Capítulo 60

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Una mujer de media altura, con tacones negros, vestido rojo ajustado y pelo negro ondulado de media melena, detrás de ella el niño de 9 años entra, tiene el pelo negro rizado y la tez blanca con pecas, detrás de ella una niña que tiene todo lo contrario de genes, tez morena, pelo castaño oscuro y no parece que sea española en su totalidad, me suena su cara pero no logro caer de qué. Después cierran la puerta, el chico de 17 años por lo visto no ha venido.
Mi padre nos presenta y nos ponemos a comer todos.
-¿Así que estás en la Universidad de Montpellier preparándote para fisioterapeuta? -dice la mujer. Yo asiento con la cabeza. -Mi hijo también se ha ido a Francia, es un profesional del deporte de la Zipota. Así que está en un sitio interno para que pueda compaginar facilmente su deporte con los estudios y como se está preparando para una competición muy importante después de Navidades pues se ha quedado allí. -dice entristecida.

Al final de toda la familia, la que me termina agradando más es la niña, porque el niño para su edad ya está hecho un salvaje sin modales y la madre es demasiado quisquillosa para todo, así que sí, me quedo con la adolescente que se pasa la mayoría del tiempo ocupada con el teléfono y que solo habla si es para un plan divertido.

Al ir de vuelta a Alameda en coche lo único que se me pasa por la mente son las notas, que como he salido pronto de mi casa para ir a la de mi padre no me ha dado tiempo a mirarlas y era obvio que con la nueva familia de mi padre no iba a estar mirandolas.

Llego a mi casa y después de saludar a mi madre cojo el ordenador y me pongo a mirar la página de la Universidad donde están las notas, pero tengo varias complicaciones para encontrarlas en la web así que pido ayuda a Ben que ya las sabe y ha sacado todo limpio. Cuando las veo, le cuelgo y miro con detenimiento todo, biología celular e histología he estado apunto de suspenderla pero la he aprobado por los pelos, además la observación de la profesora me lo advierte. Saco una bocanada grande de aire al sentirme relajada por las notas. Cojo el móvil para decírselo a Ben y veo que el ya me ha puesto un mensaje.
Ben(19:41): Te apetece irnos a tomar algo de merienda? 😊
Yo(19:45): Sí 😳 Dónde quedamos?
Ben(19:45): En el mirador de Alameda?
Yo(19:45):En el restaurante de comida casera?
Ben(19:45):Sí ese 😃
Yo(19:45): Okey ¿a qué hora?
Ben(19:45): A las 7 y media?
Yo(19:46): Ok😄

Llego al restaurante, y veo a Alicia, una de mis amigas más cercanas entrando al Mirador de Alameda, ella está con dos amigas más. Después entro yo y visualizo a Ben, como no me ve me ascerco yo a ella a saludar.
-Alicia-la llamo la atención. Ella se gira confundida.
-Pero bueno Candy ¡Cuánto tiempo! ¿Qué tal? ¿Cómo estás?-me dice enérgicamente.
-Bien. ¿Tú cómo te encuentras?- la sonrio.
-Pues muy bien. -me sonrie. -Te dije que un día había que quedar, no sabía que estabas aquí.
-Sí, he venido por Navidades. -la sonrio.
-Ay, pues ¿por qué no te apuntas a venir a la discoteca Kapital en Nochevieja?¡Anímate! -me invita.
-Pues... -digo pensándolo. -No lo sé. -me encojo de hombros incómoda.-Ya te confirmo por WhatsApp si voy, porque no sé que planes hay en mi familia. -me muerdo el labio.
-Bueno pues me dices y hablamos, ¿vale?-me sonrie. Yo asiento y nos despedimos.
Me siento en la mesa con Ben.
-¿Esa era Alicia? -me pregunta, yo asiento. -Pues...
Deja la palabra en el aire porque la camarera lo interrumpe.
-Buenas, ¿Qué quieren de beber? -me es muy difícil concentrarme en pedir una sencilla bebida porque la camarera tiene las cejas trenzadas y me pongo a hacer geroglíficos mentales con la intriga de como habrá logrado hacérselo.

Llego a casa y Tatiana me pone un mensaje diciendo que si me conecto por Skype.
-Hola. -me dice sonriente Tati. Yo me quedo patidifusa porque la veo con unas lentes puestas.
-¿Qué haces con gafas? -me es imposible no formular esa pregunta lo primero de todo.
-Hola, ¿Qué tal? Muy bien. ¿Y tú? También. Me alegro... Así es como empieza la gente normal las conversaciones.-me saca la lengua.
-Muy bien... y después de todo ese rollo me vas a contestar. -digo con la intriga.
-Tengo astigmatismo. -me dice. -Me he comprado las gafas esta mañana. -me sonríe.
-¿Traducción para las que no lo tenemos? -digo sin tener ni idea de que es lo que la pasa en la vista.
-Es una alteración del ojo provocada por una curvatura irregular de la córnea, que ocasiona que a la retina nos lleguen las imágenes desenfocadas.-me explica.-Menos mal que vas a medicina...
-Perdóneme usted, no sabía que antes de la carrera tenía que saber todos los detalles de la medicina.-digo.
-Pero sí lo básico. -me saca la lengua.
-Bueno, ¿Y cómo lo notaste?-la pregunto.
- Por la visión borrosa de las formas verticales, horizontales o diagonales de las cosas. -me informa.
-¿Tati? -tocan la puerta de la habitación de Tatiana.
-¿Qué quieres Cooper? -le dice Tatiana a través de la pantalla al que está detrás de la puerta.
-¿Puedo pasar? Tengo que coger una cosa que me he dejado en tu habitación. -la dice. Yo levanto la ceja mientras Tatiana se levanta de su asiento y se dirige a abrir la puerta de su habitación.
A continuación se deja ver un chico con la tez bronceada, ojos azules, pelo liso y castaño oscuro. La mente se me abre y recuerdo que es su hermano Cooper, una vez estuvimos haciendo Skype con el cuando estaba en Luisiana.
-Mira her, esta es la chica Española. -me dice.
-Hola. -me saluda sin mucho interés ya que está concentrado en buscar la cosa a por la que ha entrado en la habitación de Tatiana.
-Déjale, el es así de soso y antipático. -me dice Tatiana. Su hermano de forma juguetona le tapa la boca y la revuelve el pelo.
-Tú sí que eres una sosa y sin salero.-le dice haciendola alguna que otra cosquilla y siguiendo con la labor de encontrar su objeto perdido.
-Bonjour.-le digo en su idioma. Ya se me ha olvidado un poco la mentalidad francesa, lo sé porque ayer empecé a soñar en español otra vez.
Cooper encuentra la cosa y se va. Después de 5 minutos mi madre vuelve de la casa de la vecina, se pone a saludar a Tatiana y me toca hacer de traductora de ambas.
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Mi madre y yo nos vamos juntas de compras, ya que es 24 de Diciembre y mañana tenemos comida familiar, y yo quiero comprar los regalos para toda mi familia, para Ben y para mi madre, aunque tendré que ingeniarmelas para separarme de ella y comprarla algo. A parte también tendré que llevar algo a mi familia paterna, en regalos nunca escatiman conmigo. Mi madre ha decidido venir conmigo porque ella no va a verlos el 6 de Enero, así que este años los Reyes Correcamellos han llegado a casa de mi tia. Mis primos y mis tios ese día lo celebrarán con la otra familia. Nos ponemos también a comprar la cena de esta noche y decidimos hacer comida no típica de Nochebuena, nos encanta ir a contracorriente de todo el mundo, por lo tanto en el menú de nuestra cena no entra ni mariscos, ni pavo, ni nada de ese estilo. Al final compramos los ingredientes para hacer champiñones con bechamel, gulas revueltas de huevo, macarrones gratinados en queso y de postre hojaldre relleno de cosas a nuestro gusto. El objetivo de esta noche es quedarte muy llena para bajarlo mientras vas a la Misa del Gallo a paso ligero para no llegar tarde, y después terminas de volver a estar en forma con tantos saltos cuando todos los adolescentes tiran petardos al acabar la misa.
Comemos en Xanadú, ya que nos hemos venido para hacer tanta compra y volvemos a casa a las 7 de la tarde después de pasar gran parte del día allí.

Ayudo a mi madre a coger las bolsas del coche y poner todo en su sitio, nos servimos un vaso de agua de lo sedientas que hemos acabado y con disimulo cojo sus regalos y me los llevo a mi habitación, cierro la puerta haciendo que me voy a cambiar pero visualizo dónde lo puedo meter para que no me los descubra, después de pensar muchos sitios sin terminar de convencerme se me ocurre uno que nunca lo suele tocar, bástase que esté ahí para que se ponga a limpiar en dicho sitio. El sonido del fijo de casa inunda la casa, voy a por ello con la ropa de la calle todavía y visualizo en la pantalla que el número no está registrado.

Utopía EnvenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora