Capítulo dedicado a: @bieberfanlove
Me incorpora para mirar por la ventana y me tranquilizo, solo se trata del camión de la basura que no tiene ningún pudor en despertar a los vecinos.
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Algo me mueve un poco, quitándome del sueño que estaba teniendo. Poco a poco voy abriendo los ojos pero la claridad que entra por la ventana me hace cerrarlos.
-Cielo, levántate, que son casi las 12.-abro los ojos omitiendo el daño que me hace tanta luz y veo la cara de mi madre.
-¿Cómo que son las 12?-pregunto.-Tengo que ir a misa. -dico incorporándome rápidamente. -Y tengo que ayudarte a decorar la casa. -digo levantándome. -Y tengo que hacer muchas cosas más. -digo comenzando a estresarme. -Por cierto, ayer me dijo Ben que por qué no nos íbamos a comer a su casa. -la digo retrocediendo.
-¿Hoy? -pregunta. Yo asiento. -Me lo pienso, porque hay que hacer muchas cosas y en casa. -Yo asiento.
-Por cierto. -digo recordando.-¿Dónde estuviste ayer por la noche? -ella me mira pensativa como si no se acordase.
-Ah-dice al caer en el asunto. -Estuve en casa de la vecina, me ha ayudado mucho mientras que tú no estabas y bueno he hecho buenas migas. -me sonríe.Al final no me cunde en la mañana, voy a misa de 1 y al final vamos a casa de Ben a comer, pero no nos da tiempo a decorar nada.
Terminamos de comer y mientras las madres se quedan charlando y recogiendo la mesa yo me subo con Ben a su habitación. Nos quedamos hablando sobre los mensajes de nuestro grupo de ayer y mientras tanto me mandan una solicitud de Skype, la aceptamos y poco a poco se van añadiendo personas de nuestros amigos. Esmeralda, Tatiana y Sonia estaban juntas, y las demás separadas.Después de hablar un buen tiempo nos piden solicitud para entrar, la aceptamos y nos encontramos con Douglas, Lissa, Saúl y una chica. Todas empiezan a protestar como si fuera un corral de gallinas.
Recibo una llamada y me levanto para poder hablar cómodamente. En la pantalla veo que es mi padre, lo descuelgo y me lo pongo al oído.
-Cariño. -dice mi padre, yo arrugo la nariz porque no me gusta que me llame de esa manera.
-Dime. -le digo.
-¿Te viene bien venir mañana a comer para presentarte a mi novia? -el corazón se me acelera. Pensar en una "madrastra" no me hace ni las chispas de gracia.
-Creo que sí que podré. -le digo.
-Está bien.-me dice aunque sé que está sonriendo. -Hasta mañana hija. -me manda un beso.
-Adiós.-le digo de manera suave y cuelgo.-¿Quedamos esta noche? -me dice. -Creo que esta noche podemos ir a Madrid sin preocuparnos del clima.
-Vale.-digo sabiendo que le gusta salir conmigo. Si por mi fuera me quedaba en casa tan agusto.
-Podemos ir al Joy Eslava.-propone.
-¿Qué es eso?-pregunto.
-Una discoteca.-se rie por mi ignorancia hacia los panoramas de fiesta.
-Ah. -digo. -Me parece bien. -le sonrio.La tarde consiste en ayudar a mi madre a decorar la casa con los adornos navideños, y conseguimos que quede tan acogedora como todos los años. Mientras metiendo me siento en el sofá y me da por coger albumes de fotos que mi madre tiene en la estantería. Voy viendo álbumes mientras que me consumo mi merienda, hasta que me paro en una foto que me llama la atención siempre que la veo. Yo con 4 años pisando el verde césped sonriendo mostrando todos mis dientes, con la mano izquierda sujeto un pompero y con la otra doy la mano a un niño de pelo negro, tez morena y ojos color miel, mientras él sonrie igual que yo. Le he preguntado muchas veces a mi madre que quién es este niño, y me ha dicho que es familia lejana mía.
Después de cenar Ben se pasa a por mi y nos vamos de camino a Madrid.
Llegamos diez minutos antes de que abra la discoteca a las once y media y esperamos hablando.
Cuando entramos lo primero que hacemos es ir al baño, a los dos nos ha entrado ganas de orinar.
Según se va haciendo más de noche entra más gente en la discoteca, nosotros seguimos bailando; cuando nos cansamos, dejamos de bailar y nos dirigimos a la barra para pedirnos algo de bebida, los dos hemos acabado sedientos y yo tengo un calor que sudo por cada poro de mi cara.
Me pongo una coleta de altura media. Empieza a sonar la canción de Danza Kuduro, una canción de cuando yo era muy pequeña. Ben y yo nos miramos por los recuerdos que nos trae esta música.
-¿Qué os pongo?-nos pregunta el barman.
