"Capítulo 2"

689 17 4
                                    

Pasé toda la tarde allí metida, algunas veces me levantaba para estirar mis piernas y a por un café. Eran las ocho y media. Suspiré y miré hacia todos los lados. Comenzó a sonar mi móvil, lo cogí sin mirar quién era.

¡¿Cómo que has salido en los Deportes?! —gritó mi hermana Miriam.

Ella era la más pequeña, aunque tenía 17 años. Ella es clavada a mí, solamente que tenía los ojos más pequeños y era más baja que yo.

—Relájate —susurré—. He salido porque el otro presentador no estaba y además me han ofrecido el puesto.

¿Y has aceptado? —preguntó con ilusión mi hermano.

—¿Estoy en altavoz?

Sí, hija. Estabas muy nerviosa pero lo has hecho fantástico —esta vez habló mi madre.

Estoy orgulloso de ti, Laura —dijo mi padre.

—Gracias papá y mamá —agradecí.

Entonces... ¿Has aceptado? —cuestionó mi madre.

—Me han dado para pensar hasta el viernes, aunque creo que le daré una respuesta antes.

Di que sí, y así me podrás llevar —habló Miriam.

—Si acepto —reí.

Gracias hermana —dijo riendo

—A parte, Mario. Quiero hablar contigo.

Oí como se apartaba y suspiraba.

Dime.

—No puedo quedar contigo mañana porque tengo que estar aquí. O voy yo a tu casa cuando acabe.

Vale.

—¿Me puedes decir lo que pasa?

No sé si te gustará la idea, la verdad es que estoy nervioso.

—Tranquilo, seguramente me gustará la idea.

Eso espero.

—Relájate, hermano. Me encantará. ¿Puedes venir a mi estudio? O sea a dónde trabajo. Diles que eres mi hermano, te dejarán pasar.

Vale.

Suspiré.

¿Qué te pasa?

—No sé, de repente, me ofrecen ser presentadora de Deportes.

Acepta, será una oportunidad para que las personas te vean y sepan de qué estás hecha.

—Gracias hermano.

Voy para allá, ¿vale?

—Okey, aquí te espero.

Colgó, miré la hora. Las nueve menos veinte. Me levanté, cogí el guion y suspiré. Entró por la puerta la misma chica que de esta mañana.

—¿Vienes? —sonrió.

Asentí, cogí el móvil y la perseguí hasta el plató. Me pusieron el micrófono y el pinganillo y me senté en la silla. Estaba sola, no estaba Juanma.

Una chica que tenía unos papeles al lado se acercó a mí.

—¿Te sabes el guion?

—Me faltarán algunas cosas, pero sí, me sé algunas cosas.

—Vale —sonrió.

—¿Me puedes hacer un favor? —le dije.

Asintió.

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora