Ella no confiaba en el amor, porque había sufrido demasiado para su corta vida, aunque tenga 22 años. Sinceramente, no confiaba en nadie, nada más que en su familia y en sus mejores amigas.
Después, le encontró. Él era perfecto. ¿Problema? Tenía...
Estaba nerviosa. Eran las siete y media. La pasarela comenzará a las ocho y la Gala comienza a las nueve y media. Yo iba vestida con el vestido de Demi. Tuve que llamar a uno de recepción para que me subiera la cremallera, entender que yo no llegaba a subírmela. El vestido era este:
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Y el maquillaje era este:
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Me senté en la cama y cogí el monedero. Llevaba mi móvil, la entrada para entrar y ya está. El maquillaje estaba allí, también los vestidos.
La verdad es que estaba muy nerviosa, y sabía que iba a fallar en algo, aunque tenía confianza en mí. No mucha pero tenía.
Cuando ya eran las ocho y cuatro.
Salí del hotel rumbo a la pasarela. Caminé hasta allí y todos se me quedaron viendo. Yo, allí, después de semanas sin aparecer en televisión, sonaba bastante raro.
—Muy buenas noches a todos —dije mirando a los fotógrafos. Caminé por la alfombra roja que había.
—Laura —me llamó una conocida.
Me giré y sonreí.
—Mireia —la abracé y besé su mejilla—. ¿Qué tal estás?
—Genial, a disfrutar de esta Gala. ¿Y tú? Hace tiempo que no salías en televisión.
—Me he recuperado muy bien, además, vengo a hacer de presentadora —sonreí—. Tú vienes muy guapa.
—Tú más. Este vestido te marca tu figura. Te queda precioso, y más con el peinado que llevas, con la trenza y el maquillaje natural pero a la vez elegante. Vas muy guapa.