-Un calimocho. -dice Ben. Le miro, el nunca se suele pedir eso porque no le gusta como huele.
-A mi vodka negro. -digo, no es nada fuerte y como no se sube nada a la cabeza opto por pedirme esto. El barman asiente y se aleja a por nuestras bebidas.
-¿Y bien? -le tiro una mirada inquisitiva. -¿Cómo que te coges calimocho? -pregunto por encima de la música. Él se encoge de hombros.
-Alguna vez tenía que ser la primera. -Yo levanto mi ceja. -No sé me apetecía probarlo a pesar de que no me guste su olor.
Seguimos escuchando la música cuando veo que Ben se queda mirando detrás de mí. Muevo la mano delante de su cara para que deje de mirar tan fijamente.
-¿Qué pasa? -le digo sin querer mirar para disimular.
-Nada, que creo que él es un amigo de la infancia que hace años que no veía y ha cambiado mucho.-dice Ben a la vez que le sigue observando desde la distancia.
El barman nos pone las bebidas en su sitio. El inicio de una canción que me es muy conocida inunda la discoteca, según va avanzando oigo que se trata de Only Teardrops, la canción que tiene Tatiana para que nos despierte la alarma. Los ojos de Ben se enfocan casi detrás de mi, el se mueve y en efecto, le sigo con la mirada y se para a saludar a un grupo de chicos que prácticamente está detrás de mí. Me pongo a su lado.
-¿Marcos?-pregunta inseguro Ben. Uno de los chicos levanta la vista, este tiene la tez morena, pelo negro y ojos color casfé, le mira a Ben sonriendo con superioridad, después se queda con los ojos muy abiertos cuando se percata de quién es.
-¿Ben? ¿Amigo? -pregunta sin poder creérselo. Los dos se dan un abrazo dándose golpecitos en la espalda de hombre a hombre. -Pero bueno, cuánto tiempo. -se sonríen.
-Eso digo yo. -dice Ben. -Cómo has cambiado golfo. -le dice usando el lenguaje varonil. Se queda unos segundo en silencio y Ben me coge del brazo atrayéndome. -Bueno, te presento a mi novia. -el chico me hace un escaneo de arriba a abajo.
-Uy Benjamín, veo que tú también has espabilado. -dice Marcos de manera cómplice con él.
-Sí bueno. -dice por lo bajini y se medio rie. -Candy, este es Marcos. -me presenta. -Marcos, esta es Candy.- nos acercamos y él se baja un poco y yo me pongo de puntillas por la diferencia de estatura para darle dos besos, su barba de hace dos días me pincha un poco.
-Encantada.-digo por cortesía.
-Igualmente.-me dice con una sonrisa. Después mira a Ben. -Bueno Benja. -dice acortando el nombre de una manera muy fea. -Cuéntame, ¿sigues en Alameda del Valle?
-Que va. -dice Ben. -Este año nos hemos ido a MontPellier a seguir los estudios.-Marcos levanta las cejas sorprendido.
-¿Los dos? -dice con sorpresa. -¿Y cómo que os habeis ido tan lejos? -también me mira a mí.
-Planes que teníamos desde pequeños. -se encoge Ben de hombros.
-¿Vais a estar más días por aquí? -nos pregunta.
-Sí, nos vamos después de año nuevo. -le informa Ben.
-Pues podemos quedar otro día y hablamos más tranquilamente. -nos dice sonrientes. -No quiero interrumpir vuestra velada. -dice echando una mirada a Ben de complicidad.
Se intercambian los teléfonos y nos despedimos.
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Llego a Alameda de Osuna, donde vive mi padre y su familia y trago en seco antes de bajarme del coche. Me intento preparar mentalmente para lo que sea y me dirijo hacia la puerta de la casa. Mi tio me abre la puerta.
-Hombre sobrina, qué sorpresa. -me deja pasar.
-Bueno, vengo a conocer a la familia de la novia de mi padre.-digo como si me estuviese tragando un captus.
Él opta por permanecer callado. Le sigo hasta el salón y solo veo a mi abuelo.
-¿Y mi padre? -le pregunto a mi tio.
-Ha ido a recoger a su novia y a su familia. -me dice cuidadosamente.
-Ah-digo sin saber que contestar. -¿Es que no sabe conducir? -pregunto alzando la ceja.
-Sí, pero tu padre ha querido tener un buen gesto con ella. -me dice. -Ya tiene que estar al llegar.Después de 5 minutos el cerrojo de la puerta principal se oye.
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Utopía Envenenada
Teen FictionCandy, una chica de lo más normal con miedo a hacer el ridículo, decide irse a una Universidad Francesa junto con su inseparable amigo Ben, para terminar de dominar el idioma Francés, tanto como domina el Inglés, y poner un "punto y coma" al entorno...