SOY ALEX

55. ALEXANDRA

ALEXANDRA

Josh me tira dentro del maletero mientras en el psiquiátrico sigue sonando esa alarma infernal.

Estoy empapada, llena de heridas que tan solo me provocan el dolor mas insufrible de mi vida, me duele la cabeza —creo que por la terapia esa de electricidad—, no sé que es real y que no. No sé si Alex es real o tan solo fruto de mi imaginación, creo que es real, no sé si Josh es médico, solo sé que me ha hecho esto, no sé cuanto llevo ahí metida, creo que dos semanas.

El motor del coche va al cien por cien, a toda velocidad, así que mi cuerpo, mi dolorido y herido cuerpo, está contra la pared del maletero.

Frena de golpe, y ruedo hacia el otro extremo, todo el dolor de mi cuerpo se acentúa de nuevo.

Abre la puerta y me coge del pelo.

-Arriba-. Salgo como puedo del coche, apenas puedo andar, mis piernas me duelen muchísimo también, me tiemblan, parece que son de gelatina.

Intenta que le siga por las escaleras, pero tropiezo, no me suelta el pelo, por lo tanto, me llevo un tirón demasiado doloroso. -¡No te caigas!-. Me levanto de nuevo y sigo subiendo a paso acelerado.

-Déjame-. Y lo hace en cuanto llegamos a mi vieja habitación, me tira sobre la cama, la cual mancho de sangre.

Reproduzco una especie de película en mi cabeza; en ella, veo muchísimas imágenes de yo en esta habitación... Josh no es médico, no lo es, claro que no ¿Por que creía que sí? sé quien es, sé que mató a Sam, la novia de Alex, de Alexander, mi novio.

-Voy a matarte-. Saca de nuevo la navaja que me ha enseñado en aquel agujero. Se acerca a mi, y va ha hacerlo...

-Espera...-. No espera, tan solo se acerca a mi, no pienso morir... puedo escapar, ahora se que puedo.

Le golpeo con la lampara de noche en la cabeza, haciendo que caiga al suelo.

Me es difícil salir corriendo, así que voy hacia las escaleras lo más rápido posible.

Escucho ruidos en la habitación de Josh en cuanto paso por al lado ¿Hay alguien mas?

No me importa, bajo rápido, intentando no caer, pero es inútil, mis piernas me fallan y ruedo por las escaleras.

Me levanto aunque mi tobillo me impide seguir corriendo, otra dificultad mas...

La puerta está cerrada... no hay salida... no hay salida... no la hay...

Voy a la cocina. Necesito un teléfono, pero no veo ninguno.

-¡Ahora si que pienso matarte!-. Escucho des de arriba. Mierda. Mierda.

Escucho pasos en las escaleras. No se detienen, vienen hacia la cocina, abro los cajones desesperada, esperando encontrar algo con lo que pueda defenderme.

Una pistola.

-¡Ven aquí!-. Le apunto antes de que llegue a mi, cuando está en la entrada de la cocina.

-Aléjate de mi-. No pongo el dedo en el gatillo, mierda.

-¿Me vas a disparar? No me hagas reír-. Da un paso al frente.

-¡Aléjate de mi!-. Pongo el dedo en el gatillo. En cuanto lo hago, recuerdo todas y cada unas de las cosas que me ha hecho.

Las palizas, abusos, gritos, desprecios, humillaciones, cuando disparó a Alex... cuando lo mató... cuando hizo que quedara en coma.

Quiero dispararle, quiero matarle.

-No lo harás-. Dice Josh provocándome. -No eres capaz de matar a nadie-. Se acerca mas.