Capitulo 11

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¡Lissa Belanova!-hace una pausa- Y la representante oficial de la facultad de salud es ¡Tatiana Camps!

No me sorprendí mucho de que la eligieran, si es que tiene madera para ello, se sabe desenvolver muy bien con las personas, es amable y la conoce la mayoría de la Universidad.

Con este mensaje termina la mañana en la Universidad, Amira es la primera en encontrarme en el pasillo.
-Candy, ¿Qué tal tu día?-dice suspirando- estaba dos filas más arriba en la conferencia. Es un plasta, no le hagas caso.
-Ya lo sé, intento no darlo importancia. -sonrio intentando ver que no me afecta.
-Cualquier cosa cuenta conmigo ¿vale? -dice intentando animarme.
-Sí. Muchas gracias. -tenia los ojos acuosos pero la sonreí, ella me da un abrazo.
-Le conozco desde este verano y he visto que no eres la única a la que trata así, lo que pasa que sí que eres su punto blanco más cercano. -afirma tranquilizandome.
-La verdad que lo siento mucho por las demás chicas, pero me reconforta que no sea la única. -digo pensando en voz alta.
-¡Oye! ¡Qué mala!-dice riéndose.-En nuestro grupo de amigas también se mete, a veces, con Sonia y Clara.
-¿En serio? - digo sorprendida.
-Sí, aunque se mete más con Sonia que con Clara. -dice recapacitando.
-Ellas si que me dan pena.-digo pensando en mi pecaminoso comentario de antes.-¿Y como Amelia se puede llevar bien con él?
-Nose, supongo que se entienden muy bien, igual que tú con Ben.
-Ah. -digo sin saber qué contestar.
-Bueno basta de penas.-dice Amira- hay que dar la enhorabuena a Tatiana.
-Sí, es verdad, la pena es que no he podido ver su charla.
-Ya-me dice Amira-yo tampoco, estaba atenta a vuestro show.
Hago una mueca en respuesta.
-¡Uy! Mira a Tatiana-la hice una señal con la cabeza para que la mirara.-¿Lleva cara de amargada?
-Pues sí, parece ser que sí.-dice frunciendo el ceño. Nos dirigimos en su dirección.
-Tati, ¿Qué te pasa?-la pregunta Amira.
-Que ha quedado secundaria Lissa Belanova-dice con asco.
-¿Y? Tú has quedado la primera.-la digo sin comprender.
-Ya pero ella ha quedado secundaria, y voy a tener que contar con ella, soportarla y lidiar todos los días que requieran algo de la representación de la facultad. Encima que ha hecho la charla peor que mi trasero. Pero claro, como ella es guapa y bonita, todo el mundo a votarla; y a los que tienen más cerebro que ella, como son feos, que los den.
-¿Y es que te cae mal? -pregunta inocentemente Amira.
-Sí, porque es una falsa. Va haciéndose la buenecita para incar la espada por la espalda. Además los 11 candidatos hemos estado presentes en los resultados de las votaciones, y solo he ganado por un mísero punto. -dice notablemente enfadada.
Justo en ese momento la vemos viniendo hacía nosotras a la "enemiga" de Tatiana. Como antes había dicho, es Afrodita en persona.

-Tatiana, compañera, muy buen charla. Me alegro de que seamos compañeras. -La verdad es que hablando parecía un angelito que no hace daño a ninguna mosca. Ella la iba a dar un abrazo pero Tatiana se adelantó a darla la mano.
-Tu también has estado estupenda en la charla. Me alegro de que hayas sido tú la suplente, si tuviera que estar aguantando a otro cualquier hubiera sido otra cosa. Estoy muy contenta de que representes conmigo la facultad. Me tengo que ir, nos vemos mañana. -me quedé desconcertada por la amabilidad de Tatiana hacia Lissa.
-Por supuesto. Adios Tatiana y compañía. -dice despidiéndose de las tres. Yo solo me limité a despedirla con la mano, al igual que Amira.
-¿Y bien? ¿Qué significa tanta amabilidad? -digo sin entender.
-¿Ella quiere jugar a dos caras? Juguemos.-seguíamos deconcertadas- cuando una personas es así de hipócrita, tendras que ser tú igual que ella para estar en el mismo nivel ¿no?
-Ya, pero ¿Qué ganas tú con eso? -pregunta Amira.
-¿No os han dicho que a los enemigos hay que tenerlos más cerca qué a los amigos? No sé cuando me van a venir bien sus puntos débiles, y para descubrirlos tengo que estar cerca.-acaba de decirnos Tatiana con una sonrisa de superioridad.
-Amiga, algunas veces parece que el demonio se mete en tí.-dice Amira.
-Y das miedo-dice una voz grave pero desafortunadamente conocida detrás de Tatiana, Amira y yo.
Ante el susto me llevo la mano al corazón.
-Y tu también lo das. -dice Tatiana.
-Tu verás. Nos has asustado a las tres con tu cara. -dice Amira a Douglas.
Yo me limito a mantenerme callada, no quiero más quebraderos de cabeza.
-Bueno, yo también me espanto en varios aspectos y me quedo callado. -dice Douglas, a lo que mi ceja derecha se levanta sola al detectar el sarcasmo en su oración.

Utopía EnvenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora