Un año después...Una año después. Lo dices rápido pero pasa muy lento.
En este año, desde que Anto me pidió ser su esposa, pasaron muchas cosas.
Por ejemplo, que nuestra hija, nació el mismo día en que yo cumplo años. Se llama Alejandra. Es muy mona. Tiene los ojos azules verdosos. Se ve que se combinó el color de ojos de Anto y el mío. Y un dato curioso, ella nació en Francia. Exactamente en Mâcon, donde Anto. Madrid no me daba buenos recuerdos.
También pasó que Sara está saliendo con Saúl y Nerea con Koke. Las lleve un día al entrenamiento y se enamoraron. Koke lo dejó con Bea y se fue con Nerea. Pero me refiero que Koke lo dejó con Bea, y más tarde, se fue con Nerea.
Las dos están muy contentas con sus respectivas parejas, y la verdad es que forman una muy buenas parejas.
Estaba muy contenta con mi vida.
Hoy, estaba en Madrid, no había podido viajar con Anto a Francia.
—Mía —la llamé en voz baja. Me miró y sonrió. Ella ya tenía dos años, decía palabras y oraciones coherentes—. Vamos a dar una vuelta, vamos.
—¿Con mi hermanita? —sonrió.
Asentí.
Me había venido a vivir con él. Y le habían dado la custodia completa a Anto, así que me tocaba cuidar a mis dos chicas. Las amaba a las dos.
Vestí a Alejandra y las tres salimos de casa. Conduje hasta un parque donde no había muchas personas.
Aparqué justo enfrente y entramos.
La verdad es que era un parque grande. Tenía su espacio para los niños y zonas para hacer ejercicio.
Me senté en un banco, delante del parque de los niños.
—¿Vienes a jugar conmigo? —preguntó Mía.
—Tengo que cuidar a tu hermanita —susurré besando su frente—. Pero ahora voy yo.
Sonrió y salió corriendo a los columpios.
Reí y cogí a Alejandra.
—¿Qué tal peque? —murmuré sonriendo—. Eres mi vida, aparte de Mía y Anto. Pensaba que no me ibas a alegrar la vida, y me has dado esa alegría.
Besé su cabeza y la acurruqué en mis brazos. Era un sentimiento maternal que no sentía desde que ella nació.
Después de un rato, hice FaceTime con Anto.
—Hola amour —sonreí—. ¿Qué tal?
—Hola. Estoy muy mal, no te tengo a mi lado —hizo pucheros.
Sonreí.
—¿Tienes a Alejandra ahí? —sonrió.
Asentí y la enseñé.
—Mía está jugando. Vine a un parque para que no estuvieran en casa metidas —susurré.
—Me parece bien. Oye, felicidades por un año de prometidos.
—¿Eso se dice? —reí.
—En la cultura Griezmann, sí —rió.
Bajé la mirada con lágrimas en los ojos. Me sentía muy mal porque no estaba a mi lado.
—¿Qué te pasa?
—Que no te tengo a mi lado hoy mismo, que según tú hacemos un año de prometidos. Me sabe mal —susurré.
Mía vino corriendo.
—¿Qué te pasa, mami? —se sentó en mis piernas.
—Nada mi amor. Saluda a tu padre.
La enseñé en pantalla.
—¡Hola papi! —gritó Mía.
—Hola hija, ¿qué tal con mamá?
—Muy bien, estamos en un parque. Quiero que estés tú.
—Estoy trabajando.
—¿Y por qué no estamos contigo?
—Porque tu hermana no puede viajar. Mon amour, te tengo que colgar. Volvemos a entrenar.
—Vale —sonreí.
—Au revoir, mes amours —se despidió con la mano.
Colgué y Mía me miró.
—¿Qué significa eso?
—Adiós, mis amores —sonreí besando su cabeza.
—Feliz un años prometidos mon amour.
Me asusté y me giré.
—¡Anto! ¿Qué haces aquí? —sonreí besándole.
—El entrenador me ha dado un par de días.
—¡Papi! —gritó Mía.
Anto se sentó a mi lado y Mía le besé la mejilla y se sentó en sus piernas.
—Yo sabía que venía —rió Mía.
—¿Y por qué no me lo has dicho? —reí, haciéndola cosquillas.
Sonrió inocente.
—Te amo amour —murmuró Anto besándome.
Sonreí y me separé.
—Yo también.
—Voy a jugar con Mía. Vamos, amour.
Los dos se fueron a jugar.
Les miré con ternura.
Sin duda, fue el mejor año del mundo.
Él, Mía y Alejandra me devolvieron la vida. A parte de mi familia y amigas.
Los amaba a todos, y no cambiaría nada de lo que ha pasado este año.
***
Ahora sí que sí. Hasta aquí la novela.
Espero que, de verdad, hayáis disfrutado de la novela.
Realmente agradezco cada voto, cada comentario, cada leído o como lo queráis llamar.
Gracias por estar en esta novela y haber formado parte. Gracias a todas las personas que vendrán y leerán la novela.
Gracias a esta novela, pude conocer a una persona magnífica, y a otra que hablamos de vez en cuando.
Gracias a todos y a todas.
Y nada, hasta aquí la novela.
Gracias de corazón.
De momento, no haré más fanfics de jugadores, pero si queréis que haga una, dejármelo aquí.
Os amo mucho,
Y nada, hasta la próxima novela.
❤❤❤❤💖💖💖💖
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¿No quieres o no puedes? ➡ Antoine Griezmann ⬅
FanficElla no confiaba en el amor, porque había sufrido demasiado para su corta vida, aunque tenga 22 años. Sinceramente, no confiaba en nadie, nada más que en su familia y en sus mejores amigas. Después, le encontró. Él era perfecto. ¿Problema? Tenía...