SOY ALEX

10. ALEXANDER

-Martha, ya te he dicho que es una conferencia a la que tengo que ir-.

-¿En Nueva York?-.

-Sí-. En parte es verdad, por primera vez en mucho tiempo las cosas se ponen de mi parte, hay una conferencia de medicina en Nueva York a la que podré ir y pasar tiempo con Alexandra, es perfecto.

-¿Porque no puedo ir contigo?-.

-Ya lo hemos hablado. Tu tienes cita con el ginecólogo mañana, cuando me voy y no puedes volar, te recuerdo que te da miedo y no puedes tomar calmantes por el bebé-. "Por el bebé" "Cita con el ginecólogo" Martha está de cuatro semanas... ojalá jamás la hubiera conocido.

-¿Y no tiene que ver con que ella viva allí?-.

-¿Que insinuas?-. Me hago el ofendido en vez de sacar la verdadera rabia que me quiere dominar. Sabe que está en Nueva York, eso quiere decir que la está controlando, casi secuestra a mi hija y encima las controla. Envié a analizar esa piruleta, llevaba veneno... un veneno muy peligroso que no tengo ni idea de como lo ha conseguido... provoca una muerte dolorosa y lenta. Me parece increíble que sea capaz de hacerle eso a una niña. -¿Crees que me importa? formó parte de mi vida, es todo, pero se marchó sin importar lo que yo quería, me robó, estoy contigo, voy a formar una familia contigo-. La idea me repugna. -...me voy a casar contigo ¿Y me estás diciendo que dudas de mi?-.

-Yo...-. Genial, ha colado. -Yo no... claro que confío en ti cielo...-. Me coge la mano. -Pero tengo miedo de que... no lo sé-. Pone mi mano en su barriga. -Es por ella-. Odio a Martha, pero es mi hijo el que está creciendo en su interior, ojalá no fuera mío, ojalá me hubiera engañado con alguien... no puedo abandonar a mi hijo.

-Ya-. Digo tajante. Tengo que conseguir que se vaya a dormir ya, Mark me ha llamado hace un rato y eso me preocupa, normalmente no me llama si es estrictamente necesario porque sabe que es peligroso con Martha delante.

Después de aguantar las lágrimas de inseguridad de Martha, se duerme. Cuando sé que se ha dormido de verdad, espero media hora más y salgo de la cama, son las doce y media de la madrugada, voy abajo y llamo a Mark.

-¿Está Lucy contigo?-. Dice de inmediato.

-No. Estoy con Martha ¿Porque?-.

-He llamado a su casa. Ha contestado Dorota, me ha dicho que... que Lucy le ha dicho que tenia mucho trabajo, pero nadie contesta en la oficina-.

-¿Y Wen?-.

-Con Dorota, en su casa-.

-Un momento-.

Miro mi teléfono, mi correo, me ha contestado hace dos horas.

Para: Alexander Marin
De: Lucy Parks
Asunto: Señor Marin
Me encantaría que hiciéramos algo... asegúrate de que tu esposa no sospeche nada y te espero aquí. Mark me dijo que el "topo" está en Long Beach...

-Hace un par de horas que he hablado con ella-. Mark resopla. -¿Donde estás?-.

-Estoy siguiéndole la pista al capullo que tiene el vídeo mientras tú te follas a tu mujercita-. No, a la única que me "follo" es a Alexandra, capullo. No he vuelto a tocar a Martha des de que sé la verdad.

-Podrías acabar ya tu puto trabajo, matarlo y yo matar a Chuck, pero no, te gusta dar rodeos-.

-No puedo matarlo así como así. Tiene...-. Vuelve a soplar. -¿Podemos dejar de hacer esto? Lucy ha desaparecido. Por una vez podemos llevarnos bien, aunque sea hasta que sepamos algo-.

-Sí-.

-No puedo ir a Nueva York y tú tienes mas contactos que yo ¿Puedes llamar a alguien y que vaya a su despacho?-.