta de Idol Hotel. Nos dirijimos al mostrador y la mujer nos atiende.
-Buenas, ¿en qué puedo ayudarles? -nos pregunta.
-Somos una de las parejas que ha participado en el proyecto del Palacio de Versalles. -dice Ben.
-Ah sí, teneis derecho a una noche y a un desayuno con todo incluido durante su pequeña estancia. -le sonríe a Ben la chica. -Necesito que me dejen sus DNI. -lo busco y se lo entrego al igual que Ben. -Mañana al irse os devolveremos el DNI hasta entonces déjenme sus muñecas que OS vamos a poner unas pulseras para identificaros. -Nos coloca las pulseras de plástico y nos da la llave. -Habitación 412.
-Muchas gracias. -decimos al unísono Ben y yo.
-A ustedes. -nos dirijimos con nuestro equipaje al ascensor.
La habitación es muy bonita, un ventanal grande, con buenas vistas y en medio una cama de matrimonio.
-¿Qué lado prefieres? -me pregunta Ben.
-Me da igual-le digo- este mismo. -digo señalando el de al lado del armario.
-Muy bien. -me dice. -Yo me voy a duchar. -Me informa.
-Yo también, pero dúchate primero. -le digo.
-¿Segura? -me pregunta.
-Sí. -le afirmo.

Acaba de preparar todo y se mete en el baño.

-¡Candy! -me llama desde el baño. Pego el oido a la puerta.
-Dime.-le digo a través de esta.
-Necesito tu ayuda. -me dice.
-¿En qué? -le pregunto confusa.
-Entra. -me pide.
-¿Qué? -le pregunto aturdida por su respuesta.
-Entra, sino no me puedes ayudar. -me dice.
No muy convencida giro la manilla de la puerta y abro tomándome mi tiempo para asimilar la situación. Al abrir me encuentro a Ben dentro de la bañera tapándose con la cortina de esta. Mis mejillas se encienden y las suyas también.
-Nose como poner el agua caliente, está helada, estoy girando para todas las direcciones y nada. -me dice con timidez.
Lo intento mirando el grifo fijamente, mientras él intenta enrollarse más en la cortina para que no vea nada.
-Yo tampoco puedo. -me muerdo el interior de la mejilla. -Espera que llamo a recepción.
Me dirijo al teléfono y marco el número de recepción que pone en un papelito pegado a este.
-Buenas, llamo porque no sale agua caliente de la ducha. -hago una pausa mientras la mujer me da indicaciones. -Lo intento. -Cuelgo y vuelvo al baño. Llamo a la puerta y me indica que pase.
Le veo enrollado con una toalla a la cintura.
-Me ha dicho que mucha gente llama y es porque no lo hacemos bien, voy a volver a intentarlo. -el asiente.
Hago lo que me ha dicho y doy a un botón que no había dado antes, empieza a salir el agua caliente.
-Ya está. -le digo. -Faltaba dar a este botón. -le enseño.
-Okey. -me dice riéndose.
-¿De qué te ries? -le digo confusa.
-De tu cara de circunstancia. -me responde. Le saco la lengua y salgo fuera.
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La alarma de Ben suena y me doy cuenta de que estoy tiritando, él apaga la alarma.
-Nos ha llamado una hora antes.-dice con voz ronca girándose hacia mí para darme explicaciones.-¿Qué te pasa?-me pregunta un poco asustado.
-Tengo frio. ¿Tú no?-le pregunto tartamudeando del frio.
-Un poco pero no tanto.-se me queda mirando.-Es que tienes un montón de espasmos.-Veo que se incopora da la vuelta a la cama dirigiéndose hacia mi parte con dirección al armario. Abre la puerta y coge las mantas que tienen los hoteles en la parte alta, la coloca encima de la cama y vuelve a su parte.-¿Mejor?-Me pregunta.
-Sí.-asiento aunque sigo tiritando.-Anda ven.-me dice indicándome a que me acerque mientras que él se acerca otro poco, me abraza y me estrujo más por el frio.

Utopía EnvenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora