CAPÍTULO 9.

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Algo se empieza a mover a mi lado, lo apreto a mí para que no se mueva, pero entonces grita y me hace abrir los ojos de par en par.
-¡Candy! ¡Que me destrozas el cuello!-dice quejándose mi dolorido amigo.
-¡Lo siento!-aun estando en duermevela soy consciente del jalón que le he dado.
-Hay que darse prisa si queremos llegar a misa.
Llegamos a la catedral y esta vez hay mucha gente pidiendo en la puerta, pero del que más me compadezco es de un niño que está sin dos piernas y tiene la parte de la cintura para abajo negra, como quemada; busco en mi monedero pero caigo en que lo he dejado en casa.
-Vamos Candy, que no llegamos.
-Voy, voy.-le repito.
En misa, me quedo vagando por mis pensamientos, recordando que esta semana tengo que dar muchos ánimos a mi amigo Ben, porque va a hacer 5 años desde su tragedia. Por inercia me apretujo contra el brazo de Ben.

Por la tarde noche, viene Tatiana, con el maquillaje corrido. Ben y yo nos miramos y la damos un abrazo sin saber qué ocurre, ella rompe a llorar.
Nos cuenta que ha visto a su novio Saúl besarse con una de sus exnovias. A los 10 min. de venir tocan el timbre.
-¿Voy a abrir?- la pregunto.
-Sí, por favor. -dice en algún que otro sollozo.
Me levanto y voy a la puerta. Quien estuviese detrás se estaba impacientando. Cuando la voy a abrir, un Saúl sofocado se deja ver, antes de que le pueda decir nada, me retira como si fuese la puerta y entra como Juan por su casa.
Cierro y voy a donde se escuchan discusiones.
-Déjala en paz. Cuándo se encuentre mejor y tú más calmado, con las ideas claras, vuelves y la cuentas por qué eres tan idiota.-Saúl tenía una cara de vuelve a hablar rubito y te parto la cara.
-No te metas en esto.-Y acto seguido le echa un escupitajo a Ben en toda la cara.
Antes de que le diera tiempo a reaccionar hago mi aparición.
-Ben, ¿puedes ir a por agua? -hago como que no puedo hablar porque tengo la garganta como captus, para que no responda al gesto de Saúl, le pongo mi mejor mueca de perrito mojado y acepta.
-Bueno Saúl, si te quieres quedar aquí bien, pero nosotras nos vamos.- Hago un amago para que Tatiana se levante y la sin espíritu que llevo a cuestas me hace caso, así que subimos a la habitación. De fondo oigo un portazo de la puerta de la casa.
- ¿Vemos una película de comedia?-la animo.
-Vale, me pondré el pijama.-dice la alma en pena, justo otra vez suena el timbre. Voy a abrir, pero Ben se me adelanta, sus seis amigas vienen y un chico más.

-¡Candy, Candy! ¿Dónde está Tatiana?- Me pregunta Amelia.
-Arriba, en su habitación.-Todas van con sigilo al encuentro de Tatiana, yo termino de bajar las escaleras. Ben y el chico que parece ser un par de años más mayor que nosotras hablan animadamente.

Voy a por el agua, ya que Ben me lo ha dejado en la cocina servido. Cuando me lo bebo y salgo de la cocina veo a mi amigo mirar la tele del salón de abajo, mientras que el chico y Alina, en el pasillo de la entrada, al lado de la escalera, se estaban comiendo los morros. Justo en ese momento se me enciende la bombilla, el chico era el ginecólogo que estaba saliendo con Alina.
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Me despierto dolorida de haber hecho tanta gimnasia, porque cuendo se fueron todas tuvimos que estar limpiando todo Tatiana, Ben y yo.

En la Universidad la primera hora fue normal, exceptuando que una chica se ha desmayado. Creen que es por lo fuerte que tienen la calefacción. La mujer tiene unos 40 años, es la mamá de mi clase, porque es la más mayor.

A segunda hora toca juntarnos con todos los de medicina. Me pongo en la esquina de la puerta, en la segunda fila, Tatiana a mi lado, y Amira al lado de ella. Sin embargo, Douglas se pone con más chicos en la esquina de la puerta, en la tercera fila y última. La profesora empieza a explicar, pero se para mirando atrás mia.
-¿Sí Douglas?-dice la profesora.
-Me encuentro muy mal.-Miro para atrás, para ver su disimulación que tal va, pero en verdad si que se le ve con mala cara.
-¿Quieres irte?-pregunta la profesora sin rodeos. Él asiente. -¿Puedes esperar hasta el cambio de asignatura?-Interroga.
-No, no puedo. -Responde.
-Bueno, pues...-me mira a mí que soy la persona que está delante de él-Candy, acompaña a Douglas hasta la salida, a ver si se va a marear o algo.
¿Enserio?! ¿Es una broma o algo? ¿Encima le tengo que ayudar cuando su cuerpo decide no portarse bien con él?
Sin embargo, antes de que conteste...
-Profesora, no hace falta, puedo solo.-afirma Douglas.
-¿Y tú que sabes si te vas a marear? En la Universidad no quiero percances.-la profesora insiste, mientras Douglas recoge sus cosas yo miro hacia Tatiana y Amira, que se miran entre ellas y se rien con complicidad por mi mala suerte. -Douglas no intentes convencer a la chica de que no te acompañe, te estaré viendo por la ventana, que ya nos vamos conociendo.-dice la profesora, con la que por lo visto, Douglas tiene otra asignatura con ella.
Él termina de colocar sus cosas y le veo un poco pálido cuando se despide de la clase. Por supuesto, él no me dirige la palabra, pero yo tampoco hago nada por entablar una conversación.
Cuando terminamos de bajar las escaleras de la primera planta, antes de salir de la facultad, él echa a correr al servicio de hombres. Cuando le oigo empezar a vomitar, me dirijo sin pensar al servicio de hombres y le ayudo a quitarle los pocos pelos que le caen por la frente; aunque más que otra cosa, lo que intento es calmarle. Él quiere quitar mi mano, pero yo insisto para que pueda descargar todo agusto. Ahí es cuando todo me encaja, esto ha sido producto del alcohol que ha ingerido en la fiesta de Saúl.
Cuando termina, me aparto, me voy a lavar las manos al igual que él y sin decir nada, atravesamos el campus hasta el edificio principal. Justamente viene el autobús, sin establecer conversación, entra y se marcha.

Al regresar faltan cinco minutos para terminar la clase. La profesora me habla.
-La próxima vez que tardes tanto te pongo falta en mi clase. Te he dicho acompañarle, no irte a distraer con las moscas de camino a la clase.-Miro a la mujer super ofendida. ¿Después de todo me echa la bronca? O esta loca o le pasa algo.

Utopía EnvenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora