-Uuu-dice Douglas. -Cuidado, que muerde. ¿Tienes la regla cariño? -me pregunta irónicamente.
-No, no la tengo. -saco la lengua a la vez que me la muerdo.Terminamos de desayunar y vamos a la habitación de Esmeralda con la intención de irnos a casa.
-¿Os vais ya? -pregunta la susodicha.
-Sí, porque tenemos que prepararnos para irnos a París y dejar a Adèline. -explica Tatiana. Ella se gira hacia mí. -Candy, Ben ¿Vais a venir con nosotros o teneis pensado quedaros en casa? -me pregunta. Ben y yo nos miramos entre nosotros. Hacemos intercambio de miradas y coincidimos en lo que queremos.
-Nos quedamos. -decimos al unísono.
-Guau-dice asombrada.-¡Qué compenetración!
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-Oye-me dice Ben-¿Por qué no buscamos una discoteca?-me pregunta. Yo giro despacio mi cuello para mirarle y levanto una ceja. Antes de decir nada se adelanta.-Sé que no te gustan pero me apetece ir, por eso te preguntaba. -me dice un poco avergonzado. Me da tanta pena que decido contestarle:
-Si quieres te acompaño. -le digo poniendo mi mejor sonrisa. Él me mira asombrado a la vez que alegre.Según voy subiendo las escaleras mientras que pienso en qué me pongo me da un pinchazo en la tripa de los nervios que me hacen arrepentirme de lo que he dicho hace 5 minutos escasos.
Decido ponerme un vestido azul oscuro de Tatiana que consta de un sola tira en el lado derecho y un vestido hasta los muslos, pero a la altura de la cintura hay una costura de la que sale una tela fina y transparente que no sé muy bien de qué material se trata y me llega hasta los tobillos. Si tuviese que describir este vestido en tres palabras serían: sensual, elegante y cómodo. Me termino de arreglar y salgo de la habitación.
-Ben, ¿ya estás preparado? -pregunto al aire.
-Sí, estoy abajo. -me dice desde el salón.
Cuando llego le veo puesto con una camisa estilo blusa azul clara que contrasta con su pelo rubio, unos jeans largos negros y unas deportivas de vestir.
-No estás mal. -me dice sacándome la lengua.
-Tú tampoco lo estás. -digo mientras bajo las escaleras y me acerco a él.
-Gracias.-me dice mirándome a los ojos.
-Bueno, creo que si tengo una pareja lo normal no es que nos quedemos en casa esperando a que se pudra. -me cuesta decir lo de pareja, nunca he tenido y saliendo de mi boca suena raro.
-Creo que tienes razón. -dice mientras me da un abrazo y me lleva hacia él. -Le miro en cuanto dejamos el abrazo y esta vez soy yo la que me lanzo a darle nuestro tercer beso. Por supuesto, sigo siendo torpe, aunque creo que esta vez no soy la única, puedo decir que somos dos torpes sin remedio.
-Ben. -le digo cuando nos separamos. -Gracias por darme tiempo, esto es nuevo para mi y necesito ir asimilandolo lentamente. -le digo mientras que el corazón me late deprisa.
-Te entiendo, y no tienes por qué agradecerme nada. -Me sonríe.Salimos por la puerta y busco a través del móvil discotecas. Me vienen varias por la misma zona, así que nos dirigimos hacia el lugar. La primera que vemos es Le Moom y como no tiene mala pinta decidimos entrar, la música ensordece en el momento que entramos y el olor a alcohol y humo es evidente desde el primer instante.
Ben se acerca a mi oido
-¿Vamos a la barra? -me intenta decir por encima de la música de reggaeton. Yo asiento mientras que pienso qué pedirme. Según nos vamos acercando a la barra veo a cuatro caras conocidas pidiendo en la barra. Llegamos a su altura y Ben se percata de quienes hay. Son el hermano de Sonia, el perrito faldero, la hermana mayor de Saúl y la prima de Lissa. La hermana de Saúl se percata y no saluda.
-Hola-se dirige a darme dos besos.
-Bien.-la sonrio.-¿Vosotros? -pregunto.
-Pues ya ves. ¿Vais a venir todas? -me pregunta. Frunzo el ceño al no entenderla. -Me refiero a Tatiana, Amelia...
-Ah no, Tatiana está en París y las demás no han dicho nada de quedar, vengo solo con Ben.¿Por? -pregunto.
-Lo decía porque como veniais vosotros que sois de ese grupo y mi hermano luego va a venir, me supongo que con Douglas, por eso preguntaba. -dice confusa.Con lo que me ha dicho la hermana de Saúl ya me deja inquieta, no me apetece que en mis momentos de relajación venga gente conocida que encima no me cae bien. A Ben tampoco parece agradarle la idea pero dado que hemos pagado por entrar a esta discoteca no vamos a salir por un par de payasos.
De bebida pido vodka negro por recomendación de Ben ya que no hay mojitos, ni licor de manzana que es lo que me gusta. El barman me deja la bebida enfrente y me quedo aterrorizada por el color negro de mi bebida, me la quedo mirando fijamente como si estuviera jugando a un Serio.
-Tranquila, no sube nada y tiene sabor a piruleta. -Hace una pausa. -Para que veas que no te engaño yo te acompaño. -dice subiendo a mi campo de visión el vaso con el mismo contenido que el mio.
Nos llevamos la bebida a la pista y bailamos al ritmo de la música, eso sí, sin estar tan pegados como la mayoría de la gente baila, las chicas parecen una bayeta limpiando las manchas de una mesa de lo mucho que se juntan. Cuando doy mi primer sorbo a la bebida veo que es cierto lo que dice Ben, sabe a piruleta y no parece que contenga nada de alcohol.
-¿A qué tenía razón? -me dice Ben.
-Supongo que sí. -sonrío.Después de beber dos vasos decido parar, ya que me comienzan a entrar ganas de ir a hacer pis.
-Necesito ir al baño. -le aviso a Ben.
-Okey, ves tranquila, te espero en la barra. -me dice.
Según entro veo que todos los baños están ocupados y que una chica está a la espera de que uno quede libre, al igual que yo. Una chica sale y entra la que estaba delante mia.
Una puerta se abre, y detrás de ella sale Lissa.
-¿Chicas ya estáis? -pregunta. Yo me dirijo en su dirección para entrar. -Uy, hola Candy, no te había visto.-hace una pausa mientras me inspecciona. -Bueno, salgo. Luego si eso nos vemos. -me dice con una sonrisa más falsa que la del Joker, yo la devuelvo la misma sonrisa.
-Sí, por supuesto. -la digo mientras que entro en el cubículo.Salgo del baño y veo a Ben entablando conversación con Douglas, Saúl y sus hermanos. Para mi sorpresa me encuentro con Sonia en la barra hablando con la prima de Lissa y a su lado, la susodicha con la chica que salía del baño. Ahora mismo no sé si dirigime hacia Ben o a saludar a la entretenida conversación de Sonia. Opto por ir al segundo grupo.
-Hola chicas. -saludo sintiéndome como una intrusa al romper su conversación.
-Uy Candy... -se queda pensativa Sonia mirándome. -¿Cómo tú por aquí? Creía que no te gustaban las discotecas.
-Lo mismo pensaba de ti. -respondo sincera. -He venido porque le apetecía venir a Ben. -me encojo de hombros. ¿Y tú?
-Me ha invitado el hermano de Saúl.-me dice encogiéndose de hombros y adoptando la misma posición que yo segundos antes.
-¿Estáis saliendo? -pregunto confusa.
-No, no. -dice intentándome quitar la idea de la cabeza. -Osea sí. -dice confundiéndome aún más. -Es decir, que no somos novios ni nada pero me ha invitado a salir un poco de casa y lo necesitaba, así que aquí me ves.
-Buenas. -dice entrando en la conversación la prima de Lissa que conversaba minutos antes con Sonia. -Soy Leticia, la prima de Lissa. -me sonríe dándome dos besos.
-Yo soy Candy, amiga de Sonia. -sonrio de la misma manera.
-Candy, te presento a la reciente y nueva novia de mi hermano. -me dice Sonia señalando a Leticia.
-Veo que hoy es noche de parejas. -digo levantando las cejas.
-Se podría decir que sí. -dice Sonia.
-Bueno chicas, luego nos vemos. -las digo despidiéndome. Me dirijo al otro grupo, que se han añadido Lissa y su amiga, pero ahora mismo Lissa está ocupada besando a Douglas. Por lo que veo se han reconciliado y no ha durado demasiado el enfado. Me acerco a Ben.
-Hola. -saludo a todos en general. Lissa se despega de los labios de Douglas y me mira.
-Candy, se me había olvidado darte la enhorabuena por tu primera relación. -me dice. -¿No es así? -mira a Ben.
-Sí. -respondo un poco cortante pero con una sonrisa disimulada.
-Uy, no sabía que la monjita se había echado novio. -dice Douglas con evidente sarcasmo. -¿Y quién es el desgraciado? -yo enarco una ceja, no es obvio qué es Ben.
-Yo soy el afortunado. -le dice sonriendo Ben con una sonrisa tan falsa que no puede con ella.
-Bueeno. -dice con un poco de repulsión en su tono. -Menuda pareja tan... -se para para escoger la palabra. Pero al ver que no consigue ninguna que defina nuestra relación a su parecer decide coger la primera que se le viene a la mente. -Ñoña.
-Mejor no hablemos de parejas.-digo irritada. Echo un vistazo a todos los presentes que están viendo nuestro espectáculo discreto pero no veo a Saúl.
-Una pregunta, ¿Y Saúl? -cuestiono. Los presentes responden con gestos despreocupados de no saber dónde está.
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Utopía Envenenada
Teen FictionCandy, una chica de lo más normal con miedo a hacer el ridículo, decide irse a una Universidad Francesa junto con su inseparable amigo Ben, para terminar de dominar el idioma Francés, tanto como domina el Inglés, y poner un "punto y coma" al entorno...