61. ALEXANDRA

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-Vamos a buscar a Alex-. Dice mirando su teléfono. -El juicio ha acabado-. Nick es verdaderamente agradable. Arranca el coche dejando a un lado el refresco. -Alexandra. Ten paciencia con él-.

-¿Paciencia? Soy yo quien ha perdido la memoria... es él quien tiene la paciencia-. Hago una risa nerviosa. -Demasiada...-.

-Lo digo por si a veces se desespera. Pero le entiendo. Ha pasado mucho. Ha sufrido mucho aunque intenta ser fuerte, o al menos lo aparenta. Te quiere y si no fuera por eso, ya se hubiera rendido-.

-¿Que me estás pidiendo exactamente?-.

-Que le des una oportunidad-.

-Lo sé. Y creo que...-.

-Lo estás haciendo. Sí. Y te lo agradezco-. Me sonríe. -Si te sirve de algo. Aunque no te conozca también como él... yo también puedo responderte a lo que quieras si se la respuesta-. Lo dice de verdad y eso me tranquiliza. Es buena persona. Como Alexander.

Después de todo, puede que no esté tan lejos de casa como yo creía.

Llegamos a la puerta de los juzgados. El coche se vuelve a rodear de periodistas en cuestión de segundos. Nick le da a un botón que hay a la derecha, sobre la radio. Los cristales se vuelven mas oscuros.

-Uou-. Murmuro. Ahora, los periodistas se alejan del coche un poco, fastidiados por no ver nada. Pero yo si que puedo verlos a ellos. -Iré detrás-. Desato mi cinturón.

-No, a Alex no le suele gustar que conduzcan su coche. Le tiene cariño. Iré yo-.

En cuanto Nick se pone detrás. Delante de nosotros. Los paparazzis dejan un pasillo. En él aparece Logan y me observa fijamente. En su cara se puede ver... no lo sé, pero que esté subida en el coche de Alexander no le gusta para nada.

Y yo no sé que pensar. De repente, la desconfianza hacia Alex crece, por el echo de saber que Logan me dijo que lo único que me hizo Alex fue sufrir... y en parte tiene razón. Josh me hizo cosas horribles... y yo sigo sin entenderlo, sigo sin comprender el porque, sigo sin comprender como se le permitió eso. Sé que me lo hizo, soy consciente, porque la intensidad del miedo y el sentimiento tan aterrador que siento en mi cuando él aparece en las pesadillas es más real que la propia realidad, es tan real que incluso me persigue cuando despierto, cuando se supone que tiene que haber calma.

-Alexandra ¿estás bien?-. Nick toca mi hombro.

-No-. Bajo del coche. Me ahogo. Me cuesta respirar. La mirada de Logan recordándome todas sus palabras de aviso, sus acusaciones, reproches me ahogan.

Pero el ahogo es incluso mas intenso cuando todos los paparazzis me deslumbran de forma molesta con el flash de la cámara —aún siendo de día— y no paran de preguntarme. Preguntas que me aterran por el echo de no saber la respuesta.

-¿Como estás después del atropello?-.

-¿Has olvidado a Josh?-.

-¿Que recuerdas de aquella noche?-.

-¿Sigues con Alexander?-.

-¿Que ha pasado con Josh?-.

No exagero si digo que estás preguntas se han hecho en una fracción de segundo.

-Vale ya está bien-. Nick se pone delante de mi y separa a todos los paparazzis. -Alexandra vuelve dentro-.

-Alexandra. Vamos-. Logan aparece también entre la multitud. -A que esperas. Vamos a casa-.

Pero Logan no me trata con tanta delicadeza como Nick ni como me gustaría, coge mi muñeca con fuerza y me lleva prácticamente a rastras haciéndome chocar contra todos los paparazzis.

SOY ALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora