17. ALEXANDRA

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Todo me da vueltas... todo... me da... vueltas... me incorporo en la cama e intento calmarme. Me tomó dos pastillas de las que me ha recomendado Alex. La cama está vacía sin él, demasiado. Me ha dicho que iba a quedarse en el hospital, su paciente ha despertado... no me importa, solo es que... me encuentro mal.

Puta quimioterapia.

Estoy sudando. Estoy mareada. Creo... creo que Mark se ha quedado en la habitación de invitados. Tiene que quedarse por el último incidente con Chuck. Me levanto de la cama y me tambaleo, me agarro a los pies de la cama e intento ir a la puerta.

Caigo al suelo como cuando Wen empezaba a andar. Las piernas no me funcionan.

-Mierda ¡Mark!-. Me agarro a la cama e intento ponerme en pie. Lo consigo y me siento en el borde de la cama.

-¿Me has llamado?-. Mark entra y se planta delante de mi.

-Necesito tu ayuda por...-.

-Vale. Sí-. Estoy temblando, hacía tiempo que no me daba un episodio nervioso.

-Necesito agua...-. No, realmente no sé que necesito. Pero creo que es lo más sensato.

Dos Mark salen de la habitación y todo me da vueltas, literalmente. Me levanto no sé muy bien para que, pero caigo de bruces contra el suelo.

(...)

-Mamá tiene que descansar ¿Por qué no vas con Dorota y vuelves después del colegio?-. La voz de Alex es más dulce de lo normal.

-¿Por qué no se despierta mami?-.

-Lo hará, pequeña-. Escucho un beso. -No tardará-.

Noto unos diminutos labios húmedos en mi mejilla y un abrazo patoso y fuerte. Luego se cierra la puerta.

Me veo capaz de abrir los ojos una eternidad más tarde.

La habitación está llena de ramos de flores. En el sofá Mark y Ben. En la butaca, a mi lado, Alexander vestido de blanco.

-Cielo...-. Murmuro. Su cara se ilumina.

-Gracias a Dios-. Me besa. -Por fin...-.

-¿Que pasó?-. Digo frustrada. ¿Es que no puedo ser normal?

-Un episodio severo... demasiado severo-. Murmura. Mira a Mark. -Te encontró inconsciente-. Él asiente.

-¿Cuánto llevo aquí?-.

-Dos semanas-.

-¿¡Que!?-. Intento levantarme. Pero todos se levantan a la vez y me frenan. -Tenía una reunión con Morello y una rueda de prensa y firmar el papeleo con Ros...-.

-Cálmate-. Dice Alex.

-Stieg se ha encargado de todos los números y April ha aplazado todo lo demás-. Continúa Mark. -No tienes de que preocuparte-.

-Morello ha venido a verte-. Alex señala los ramos con mala cara.

-¿Todos son de él?-. Digo perpleja.

-Cinco. Otro de Dorota, April, Stieg y el jefe de la editorial no se que-. Ese tío está loco. Está como una cabra. Cinco ramos de flores... vale, no diré que uno es adorable, es una muestra de "recupérate pronto, futura socia" dos es aceptable, tres sospechoso pero sin más. ¿Pero cinco? -Tenemos que hablar en privado-. Mira a Mark y Ben y los echa amablemente con la mirada.

-Esto no me gusta-.

-No te preocupes-. Me sonríe. -Es una buena noticia. Pero pensé que era mejor hablarlo en privado-.

SOY ALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora