Utopía Envenenada

CAPÍTULO 7.

La alarma en forma de canción del cantante favorito de Tati y mio, Enrique Acebal, abre paso a nuestros oidos indicándonos la vuelta a la rutina pero en la Universidad, en un nuevo país y con nuevas amistades.
Ayer, como en todas las noches, llamo a mi madre, pero creo que por los nervios de la Universidad y estar tan lejos de casa me provocó que bañase el movil de mis lágrimas. Cuando me dirijo al baño lo que veo en el espejo son mis ojeras, producto de la llorera de anoche.
Luego voy a la habitación de Ben para despertarle. Pero antes de que le llame, una mano me hace tirarme a su cama y me abraza como si fuera su juguete de peluche, es tentador quedarme en la cama calentita, pero se que si hago eso, acabo haciendo pereza, y eso, no puede ser. Lo que nunca falla es hacerle cosquillas en su cuello con pedorretas, como si fuera un niño pequeño.
Cuando finalmente le despierto y se levanta, desayunamos, nos arreglamos y salimos para coger el autobús que están dos portales más abajo, en la parada hay bastante gente y Douglas entre ellos. Por lo visto Tatiana y él eran prácticamente vecinos.
Él se dirige hacía nosotros.
-Lista par el primer dia ¿Tana? -dice el susodicho, sabiendo que no la hace gracia que la llamen así.
-Pues espero estarlo Dou-responde con el mismo tono que había utilizado con ella.
-¿Hoy te has propuesto venir de arcoiris para que se te haga el día más ameno?-me pregunta el imbécil. Decido no responderle. -¿No me piensas decir nada rencorosa?
-Sí, hoy vengo multicolor para hacerme más ameno el día. -digo para que se calle.

Viene el autobús, nos montamos y tardamos entre las paradas y todo, un cuarto de hora en llegar, se habían añadido Sonia y Alina. Llegamos cinco minutos antes a la parada de la Comedié.

-Queridos alumnos y alumnas, bienvenidos a los nuevos y a los veteranos de la Universidad, vayan dirigiéndose hacia el patio, ahí os daremos toda la información que necesitáis saber.
Nos anuncian por los altavoces. La primera impresión de la universidad es bastante buena.
Vamos al patio, como nos han indicado y al ver tanta gente me provoca ansiedad. Menos mal que el patio es bastante grande y las zonas verdes están bien cuidada, los caminos son los únicos que tenían asfalto.

Una señora rondando los sesenta años, con pelo rubio al estilo alcachofa, coge un microfono, prueba para ver si se la escucha, y empieza a hablar.

-Muy buenas, soy la directora Chapman. Bienvenidos a la Université Montpellier. Como sé que no me vais a escuchar, al menos que os interese lo que estoy diciendo. Me voy a saltar la historia de nuestra universidad, y voy pasar a lo que os incumbe a todos. Lo que vais a hacer hoy, por ser el primer día, va a ser distribuiros en las clases, y los profesores de cada asignatura, os informarán de lo que va a consistir este año, así que, excepto los de primer año de Universidad, los demás se pueden ir yendo a la planta y al área que le corresponde a cada uno.

-Muy bien, alumnos que estáis en el primer año, lo primero de todo, bienvenidos, debeis saber que sin tener un trabajo no se puede vivir bien, solamente en la miseria. La formación para el trabajo es imprescindible, en cualquier cosa en lo que quieras ser, no necesitas ser bueno, sino el mejor para ser apto a un puesto de trabajo. Necesitas convencer que eres el mejor entre tantos que hay, y eso no se dice, se demuestra, así que espero que nos demuestren todo el talento que tienen y que den de sí mismos lo mejor que saben dar. Bueno, como no saben donde estan las instalaciones ni nada, iran con su grupo a dar una vuelta por la Universidad para verla. Por favor, que se vayan poniendo de pie los que vaya nombrando, háganlo con orden. Del primer año son 10250 alumnos, y en la Universidad hay 41.000 así que espero que me hagan fácil el trabajo de los castigos. Quiero que sepan que cuentan trabajando en esta universidad con 1.900 personas, que a todas ellas le dediquen respeto y educación. Gracias y que tengan un agradable comienzo.

Nuestro área lo nombra de los primeros y no tenemos que esperar tanto. Un profesor, nos enseña el campus, hay varias entradas, la principal y central, tiene la biblioteca, el comedor, vestuarios, enfermería y todo lo típico que necesita ir todo el mundo. Pasando este edificio está el patio gigante. Luego en frente está la entrada trasera, donde la gente suele venir en sus coches o en bicis, y es la que está abierta en la hora de descanso. Por último, a la derecha está el edificio de la investigación, y a la izquierda el nuestro.
En cada edifico hay varios juntos que se comunican por el pasillo donde están las taquillas. Pero el de la salud tiene una parte, el de economía otra, el de gestión otra parte y así con todos los de nuestro área. Según vas pasando de año, subes una planta. Nosotros, al ser el primer año, nos toca en la primera planta.
De salud, somos 410, según nos ha dicho el profesor. Nos metemos en una sala de conferencia y nos empieza a dar los horarios.
Nos dividen en seis clases: Facultad de las Ciencias, Facultad de Ciencias de Salud, Amira y yo vamos a esta facultad, Facultad de Farmacia, Facultad de Medicina, donde va Douglas, Facultad de Odontología y Facultad de Trabajo Social, donde va Tatiana.

Cuando nos dividimos, Amira y yo nos miramos diciendo ¿Y ahora qué?. Como si la profesora con la que estamos nos hubiera entendido, continúa explicando que somos 69 alumnos y todavía nos tienen que dividir en tres clases.
Enfermería, donde va Amira; Fisioterapia, dónde voy yo, y Terapia Ocupacional.
Así que, de los 410 alumnos de salud, en mi clase somos 19 alumnos.

En este curso tengo 17 horas a la semana de Universidad. Por las tardes tengo pensado apuntarme con Ben a cursos del idioma Francés que se imparten dos horas un día a la semana y la solicitud se coge en la Oficina de las Relaciones Internacionales de nuestra facultad.
Hoy, por ser el primer día nos dan el descanso a todos a la misma hora y salimos a la 1.

Con la primera que me encontré fue con Amira.
-Candy, ¿Qué tal?, no conozco a nadie de la clase. ¿Sabes qué despues de dejarte mi clase se partió en dos? Una para las TIC en cuidados de salud y metodología de la investigación, y otra para Salud Pública que es la mía. Así que en mi clase solo somos 12 personas. Lo bueno esque a la semana solo tengo 16 horas de clase.
-Yo una más, pero bueno en comparación con el colegio que eran 30 horas esto está muy bien. -la digo a Amira viendo la parte buena.-¿Tienes pensado trabajar o hacer algo particular por las tardes?
-Sí, me voy a ofrecer a cuidar a niños por las tardes entre semana y el sábado por la mañana. Necesito ganarme un poco de dinero.
-¿Tú eres de aquí? ¿O vienes de otro sitio? -la pregunto.
-Vengo de Guidel, es un pueblo, me vine aquí, porque viven mis tios y me dejan quedarme en su casa, como mi primo está viajando al extranjero no hay nadie en casa. Salvo ellos cuando salen de trabajar por la mañana y vienen a casa para dormir.-viendo mi cara de confusión me lo explica-los dos son guardias jurados y trabajan por la noche.

En ese momento Tatiana nos llama, viene apresurada.
-Chicas, ¿qué tal vuestra clase? ¿cuántas horas a la semana teneis clase?
-17-respondo.
-16-dice a continuación Amira.
-15-responde Tatiana.
-Ala que morro, contigo me llevo dos horas-digo.
-Es lo que tiene ser psicóloga-dice con orgullo.
-¿Vais a comer aquí?-nos pregunta Amira.
-Pues no lo sé, ¿quién se queda? -pregunta Tatiana. Amira eesponde con una mueca de que no tiene ni idea de quién se queda a comer.

Seguimos nuestra trayectoria y se añade Douglas.

-Malos días-dice refiriéndose a Amira y a Tatiana.
-Buenas-dice rodando los ojos Tatiana.
-Voy a acabar loco en la Universidad, ¿podéis creer que tengo 40 horas a la semana?-dice Douglas desesperedo.
-Hombre, uno que tiene más horas que yo.-Digo aliviada.
-Oye ¿Te quedas a comer?-pregunta Amira a Douglas.
-Sí ¿y vosotras?
-Visto y lo visto sí-dice Tatiana suplicándome con los ojos para que acepte.

Por el grupo que tenemos en el móvil, acordamos que a la una y media nos vemos todos en el comedor de la Universidad.