"Capítulo 22"

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Sonó el timbre. Gruñí y me tapé con la almohada. El timbre volvió a sonar. Me levanté con pesadez y fui a ver quién era. Abrí al puerta y era el Rubius.

—Eres tú —murmuré—. Acabo de despertar.

—Se ve.

—Pasa.

¿El Rubius medía dos metros? Porque era bastante alto.

—Voy al baño, puedes hacer lo que te dé la real gana.

Caminé al baño y me limpié el tatuaje y la cara. Me peiné para estar presentable y volví con él.

—Voy a prepararme un café —dije antes de que hablara.

Asintió sin discutir y preparé mi café. Después de que se hiciera, lo echara en un vaso y echara el azúcar, volví con él.

—Bueno, ¿qué quieres que haga?

—Es verdad —reí—. Bien, mañana, sí o sí, será el cumpleaños de mi amiga. Será a las siete y media de la tarde. Seguramente lo haremos aquí, así que no hay problema. Lo diré por el grupo, espera.

Fui a mi habitación, cogí el móvil y volví con él mientras lo decía por el grupo. Las tres estuvieron de acuerdo.

—Vale, mañana a las siete y media comenzará la fiesta. Solamente seremos tres personas, o a lo mejor avisaremos a más personas para que vengan —dije mirándole.

—Bien. ¿Y qué debo hacer?

—Pues, solamente hablar con ella. Ella es muy amorosa, así que te hará morir con sus abrazos, se pegará a ti como una lapa.

—Ya estoy acostumbrado —rió.

Reí.

—¿Qué quieres a cambio?

—Ya te dije que nada. Me causó curiosidad tu petición y acepté. Es la primera vez que haré esto, así que te lo haré gratis.

Sonreí.

—Gracias —le abracé.

Me devolvió el abrazo.

—Todo por mis fans.

—Yo no soy tu fan, sólo soy una persona que está hablando con otra.

—Con el chico que tiene más suscriptores de España.

—Prefiero a German —le piqué.

Sonrió.

—Lo acepto. Bien, entonces. Mañana a las siete y media.

—Ven un poco más tarde, ¿vale?

Asintió y se levantó. Le acompañé hasta la puerta y le abracé.

—Gracias, de verdad —dije sonriendo.

—A ti.

Besó mi mejilla y se fue. Según se fue, cerré la puerta y cogí el móvil y llamé a Cristina.

Hola Laura.

—El Rubius va a venir a la fiesta de cumpleaños de Charlotte.

¿Cómo?

—Como oyes, acaba de salir de mi casa. Estoy muy ilusionada.

¿Cómo lo has hecho?

—Dijo que le entró curiosidad por el mensaje que le mandé ayer, y ¡estoy muy feliz!

Aparte de eso, le tendremos que regalar otra cosa, ¿no?

—Hombre claro. ¿Quieres quedar hoy a la tarde para buscar algún regalo?

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora