-Coge las llaves, cariño-. Me grita Martha des de arriba.Busco las dichosas llaves.
-Aquí no están-. Necesito subir arriba, tengo que coger el anillo. -¿Puedes bajar y decirme donde están?-.
-Eres un desastre-. Suspira.
La observo bajar por las escaleras de cristal.
-Estás preciosa. Martha-.
-Gracias cariño-. Llega a mi y me besa. Se separa y me pone bien la corbata. -Llegamos tarde-. Pasa sus brazos por encima de mis hombros i entrelaza sus manos detrás.
-Cumplo veinticuatro. Creo que puedo permitírmelo-.
-Me han llamado Nick y Zoe-. Se separa de mi y acaba bajando las escaleras. -Al final si que vendrán. Dejan a Nate con la canguro-. Coge su bolso de mano.
-Podemos saltarnos este rollo de gala e ir a-.
-No-. Me interrumpe. -Tienes que ir, la mujer que lo organiza es importante. Maneja uno de los periódicos más prestigiosos de Nueva York-.
-Me da igual-.
-Alexander. Tenemos que ir cielo-. Me besa en los labios rápido. -Además, es por una buena causa, parece ser que ha fundado algún tipo de organización-.
-Enseguida vuelvo. Tengo que ir arriba un momento-. Le devuelvo el beso. No quiero ir a esa estúpida gala. Estoy harto de conferencias, reuniones y galas. Estoy harto de tener que aparentar que me enorgullece ser un Marin, que adoro a mi familia.
Subo rápido. Entro a nuestra habitación y abro los cajones, meto mi mano bajo las corbatas y saco el estuche de terciopelo negro. Lo guardo rápido en mi bolsillo.
-¡La limusina nos espera!-. Me dice Martha.
-Ya voy-.
Esta noche voy a pedirle matrimonio a Martha. Me resignaba ha hacerlo. Soy joven y no me gusta atarme, pero tengo que hacerlo, además, creo que va siendo hora de dar este paso, eso significará que todas esas terapias han funcionado y que por fin la he superado de una jodida vez.
-Cariño-. Martha toca mi hombro. -¿Porque tardas tanto?-.
-Perdón. Estaba pensando-.
-¿En que?-.
-En nosotros-. Le abrazo y le beso. -En él-. Toco su vientre.
-Solo es un retraso-.
-Ya-. Sonrío. -¿Cuando te harás la prueba?-.
-Esta noche-.
-¿Vamos?-.
** ** ** **
-Damas y caballeros, demos un cálido aplauso a la anfitriona de esta noche. ¡La mujer que ha hecho posible que esta gala vaya a tener un gran triunfo para ese orfanato!-.
-Todavía podemos escaparnos-. Le digo a Martha en voz baja. Sigue sin interesarme esta mierda.
-Ella es... ¡Lucy Parks!-. Miro un segundo al escenario, sin darle ninguna importancia, pero cuando veo quién está allí arriba noto el corazón a punto de salirse por mi boca. Noto como si el tiempo se hubiera parado y no puedo dejar de mirar el escenario.
¿De verdad es ella? No puede ser. Se marchó. Se fue. Se esfumó. Sin decir nada. Me dejó sin darme ninguna explicación. Quitó el dinero de mis cuentas, me robó. Me robó a mi hijo. Hace ya seis años. No puede ser ella.
Esa chica rubia. Con un vestido azul... con el escote en forma de corazón... Sube al escenario cogida de la mano de un niño y una niña pequeña. No puede ser coincidencia que lleve ese vestido.
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SOY ALEX
Teen FictionElla es Alex. Él es Alex. Ella tiene ocho ciudades a su espalda. Él siete. Pero no sólo tienen el nombre en común, si no, una ciudad del pasado donde los dos siguen buscando algo que les haga sentir lo mismo. Venganzas, asesinatos, familias comp...