Cuando pasé mucho tiempo allí, salí y me sequé. Se estaba muy relajado, pero tenía hambre, así que me preparé mi comida. Lentejas, eso es lo que había de comer. Le mandé un mensaje a Antoine de que iba a preparar la comida.
Cuando estaba a punto de tomarme la primera cucharada de lentejas, tocaron la puerta. Resoplé y abrí la puerta.
Lo primero que me encontré fueron unos labios estampados contra los míos.
Me separé rápidamente y era Antoine.
—Antoine no me pegues esos sustos —murmuré besándole lentamente, pero él aceleró el beso.
Suspiré cuando nos separamos.
—¿Qué pasa? —pregunté.
—Te quiero, y te necesito.
Suspiré y volví a besarle con intensidad. Sonrió contra mis labios y me mordí el labios suavemente, pero el beso era intenso.
Fuimos a mi habitación y allí seguimos con lo nuestro.
Me encantaba como me besaba, como me acariciaba, como me hacía de todo.
La ropa estorbaba y nos la fuimos quitando.
Nos hicimos uno ahora mismo. No puedo decir que esta noche porque no era de noche.
Cuando terminamos, nos quedamos ahí. Los dos tumbados y con la respiración agitada.
Yo tenía mi cabeza en su pecho y él me acariciaba el brazo.
—Anto —murmuré. Él me miró—. ¿Qué pasó el día del accidente?
Suspiró y le noté incómodo.
—¿Lo quieres saber?
—Sí, ¿qué pasó?
—No es fácil de contarte.
—Dímelo.
—Tú viniste al entrenamiento. Yo estaba enfadado contigo por haberte besado con Rayden, y no te llamé ni te mandé mensajes ni nada. Tú estabas hablando con mis hermanos porque estaban allí y algunas veces lloraste. Yo te miraba de vez en cuando y empezaste a fumar.
—¿Yo fumando?
—Sí, estabas fumando —suspiré—. Como iba contando, tú estabas fumando y cuando nos dieron un descanso, tú te acercaste y me dijiste que por qué no te mandaba mensajes y eso. Yo te dije que estaba enfada contigo por esos motivos y te dije que te fueras. Entiende que yo estaba enfadado. Koke te preguntó por qué estabas más delgada y le dijiste que se fuera. Yo te dije que te fueras y lo último que recuero fue que dijiste: "Y si pasa algo, que sepas que es culpa tuya". Me culpo por eso.
Sollocé y le abracé.
—Ya está pequeña. Tú volviste a andar y estamos juntos —acarició mi cabeza.
Me quitó las lágrimas y le miré.
—¿Por qué te dije eso? —murmuré sollozando de nuevo.
—Ya está, petite. Todo pasó.
Me quedé ahí llorando varios minutos, hasta que paré y sólo se oía mi respiración irregular.
—¿Comiste?
Negué con la cabeza.
—Pues vamos.
Se levantó y se puso su bóxer y los pantalones. Se peinó un poco y me pasó mi ropa interior. Sólo me puse la ropa interior de abajo. Total, iba a estar por casa.
Me levanté y él me recorrió con la mirada.
—Antoine, para —susurré.
—Lo siento, amour.
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¿No quieres o no puedes? ➡ Antoine Griezmann ⬅
FanfictionElla no confiaba en el amor, porque había sufrido demasiado para su corta vida, aunque tenga 22 años. Sinceramente, no confiaba en nadie, nada más que en su familia y en sus mejores amigas. Después, le encontró. Él era perfecto. ¿Problema? Tenía...