SOY ALEX

26. ALEXANDRA

ALEXANDRA

-Hola Nick-. Me pongo a su lado.

-Hola preciosa ¿Donde está nuestro cabroncete?-. Dice divertido.

-Ha ido a hablar con un hombre-.

-¿El de tu baile?-. Asiento. -Muy bien ¿Me concedes un baile?-.

-Claro-. Le sonrío. -Si es para que te explique que hice con Alex, no lo haré-.

Solo lo sabe Amy... Fue mágico. Nunca he sentido algo tan fuerte por alguien, excepto por Gusy. Pero evidentemente Gusy no hizo lo que hicimos la otra noche. Amé cada caricia que hizo, cada beso que me dio, amé cada centímetro de su cuerpo.

No nos acostamos, parecerá estúpido, pero no me siento preparada puesto que la ultima vez que me acosté con alguien me abandonó al día siguiente, sé que Alex no es así. LO SÉ. Pero todo lo que me dijo Logan en Sacramento y aquí ha hecho que todas mis inseguridades vuelvas a aparecer. Sí, aún mas.

-Si es que vaya dos. Pero no, quería pedirte un favor-.

-Claro. Dime-. La verdad es que Nick me cae genial. Es un amor de persona, pensé que sería un capullo popular, pero la verdad es que me está sorprendiendo. No es cierto eso que dicen que los populares son unos egocéntricos que solo miran por él. A ver, puede que aveces si, pero supongo que es normal.

-Quiero una cita con tu amiga-.

-¿Amy?-.

-Sí-.

-Alex, nos vamos-. Me separo de Nick al escuchar a Alex tan enfadado.

-¿Por que?-.

-Nos vamos. Ahora-. Está muy nervioso.

-Alex que pasa-. Le pregunta Nick.

Alex coge mi mano y me arrastra hacia la salida.

-No puedes evitarlo Alexander-. Dice un hombre.

-Sube a mi coche-. Me ordena Alex.

-¿Alex que pasa? Quien era-.

-Sube. Al coche ¡Ahora!-. En otro momento no le hubiera permitido gritarme, pero es algo serio, está muy enfadado, nervioso y... Llorando.

Los dos subimos al coche y arranca a toda velocidad.

-Alex no vayas tan rapido-.

-Tengo que sacarte de aquí-.

-Alex dime qué pasa-. Está corriendo mucho.

-Tengo que sacarte de aquí primero-.

-¿Quien era?-.

-¡Joder!-. Pega un golpe al volante y acelera. Sus ojos se llenan de lágrimas y rabia.

-Alex. Por favor, para el coche-.

-¡No puedo! Tengo que ponerte a salvo-.

-Me estás asustando-.

-Tengo que sacarte de Lompoc-.

-¿Pero Alex? ¿Por que?-. Miro al frente. -¡Cuidado!-. Frena en seco para no chocar con el coche que tenemos delante. Pone su brazo estirado pasando por mi pecho para sujetarme y que no vaya hacia delante por el impulso.

-¡Joder!-. Sale del coche. Salgo con él. -¡Mierda!-. Empieza a darle puñetazos y patadas a un buzón. Pensaba que solo yo descargaba mi rabia así.

-¡Alex para!-. No lo hace. -¡Para, para!-. Me pongo delante de él. Está llorando pero de rabia.

-¡Era Josh!-.