54. ALEXANDER

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ALEXANDER

Abro la puerta del coche cuando todavía está en marcha. Veo como sacan a Alex de la casa a rastras, literalmente, sus pies van arrastrando y esos dos hombres la sujetan con fuerza para que no caiga.

-¡Alex!-. Grito. -¿¡Que le habéis hecho!?-. Abre un poco sus ojos y me mira, pero es como si no me reconociera, le han drogado, dios mío, verla así de débil me mata. Cuando intento ir hacia ella, cuando quiero llegar a ella, Charlie me sujeta con fuerza. -¡No! ¡Te voy a sacar!-. Se la están llevando, no, no, no. No voy a permitirlo. Josh abre la puerta de la ambulancia —hay una camilla y equipos médicos—, tan solo es blanca, no se de donde es... Veo cómo la atan a una camilla, de pies y manos. Forcejeo contra Charlie. -¡Que me sueltes!-. Le doy un codazo en la barbilla haciendo que me suelte. Pero en ese momento, en el que empiezo a correr hacia la ambulancia. Josh me sonríe al lado de Alex y cierra la puerta. Noto un gran vacío a mi alrededor, en mi interior, un silencio intenso y un pitido que me despista, veo todo a cámara lenta, como si esto que estoy sintiendo tan solo fuera fruto de unas milésimas de segundo de mi vida. Vuelvo en mi con esa sensación de vacío, esta vez, solo en mi interior -¡No no no!-. Doy golpes a la puerta que acaban de cerrar. Saber que está ahí dentro, tan cerca, pero a la vez tan lejos, no puedo perderla, pero... la estoy perdiendo... joder -¡Abrid! ¡No joder!-. No puedo abrirla, está cerrada. Escucho como encienden el motor. No puedo perderla. No joder. -¡No!-. La ambulancia arranca. -¡Mierda! ¡Abrid! ¡Por favor! ¡No te la puedes llevar!-. La sigo mientras avanza y sigo intentando inútilmente abrir esa cerradura, a puñetazos, arañazos, me da igual, no puedo perderla. La ambulancia aumenta la velocidad. Sigo corriendo desesperado, mas que eso, no puedo dejar que Josh se la lleve, no puedo dejar que muera. Pero mis piernas no dan para mas, la ambulancia se aleja demasiado, hasta que al final, veo como desaparece a lo lejos. -Alex...-. Caigo de rodillas en medio de la carretera. Se la ha llevado, se la ha llevado. -¡Joder!-. Noto un gran nudo en mi garganta, una gran pesadez en mi interior, noto un gran e insoportable sentimiento de culpabilidad que no me deja respirar. Agobiado, angustiado, abatido. Desabrocho mi camisa por completo, me falta el aire, no puedo respirar y las lágrimas no me dejan ver.

En cuanto me levanto, veo un coche que viene hacia a mi a máxima velocidad, el conductor está mirando su teléfono.

No me da tiempo a apartarme.

** ** **

Abro los ojos. Todo es blanco.

-¿Donde estoy?-. Digo desorientado.

-En el hospital-. Nick esta a mi lado. -Llamaré a tu madre-. Acaba con una pequeña sonrisa. Pasa algo.

-Espera-. Digo antes de que se vaya. -¿Donde está Alex?-. Tiene que haber sido un sueño, una horrible pesadilla, necesito abrazarla. -¿Donde está Alex?-. Vuelvo a decir.

-Alex...-.

-¿Ha sido real? ¿Se la ha llevado?-. Asiente. -Cu-cuanto llevo dormido-. Intento salir de la cama.

-No puedes salir de la cama, tio-.

-¿¡Cuanto llevo en el hospital!?-.

-Tres días-. Lleva tres días con Josh.

Intento salir de la cama, digo intento, caigo al suelo de inmediato.

-Tienes que descansar. Ese coche no te vio-.

-Me importa una mierda Nick. Tengo que encontrar a Alex-. Me ayuda a levantarme.

La puerta se abre.

-Que haces fuera de la cama-. Me regaña Ashley.

-¿Esta en este hospital?-.

-Quien-. Hace un chasquido con la boca. -Vuelve a la cama, llamaré al medico-.

SOY ALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora