¿No quieres o no puedes? ➡ Antoine Griezmann ⬅

"Capítulo 53"

Sentí como alguien se movía a mi lado. Abrí mis ojos lentamente y sus manos estaban alrededor de mi cintura. Bostecé y me giré para mirarle la cara.

Sus facciones eran relajadas y estaba guapísimo.

Le besé cortamente y volví a besarle cortamente. Estuve así durante unos minutos hasta que despertó.

—Bonjour —susurré.

Sonrió y me miró.

—Bonjour, mon amour —dijo.

—Me quiero quedar aquí todo el día.

—Vamos a quedarnos un rato aquí —murmuró abrazándome por la cintura.

Reí y suspiré.

—¿Qué pasa?

—No me imaginaba estar así contigo —susurré acariciando su brazo.

Besó mi mejilla.

—Ojalá pudiera retroceder el tiempo y cambiar lo que hice —murmuró.

—Antoine, eso ya pasó —le miré.

Tenía una capa fina de lágrimas en sus ojos.

—No llores. Eso pasó y ya está.

—Te hice daño y me supo mal.

—Venga, ya pasó.

Besé su mejilla y sonreí.

—Vamos a desayunar —me levanté de la cama.

Se levantó y me fue abrazando por la cintura hasta la cocina, donde no había nadie.

—¿Dónde está tu amiga?

—No sé.

—Ahí una nota aquí —dijo el francés desde el salón.

Caminé hasta allí y me la dio. Era de Sara:

"Me levanté pronto y me fui. No quise molestar. Me llamas cuando despiertes. Hasta luego".

Suspiré.

—¿Le molestó que yo haya venido? —murmuró.

Me encogí de hombros.

—La voy a llamar, ¿vale?

Asintió y me besó.

Fui a la habitación y la llamé.

—Hola Sara, ¿por qué te fuiste?

—Hola Laura, me fui porque no quise molestar.

—Tú no molestabas. Eres mi amiga, y estás formando gran parte de mi vida. No tengo muchas cosas aparte de mi familia y novio.

—¿Quieres que quedamos ahora?

—Vale —miré la hora en el móvil y eran las diez y media de la mañana—. ¿Quieres que quedemos a las doce y media en Sol?

—Vale.

—Bien, hasta ahora Sara.

—Hasta luego.

Colgué y suspiré.

—¿Doce y media en Sol? —habló Antoine—. ¿No íbamos a pasar el día juntos?

—Lo podemos pasar ahora —sonreí coqueta.

Se sonrojó levemente.

—Eso me parece buena idea.

Reí y preparamos el desayuno. Después, lo pasamos hablando y besándonos cada rato.

Tal vez llegamos a más, pero eso se queda ahí.