50. ALEXANDER

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Llaman al timbre repetidamente, desesperadamente.

Miro a traves de la mirilla, es Alex, y como ya he dicho; desesperada.

-¿Alex?-. Digo abriendo la puerta.

-Te-tenemos que irnos-. Va corriendo a la habitación. Joder.

-Alex dime que pasa-.

-Sharon me ha visto-. Dice metiendo toda su ropa echa una bola en la maleta. -Me ha reconocido-. Intenta cerrar la maleta pero no puede. -Ha dicho que llamaría a mi padre-. Sigue nerviosa o incluso mas.

-Para Alex-. Digo delante de ella.

Sigue intentando cerrar la maleta, se sube encima llorando e intenta cerrarla.

-Sharon me ha visto...-. Solloza y deja de intentar cerrar la maleta.

-No llores-. Le abrazo, odio verla llorar. Cuando lo dejamos sabía que lloraría, en parte fue por eso que me sentí como una mierda, hacerle llorar es una de las peores cosas que he hecho. -¿Quien es Sharon?-.

-La madre de Mason. Quería llamar a mi padre-. Mason... ese cabron...

-¿Le ha llamado?-.

-No lo sé-.

-¿Que pasa?-. Susurro.

-Me ha hecho sentir mal...-.

-¿Quien?-.

-Sharon, quiero decir que... verla tan sorprendida... pensé que no les había importado... me siento la peor persona del mundo...-. Miro sus manos. Se está hincando las uñas en sus brazos.

-Para...-. Las separo. -No te hagas daño, por favor-.

-Vuelve a casa-. Susurra secando sus lagrimas.

-¿Que?-.

-Necesito darles una explicación-. Susurra. -Y tu tienes que volver a casa-.

-Escúchame-. Alzo su barbilla. -No pienso dejarte sola-.

-Tienes que ir a clase...-.

-Alex, hace demasiado que no voy a clase-.

-Pero...-.

-¿A caso no quieres que me quede? ¿Quieres que me vaya?-.

-No quiero condicionarte-. Aparto el pelo de su cara.

-Lo que necesites Alex...-.

-Mierda. Es que no se que hacer-. Suspira hundiendo la cara entre las piernas. -Por una parte siento que les debo una explicación... ver a Sharon... me ha despertado ese sentimiento de culpabilidad... pero... odio a mi padre, me dejó en la calle Alex-.

-¿Lo hablaste con él? Puede que el no lo supiera-.

-Sí que lo sabía...-.

-Cariño-. Cojo su mano. -Si quieres escapar, te ayudaré a escapar. Si quieres hablar con ellos, te ayudaré a hablar con ellos-.

-¿Tu que harías? Creo que sé qué hacer...-. Mierda. Soy muy egoísta... pero si habla con ellos... puede que se tenga que quedar aquí y no me gusta nada tenerla lejos de mi y mas si este imbécil de Mason vive aquí. Joder, pero lo mejor es que hable con ellos, la conozco y no dejaría de sentirse culpable.

-Habla con ellos-.

Asiente. Y se levanta de encima de la maleta.

Se acerca al espejo que hay al lado de la puerta y se mira detenidamente.

-¿Como estoy?-.

-Preciosa-. Murmuro llegando a su lado.

-¿Tanto como si hubiera resucitado?-.

SOY ALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora