"Capítulo 65"

133 6 10
                                    

Me fui a la habitación de Antoine y suspiré.

Guardé todas las cosas en sus respectivas maletas.

Salí de la habitación y me encontré con Hugo.

Hola —sonreí.

Sonrió.

¿A dónde vas?

Necesito ir al aeropuerto de Orly para coger un vuelo a Madrid. Hoy me voy definitivamente.

Te llevo yo.

Me encogí de hombros y fuimos al aeropuerto. Allí fuimos a recepción y pedí un vuelo a Madrid, el más pronto posible.

Había uno a la una y media. Miré la hora y eran las diez y media.

Sí, ese —dije asintiendo.

Sonrió y me dio el billete de vuelo. Yo le di el dinero, que pensaba que no me iba a llegar. 250 € el billete. ¿Tanto llevaba?

Volvimos a Clairefontaine y suspiré.

Entonces, ¿te vas? —dijo Hugo.

Asentí.

Se lo diré a Anto ahora.

¿Pasa algo? —preguntó.

Suspiré y asentí.

Pero no te quiero molestar con mis problemas, Hugo.

Vamos a hablar y me cuentas —sonrió.

Fuimos a una sala en la que no había nadie y él se sentó en una de las sillas.

¿Qué te pasa?

—Mi hermano me dijo que por qué estoy con Antoine. Dice que no nos vemos mucho, por sus vuelos y sus entrenamientos. Y es verdad. A lo mejor, no estamos hechos el uno para el otro.

Me tiré a una de las silla y suspiré.

No sé, ahora tengo mucho lío en mi cabeza. Por una parte, le amo pero por otra parte no sé si quiero seguir con él por sus entrenamientos y vuelos.

¿Os queréis? —preguntó.

—asentí.

Pues eso es lo que cuenta. Da igual si no os veis durante días. Según te vayas no os veréis durante días, pero aún así os seguiréis queriendo.

Resoplé y hundí mi cara en mis manos.

—Tengo un cacao en mi cabeza —solté en español.

Sonrió.

Me gusta cuando hablas español.

Me sonrojé.

—¿Quieres que te hable español y no te enteres de nada? —reí.

Se me quedó mirando con una sonrisa.

No he entendido nada, pero me encanta. Quiero aprender español.

Se lo dices a Antoine —sonreí—. Le diré que me voy.

Te acompaño.

Fuimos a los entrenamientos y me acerqué al entrenador.

¿Puedo ir a decirle una cosa a Antoine? —le pregunté.

Espera —miró a Antoine—. ¡Antoine!

Él miró y Deschamps le hizo una seña para que se acercara.

Él vino y me miró.

Laura quiere hablar contigo, os dejo.

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora