"Capítulo 43"

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Dimos otra vuelta por Sol y volvimos a mi casa. Iván se quedó impresionado.

—Me encanta.

—Gracias. Podrás ver dónde grabaré los vídeos —sonreí.

Sonrió con ilusión y le llevé a la sala de grabación. Faltaba el sofá y pintar todo.

—Me falta el sofá, que lo tengo que comprar, si quieres me puedes acompañar, y también me falta pintar —señalé el cubo de pintura.

—Lo podemos hacer Carlos y yo —dijo Iván.

—No hace falta —le sonreí amable.

—Que sí. ¿A qué sí Carlos?

Carlos me miró y yo me encogí de hombros. Suspiró y asintió.

—Mientras que tú te vas al programa, nosotros podemos pintar.

Me encogí de hombros.

—Como queráis. Yo me tengo que cambiar.

Fuimos a mi habitación y les enseñé lo que me iba a poner.

—Te quedará espectacular.

—Ayudarme.

Los dos me ayudaron a vestirme. Era una camiseta de manga corta con lentejuelas doradas y por encima una chaqueta de manga larga. Después unos pantalones de cuero pegados a mis piernas que llegaban por los tobillos y los zapatos color crema.

 Después unos pantalones de cuero pegados a mis piernas que llegaban por los tobillos y los zapatos color crema

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—Estás espectacular —alucinó Carlos.

—Ahora a maquillarme.

Fui al baño y me maquillé, resaltando mis ojos. Puse en mis labios un color suave y ya estaba. Me peiné un poco: mi pelo hacia la derecha.

—Te he guardado la guitarra en la funda —habló Iván.

Sonreí y asentí. Fui al salón y la guitarra estaba encima del sofá.

—Son las cinco y media. ¿Cuándo comienza el programa?

—A las siete menos cinco. Tengo que estar allí antes, obviamente.

—Vale, si quieres puedes practicar un poco las notas de las canciones que cantarás —intervino Iván.

—Pareces un acosador —reí sacando la guitarra de la funda.

—No me imaginaba que iba a estar con mi ídolo.

—Gracias.

Toqué las dos canciones y era el momento de irnos. Carlos condujo hasta donde yo trabajaba y salí. Dejaron entrar al coche adentro.

Me acomodé en la silla e Iván puso la guitarra en mis piernas y los tres entramos. Me dijeron que tenía que ir al fondo y después a la derecha.

Seguimos las indicaciones y allí había una chica de producción. Allí me despedí de Carlos e Iván. Seguí a la chica y me llevó al plató.

Me pusieron el micrófono.

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora